Confucio pesa m¨¢s que la ley en China
La aplicaci¨®n de una nueva legislaci¨®n contra la violencia de g¨¦nero choca con la tradici¨®n cultural
Hace ocho meses que la maestra de preescolar Xu Tingting (nombre supuesto), de 27 a?os, no ve a su ni?o. Durante tres a?os interminables, su exmarido la maltrat¨® constantemente: insultos, palizas -¡°me daba pu?etazos en la cabeza y dec¨ªa que as¨ª ser¨ªa m¨¢s inteligente¡±- y control absoluto del dinero. Ella finalmente decidi¨® abandonarle, pero ¨¦l respondi¨® con su golpe m¨¢s doloroso: en marzo se llev¨® por la fuerza al hijo de ambos, de dos a?os, y no le ha permitido mantener el contacto desde entonces. Parad¨®jicamente, ese mes entraba en vigor la primera ley contra la violencia dom¨¦stica en China.
¡°En caso de separaci¨®n, la ley china adjudica autom¨¢ticamente la custodia a la madre si el ni?o es menor de dos a?os. Mi marido esper¨® hasta que el ni?o los cumpli¨® para llev¨¢rselo con su familia¡±, explica Xu, una mujer de cara redonda y voz suave. Los tribunales ver¨¢n su caso el 9 de diciembre. ¡°No soy optimista sobre el resultado del juicio. Los jueces se fijan mucho en qui¨¦n tiene m¨¢s dinero, y ese es ¨¦l. Tiene propiedades inmobiliarias a su nombre, yo no tengo nada¡±.
En China, la violencia dom¨¦stica ¡ªel nombre que se le ha dado¡ª alcanza niveles de plaga. Seg¨²n la Federaci¨®n Femenina, una organizaci¨®n relacionada con el Partido Comunista, la padecen una de cada cuatro casadas. Eso significa m¨¢s de 90 millones de esposas. Pero la cifra real de v¨ªctimas es a¨²n m¨¢s alta si se incluyen otro tipo de relaciones.
La nueva ley nacional contiene elementos que los especialistas consideran muy ¨²tiles. Entre otras cosas, prev¨¦ que un tribunal pueda dictar ¨®rdenes de alejamiento en un m¨¢ximo de 72 horas una vez recibida una denuncia.
¡°La publicidad que ha recibido la ley ha disminuido el tab¨² sobre el problema, y m¨¢s mujeres se deciden ahora a pedir ayuda¡±, opina Liu Fengqin, psicoterapeuta jefe del centro Maple de asesoramiento para mujeres en Pek¨ªn. Esta ONG ha visto aumentar en un tercio las llamadas que recibe desde marzo.
Pero existen a¨²n muchos obst¨¢culos. La ley solo ampara a las parejas de distinto sexo que convivan, no a las relaciones LGBT o a las v¨ªctimas del hostigamiento de ex c¨®nyuges, entre otras. Tampoco act¨²a contra otros tipos de violencia, como la econ¨®mica o la sexual, ni impide que los abusadores puedan tener la custodia de sus hijos. Su aplicaci¨®n ha sido desigual: ¡°cambia mucho dependiendo del lugar. En algunos sitios se han instaurado buenas pr¨¢cticas, pero a¨²n hay mucha diferencia¡±, explica Feng Yuan, cofundadora de la ONG Equality.
La lucha contra el problema se enfrenta a un machismo a¨²n muy extendido y una mentalidad tradicional que considera la violencia dom¨¦stica un asunto familiar. ¡°Los trapos sucios se lavan en casa¡± es una actitud com¨²n, que hace que muchas mujeres se resistan a denunciar a sus agresores y que los testigos se hagan los desentendidos.
Es algo que Xu sabe bien. ¡°Busqu¨¦ ayuda en Internet y entre los vecinos. Pero todos los consejos eran que tratara de halagar a mi marido, para que estuviera tranquilo. Ped¨ª a sus padres que intervinieran, pero para ellos los golpes eran algo normal. Su padre tambi¨¦n pegaba a su madre¡±, explica.
Ni siquiera la Polic¨ªa la tom¨® en serio. ¡°Me dec¨ªan, ¡®eres de Shandong, donde naci¨® Confucio. Y Confucio nos ense?a a respetar y obedecer al cabeza de familia. Mira la edad de tu suegro, ?no te da verg¨¹enza causarle preocupaciones?¡±.
Aunque el Gobierno insiste en la importancia de combatir esta violencia, el discurso pol¨ªtico oficial subraya al mismo tiempo la importancia de mantener ¨ªntegro el n¨²cleo familiar, que considera imprescindible para la estabilidad social. ¡°No importa cu¨¢nto cambien los tiempos, no importa cu¨¢nto cambien las estructuras sociales, todos debemos dar suma importancia a la solidez de la familia¡±, sosten¨ªa el a?o pasado el presidente Xi Jinping durante el Festival de Primavera, el equivalente a las Navidades chinas.
Ma Yixue, abogada y v¨ªctima tambi¨¦n de la violencia dom¨¦stica, reconoce que, hasta cierto punto, esas ideas tambi¨¦n influyeron en su caso. No present¨® la demanda de divorcio hasta el a?o pasado, despu¨¦s de aguantar palizas durante tres a?os. ¡°Fue muy duro. Estaba constantemente magullada y ten¨ªa que atender al ni?o, ir a trabajar, cuidar de la casa y lidiar con un marido violento. Pero pensaba que era mejor para mi hijo el crecer junto a su padre¡±, explica.
Como abogada y como v¨ªctima, Ma se declara esc¨¦ptica sobre los resultados de la ley. ¡°Promulgarla es f¨¢cil, pero hacerla cumplir es complicado. La Polic¨ªa es reacia a intervenir porque uno no se mete en los asuntos familiares de los dem¨¢s y no hay una percepci¨®n de la violencia dom¨¦stica como algo grave¡ A menos que la ley imponga penas duras a los culpables, no tendr¨¢ ning¨²n efecto que merezca la pena¡±.
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