¡°Soy una superviviente de la violencia machista¡±
La ecuatoriana Azucena Vizca¨ªno y la espa?ola Rosal¨ªa Vicente sobrevivieron a a?os de malos tratos de sus parejas
Rosal¨ªa Vicente tiene hoy 65 a?os pero es como si hubiera vuelto a nacer hace seis. El d¨ªa que sali¨® de su casa pr¨¢cticamente en pijama para dejar atr¨¢s al hombre que la hab¨ªa maltratado f¨ªsica y psicol¨®gicamente durante tres d¨¦cadas y con el que compart¨ªa dos hijos. Es dif¨ªcil pensar en la espa?ola Vicente, una mujer vivaracha y muy habladora, como la mujer triste y apagada en la que cuenta que su agresor la hab¨ªa convertido. ¡°La vida en mi casa era tremenda. Ten¨ªas que callarte, ¨¦l ten¨ªa mucha man¨ªa con los cuchillos o con tirar las cosas por los aires. Me rompi¨® muchas cosas bonitas, todo lo que me gustaba. Me controlaba el dinero...¡±, relata cruzando las manos, sentada en el sill¨®n de su casa del sur de Madrid.
Un d¨ªa, despu¨¦s de uno de los episodios particularmente violento en el que la Polic¨ªa se llev¨® detenido a su esposo, al que continuamente se hab¨ªa negado a denunciar, dio el paso. ¡°Yo le excusaba, pens¨¦ que quiz¨¢ ese iba a ser el momento en que recapacitase. Pero mi hijo casi no me dio opci¨®n. Y ten¨ªa raz¨®n, era ¨¦l o nosotros¡±, cuenta.
Estuvo meses viviendo en una casa de acogida, pero su agresor fue finalmente condenado. Y ella volvi¨® a recuperar la sonrisa. Volvi¨® a trabajar. A salir. A disfrutar. ¡°Ahora dirijo mi vida. No me la dirige nadie¡±, cuenta encantada.
Lo que le ocurri¨® a Vicente, que ahora forma parte de la Fundaci¨®n Ana Bella de mujeres supervivientes de la violencia de g¨¦nero, las agresiones sufridas por parte del compa?ero sentimental, son la forma m¨¢s frecuente de violencia contra la mujer, seg¨²n la OMS. Una c¨¢rcel que sufren 1.200 millones de mujeres en el mundo.
Y sus historias son similares. No importa el origen o la clase social. ¡°Ricos o pobres, estudiados o no... La violencia de g¨¦nero nos puede afectar a todas¡±, remarca Azucena Vizca¨ªno, una maestra ecuatoriana de 44 a?os. El que fue su pareja, el hombre que la maltrat¨® durante a?os, era ingeniero. ¡°El me hizo pasar un infierno; tambi¨¦n a mi hija mayor, que ahora tiene 19 a?os. Yo viv¨ªa en un abismo y llegu¨¦ a pensar en quitarme de en medio. Incluso llegu¨¦ a plantearme que mi hijo peque?o, que hoy tiene nueve a?os, estar¨ªa mejor en otro entorno...¡±, cuenta. Y recuerda como, cada d¨ªa, en el tiempo que ten¨ªa entre trabajo y trabajo, iba a una cafeter¨ªa ¡°a llorar¡± con tal de no tener que volver a casa y encontrarse con su verdugo. ¡°Hasta que un d¨ªa decid¨ª que esto ten¨ªa que terminar. Que me estaba hundiendo yo sola¡±, recuerda. Y denunci¨® a su maltratador. Hoy es una mujer nueva. "Yo soy una una superviviente, no una v¨ªctima", dice. Y pensar en ello ha sido un paso que considera fundamental para recuperar la autoestima.
A Azucena le brillan los ojos y le sale una luminosa sonrisa cuando cuenta que ha rehecho su vida, que ha conocido a otro hombre. Alguien que la respeta como mujer. ¡°No hay que tener miedo. Se puede salir de la situaci¨®n de violencia¡±, anima.
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