El mundo ¨¢rabe tiene que invertir en sus j¨®venes si quiere evitar otra ¡®primavera¡¯
Un informe de la ONU alerta del riesgo de radicalizaci¨®n de las nuevas generaciones ¨¢rabes
El mundo ¨¢rabe tiene que hacer m¨¢s por sus j¨®venes si quiere evitar nuevas protestas como las que se desataron en 2011. Tal es la conclusi¨®n del ¨²ltimo informe de la ONU sobre el desarrollo humano en la regi¨®n, dedicado a la juventud y publicado este martes. Con dos tercios de la poblaci¨®n por debajo de 30 a?os, una tasa de desempleo juvenil que dobla la del resto del mundo y una educaci¨®n desconectada del mercado laboral, el estudio alerta de que la regi¨®n no s¨®lo est¨¢ desaprovechando su potencial de crecimiento, sino dando alas al extremismo violento.
¡°Los principales avances de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas (como la reducci¨®n de la pobreza extrema y la escolarizaci¨®n generalizada) est¨¢n amenazados hoy, debido sobre todo al aumento de la desigualdad y la exclusi¨®n social de los j¨®venes. Los responsables pol¨ªticos [¨¢rabes] no pueden seguir ignorando estos problemas. Las recomendaciones del informe son un aviso, antes de que la regi¨®n se hunda todav¨ªa m¨¢s en el conflicto y la marginaci¨®n¡±, declara a EL PA?S Jad Chaaban, profesor adjunto de Econom¨ªa en la Universidad Americana de Beirut y l¨ªder del equipo de especialistas que ha elaborado el texto.
El estudio, titulado La juventud y las perspectivas del desarrollo humano en una realidad cambiante, examina los retos y las oportunidades que afrontan los j¨®venes ¨¢rabes, en especial desde los cambios que sacudieron a muchos pa¨ªses en 2011, durante la llamada primavera. Su objetivo es abrir un debate amplio con responsables pol¨ªticos y las nuevas generaciones sobre el futuro del desarrollo de los pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo y el Norte de ?frica.
¡°No estamos proponiendo una pol¨ªtica para la juventud, sino que se permita a los j¨®venes decidir su futuro¡±, explica, por su parte, Adel Abdellatif, el coordinador del proyecto en el que han colaborado destacados acad¨¦micos y profesionales del mundo ¨¢rabe. ¡°No basta con hacer una reforma, hay que dar la vuelta por completo al sistema¡±, resume convencido de que los Estados han fallado en sus promesas de proveer educaci¨®n, sanidad y empleo.
El informe mantiene que ¡°los sucesos de 2011 y sus ramificaciones son el resultado de pol¨ªticas de varias d¨¦cadas que han llevado a la exclusi¨®n de amplios sectores de la poblaci¨®n de la vida econ¨®mica, pol¨ªtica y social¡±. Los autores hacen un delicado equilibrio para enviar a los j¨®venes el mensaje de que las protestas plantearon las preguntas correctas, aunque no dieran con las respuestas adecuadas. Muchas de las observaciones de este nuevo an¨¢lisis auspiciado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) suenan familiares a quienes leyeron los cinco anteriores, s¨®lo que ahora se enfocan a los 105 millones de ¨¢rabes que tienen entre 15 y 29 a?os.
El diagn¨®stico es que est¨¢n ¡°insuficientemente representados en la vida p¨²blica¡± y su marginaci¨®n siembra las semillas de la inestabilidad. Mientras la edad media de los 350 millones de ¨¢rabes es de 25 a?os, la de sus ministros es de 58. Esa exclusi¨®n es a¨²n m¨¢s acusada en el caso de las mujeres. Aunque se trata de la regi¨®n del mundo con mayor proporci¨®n de j¨®venes (y lo va a seguir siendo durante los pr¨®ximos 20 a?os porque otros cien millones tienen menos de 15 a?os), s¨®lo constituyen el 24% de la fuerza laboral (el18 % en el caso de las mujeres), el menor porcentaje regional.
A Chaaban le ha sorprendido que ¡°el nivel de satisfacci¨®n vital entre los j¨®venes ¨¢rabes es el m¨¢s bajo del mundo cuando se compara con j¨®venes de otras zonas e incluso con pa¨ªses de similar nivel econ¨®mico¡±, seg¨²n conf¨ªa en un intercambio de correos.
El panorama es desolador. Aunque la regi¨®n ¨¢rabe s¨®lo supone un 5% de la poblaci¨®n mundial, suma el 68,5% de las muertes por guerras, el 57,5% de los refugiados, un 47% de los desplazados internos y un 45% de los atentados terroristas, seg¨²n c¨¢lculos de los autores con cifras de 2014. Los conflictos en Libia, Siria y Yemen han hecho retroceder 15 a?os el ¨ªndice de desarrollo humano (IDH) en esos pa¨ªses. Las proyecciones del IDH para 2050 sit¨²an a la zona en el quinto puesto, s¨®lo por delante del ?frica subsahariana.
¡°Pertenezco a una parte del mundo que en este momento est¨¢ en ca¨ªda libre¡±
¡°Pertenezco a una parte del mundo que en este momento est¨¢ en ca¨ªda libre¡±, admit¨ªa el jordano Ahmad Alhendawi, enviado del secretario general de la ONU para la Juventud y miembro del consejo asesor del informe, durante una reciente conferencia en Abu Dhabi en la que adelant¨® algunos de los datos del mismo.
Incluso antes de la primavera, durante la primera d¨¦cada del siglo XXI, los pa¨ªses ¨¢rabes ten¨ªan ¡°una de las tasas m¨¢s elevadas de emigraci¨®n de mano de obra cualificada¡±. Eso a pesar de que la regi¨®n es rica en recursos y sus gastos militares per c¨¢pita son 65 % m¨¢s elevados que la media mundial. Entre los ¨¢rabes, uno de cada cuatro j¨®venes est¨¢ en paro (dos de cada tres en el caso de las chicas), frente a uno de cada ocho en el resto del mundo.
Alhendawi dijo que necesitan crear 60 millones de trabajos para 2020. ¡°Nunca vamos a crear 60 millones de puestos de trabajo. Si somos afortunados, crearemos seis¡±, le respondi¨® otro de los participantes, Yasar Jarrar, un consultor experto en nuevas tecnolog¨ªas. El futuro que ¨¦stas auguran apunta al emprendimiento y el autoempleo, algo que requiere una formaci¨®n para la que los j¨®venes ¨¢rabes no est¨¢n preparados.
A pesar de los avances en la escolarizaci¨®n, incluida la de las ni?as, ¡°la calidad de la educaci¨®n y sus resultados distan de ser competitivos¡±. Los estudiantes ¨¢rabes, constata el informe, punt¨²an muy bajo en las evaluaciones internacionales en conocimientos cient¨ªficos, matem¨¢ticas, lectura y habilidades creativas. ¡°Es un motivo de preocupaci¨®n a la vista de los requisitos de la sociedad del conocimiento¡±, constatan los autores del informe.
De ah¨ª que propongan un nuevo modelo de desarrollo que empodere a los j¨®venes, incluidas las mujeres, a trav¨¦s de una educaci¨®n de calidad, oportunidades de trabajo, respeto de los derechos y libertades pol¨ªticas y sociales, y en un clima de paz y seguridad. Reconocen que no se trata s¨®lo de mejorar la situaci¨®n de la juventud, sino de ¡°un llamamiento a reconstruir las sociedades ¨¢rabes de forma que garanticen un futuro mejor para todos¡±.
La discriminaci¨®n de mujeres y minor¨ªas
Resulta curioso que la directora regional del PNUD, Sophie de Caen, considere necesario aclarar en el prefacio que por juventud entienden "mujeres j¨®venes y hombres j¨®venes", en caso de que alguien tenga dudas. "La cultura, la sociedad y las leyes no terminan de aceptar el concepto de igualdad", se?ala el informe. En la mayor¨ªa de los pa¨ªses ¨¢rabes, "las mujeres padecen la desigualdad de g¨¦nero y pagan un doble precio en falta de poder si adem¨¢s son j¨®venes". El texto insiste en esa desigualdad, junto con la marginaci¨®n de las minor¨ªas, como uno de los principales lastres para el desarrollo.
¡°No es un asunto de identidad religiosa, ¨¦tnica o cultural. M¨¢s bien el problema reside en la gesti¨®n socio-pol¨ªtica de la diversidad (¡) El fracaso en garantizar la igualdad entre todos los ciudadanos ha convertido a varios grupos en vulnerables a la discriminaci¨®n¡±, explican los autores, todos ellos destacados acad¨¦micos y profesionales del mundo ¨¢rabe. ¡°La naturaleza de la vida pol¨ªtica den los pa¨ªses ¨¢rabes es generalmente excluyente¡±, subrayan.
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