Desencanto pol¨ªtico y desigualdad, las claves de la radicalizaci¨®n en los j¨®venes
El informe de Juventud 2016 de la ONU advierte del alto desempleo juvenil y la falta de representaci¨®n pol¨ªtica
El chico que atac¨® a cinco personas con un machete en un tren de Alemania en julio pasado ten¨ªa 17 a?os. El que dispar¨® en un centro comercial de M¨²nich, 18 a?os. Y los dos j¨®venes que decapitaron a un cura en Normand¨ªa ten¨ªan 19. "El radicalismo y el extremismo se perciben principalmente como un fen¨®meno juvenil", reconoce la ONU en su informe?Compromiso c¨ªvico juvenil 2016, que advierte de que el desencanto pol¨ªtico y la desigualdad socioecon¨®mica son dos de los factores que m¨¢s influyen en que un joven se radicalice y decida unirse a causas extremistas; desde participar en una pandilla, a una banda neonazi, o cometer un acto terrorista.
![Los dos jóvenes de 19 años que degollaron a un cura en Normandía el 26 de julio.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/T2NTP2XZSL7HBFULL4MQMN4H3I.jpg?auth=017a72e59d9ea541248eab0a8d6d7f5b6145bbf9c1f8abd9b03026015f435f58&width=414)
El informe, publicado en julio pasado, alerta sobre las condiciones de exclusi¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica que afectan a la juventud en todo el mundo. Hay 73 millones de j¨®venes, un 13% del total, que no tienen trabajo, principalmente en las regiones de Oriente Pr¨®ximo y el Norte de ?frica, donde el desempleo juvenil se acerca al 30%. Aunque la precariedad laboral es una constante que alcanza tambi¨¦n a pa¨ªses desarrollados.
Los dos hermanos que atacaron el semanario Charlie Hebdo en 2015, Ch¨¦rif y Said Kouachi, crecieron en un suburbio de Par¨ªs, un entorno caracterizado por la marginaci¨®n, el racismo institucional, el desempleo y la delincuencia. Los dos franceses de 32 y 34 a?os son uno de los ejemplos que explica c¨®mo la desigualdad social y econ¨®mica hace a las personas vulnerables ante la manipulaci¨®n de extremismos demag¨®gicos.
El informe pone en contraste que en los a?os recientes haya crecido el extremismo juvenil a la par que en casi todas las democracias hay una ca¨ªda cr¨®nica de votantes de menor edad. S¨®lo el 44% de los j¨®venes dice que acude a votar, y en los Parlamentos de todo el mundo, apenas el 5% de representantes son menores de 35 a?os.
La desilusi¨®n con las instituciones tradicionales, asegura el documento, empieza cuando los j¨®venes sienten que los temas que les interesan no se abordan en la esfera pol¨ªtica. Un primer paso, se?ala, es salir a las calles y participar en manifestaciones, pero si estas formas "leg¨ªtimas" de protesta no funcionan, entonces pueden dar un segundo paso hacia formas m¨¢s violentas de acci¨®n. De modo que pueden terminar uni¨¦ndose a estructuras que les hacen sentir que les otorgan cierto poder pol¨ªtico y social.
La ONU agrega la advertencia del fuerte impacto que la guerra tiene en la decisi¨®n de los j¨®venes de comprometerse con una causa negativa. Quienes crecen en zonas de conflicto y en Estados fallidos, explica, son propensos a la violencia porque, ir¨®nicamente, en ese contexto les parece una manera de supervivencia. "Muchos j¨®venes de Siria y Afganist¨¢n, por ejemplo, se han unido al ISIS o a grupos talibanes no necesariamente por un compromiso ideol¨®gico o religioso, sino simplemente por necesidad financiera y por la necesidad de sobrevivir", se?ala.
En el terreno m¨¢s psicol¨®gico y personal, la crisis de identidad es otra motivaci¨®n clave del radicalismo, seg¨²n el informe. Una serie de estudios sobre terroristas muestra que los problemas no resueltos en el paso de la adolescencia a la adultez tienen mucha importancia para estos individuos. Adem¨¢s, problemas como el racismo y los cambios en los sistemas de valores llevan a los j¨®venes a "buscar consuelo en las narrativas seductoras" de grupos como el ISIS, que ofrecen una comunidad acogedora para aquellos que se sienten marginados.
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