Daniel Ortega, el presidente ausente
El mandatario de Nicaragua delega en su esposa la respuesta a la emergencia generada por el hurac¨¢n Otto y un terremoto de siete grados

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Los nicarag¨¹enses respiraban aliviados este viernes tras la jornada negra que vivieron el jueves, cuando el pa¨ªs ¡ªen estado de emergencia¡ª se enfrent¨® a la embestida del hurac¨¢n Otto, de categor¨ªa dos, a un terremoto de siete grados en la escala de Richter y la posterior alerta de un tsunami que el sismo gener¨®. El sentimiento general era de incredulidad al constatar que las consecuencias de semejante amenaza parec¨ªan menores a las esperadas, pero tambi¨¦n de indignaci¨®n por la ausencia del presidente Daniel Ortega durante las horas m¨¢s cr¨ªticas de la amenaza. Durante la ma?ana del viernes el gobernante no aparec¨ªa y nadie en el Estado presentaba un recuento oficial y exhaustivo de los da?os causados por Otto y el terremoto.
Durante toda la jornada del jueves la ¨²nica autoridad para informar a la poblaci¨®n sobre los planes preventivos y la respuesta del Estado ante la emergencia era la poeta Rosario Murillo, esposa del presidente Ortega. No hubo movilizaci¨®n del mandatario a las zonas en riesgo, a albergues o regiones afectadas por el terremoto. No se vio a Ortega explicando a la poblaci¨®n los planes de contingencia ni las recomendaciones de los expertos para enfrentar la amenaza. Durante la noche del jueves, cuando la tormenta ya hab¨ªa azotado con fuerza las costas del Caribe sur del pa¨ªs, Ortega no compareci¨® ante los medios de comunicaci¨®n para explicar la situaci¨®n que viv¨ªa el pa¨ªs.
El viernes en las redes sociales la pregunta era la misma: ?d¨®nde est¨¢ el presidente? ¡°El gobierno debe dar un informe exacto de cu¨¢les fueron los da?os¡±, exig¨ªa Jos¨¦ Antonio en Facebook. ¡°Puse la televisi¨®n esta ma?ana con la esperanza de ver al Presidente de Nicaragua recorriendo las zonas afectadas, y a las fuentes oficiales ofreciendo un balance de lo ocurrido en las zonas por donde golpe¨® el hurac¨¢n Otto, pero luego record¨¦ que este no es un pa¨ªs normal¡±, escrib¨ªa con mofa Alfonso. ¡°?Cu¨¢l fue la ¨²ltima vez que el que se dice Presidente visit¨® una poblaci¨®n, vio con sus propios ojos los da?os?¡±, se preguntaba Jorge. ¡°?El presidente sigue dormido? No lo he visto ni en C¨¢rdenas ni en San Carlos¡±, se burlaba Lissa, en referencia a dos de las zonas m¨¢s afectadas por el paso de Otto.
Desde que Daniel Ortega regres¨® al poder en Nicaragua ha desarrollado una f¨®rmula particular de gobernar: delega las decisiones de la administraci¨®n p¨²blica en su esposa, Rosario Murillo. Es ella quien organiza el gabinete, la que convoca a las instituciones encargadas de atender las emergencias, quien lee los comunicados oficiales. Pero lo hace ¡ªcomo critican los periodistas independientes en Nicaragua¡ª de forma sectaria: Murillo ha impuesto un cerco informativo que beneficia solo a los medios de la familia Ortega y los de su aliado, el empresario ?ngel Gonz¨¢lez. Ambos grupos controlan los canales de televisi¨®n, por lo que la informaci¨®n que reciben los nicarag¨¹enses es edulcorante y solo aquella que interesa a la primera dama. En Nicaragua los pocos medios independientes que quedan (dos canales de televisi¨®n, algunas radios, un diario nacional y una revista de an¨¢lisis e investigaci¨®n) no son invitadas a conferencias de prensa, no acceden a informaci¨®n oficial y no pueden entrevistar a los funcionarios p¨²blicos.
Ortega casi nunca aparece p¨²blicamente, s¨®lo en grandes eventos como el aniversario del triunfo de la revoluci¨®n sandinista o cuando recibe a visitantes extranjeros, principalmente rusos. Sus cr¨ªticos dicen que le aburre el d¨ªa a d¨ªa de la administraci¨®n p¨²blica. ¡°Ortega es un sujeto ausente, lo ¨²nico que quiere es mandar, pero no recibe a ministros, a nadie. Est¨¢ pendiente del sistema judicial y la parte econ¨®mica, pero el resto lo ve Rosario¡±, coment¨® Dora Mar¨ªa T¨¦llez, exguerrillera sandinista y cr¨ªtica del gobierno.
Los medios independientes han criticado la respuesta del gobierno ante la amenaza de Otto. Algunos publicaban relatos de habitantes de zonas alejadas que no recibieron atenci¨®n oportuna, como Beatriz Bedford, pobladora de San Juan de Nicaragua, el peque?o poblado cerca de la frontera con Costa Rica, que fue la puerta de entrada del cicl¨®n al pa¨ªs. Bedford denunci¨® negligencia de parte de las autoridades, que, dijo, no garantizaron la seguridad de los pobladores. ¡°Abr¨ª la puerta de mi casa y v¨ª ¨¢rboles ca¨ªdos, esto es una mala organizaci¨®n, aqu¨ª no trabajan como en Costa Rica, debieron llevarnos a un lugar m¨¢s seguro¡±, denunci¨® Bedford en cuyo poblado el hurac¨¢n dej¨® 564 casas da?adas, seg¨²n autoridades locales.
El gobierno anunci¨® cerca del mediod¨ªa del viernes que una ¡°comisi¨®n especial¡± hac¨ªa un recorrido a¨¦reo por la zona golpeada por el hurac¨¢n para medir los da?os, conformada por representantes de organismo del Estado, pero en la que no participaba el presidente Ortega. Mientras, los nicarag¨¹enses se siguen preguntando cu¨¢l fue la magnitud de los da?os causados tras la jornada negra que vivieron el jueves.
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