Un turista llamado Fidel Castro en la Abjazia de 1963
Un curioso ¨¢lbum de fotos recuerda el periplo del l¨ªder cubano en la Uni¨®n Sovi¨¦tica
En primavera de 1963, seis meses despu¨¦s de la crisis de los misiles en el Caribe, Fidel Castro emprendi¨® un largo viaje por la Uni¨®n Sovi¨¦tica, invitado por el l¨ªder comunista Nikita Jruschov. Desde el 23 de abril, cuando aterriz¨® en secreto en un aeropuerto militar de la pen¨ªnsula de Kola, en el ?rtico, hasta el 6 de junio, Fidel combin¨® sus objetivos estrat¨¦gicos (visitas a centros industriales y militares as¨ª como compras de armas) con el turismo. Acompa?ado de Nikol¨¢i Le¨®nov, el traductor que muchos a?os m¨¢s tarde llegar¨ªa a ser vicepresidente del KGB de la URSS, Castro estuvo en Severomorsk, la principal base de la flota sovi¨¦tica del Norte, donde subi¨® a bordo de un crucero y un submarino equipados con misiles. En aquellas y en otras instalaciones b¨¦licas, Castro se convenci¨® de que la URSS ¡°ten¨ªa con qu¨¦ defenderse y defender a sus aliados¡±, seg¨²n escrib¨ªa Le¨®nov en sus memorias ¡°A?os Febriles¡±.
Volgogrado, Tashkent, Samarkanda, Irkutsk, Bratsk, Sverdlovsk, Leningrado, Kiev y Tbilisi, fueron etapas del periplo de Castro. El destino elegido para su descanso fue Abjazia, que por entonces era una regi¨®n aut¨®noma en la rep¨²blica sovi¨¦tica de Georgia. Jrushev veraneaba en la costa abjasa del mar Negro, en la localidad de Pitsunda, y fue all¨ª, donde los dos l¨ªderes continuaron sus conversaciones, mientras en Mosc¨² sus militares negociaban la venta de armamento. ¡°A?adan un tanque m¨¢s de mi parte¡±, exclamaba, de buen humor, Jruschov cada vez que se cerraba un punto de las negociaciones, seg¨²n cuenta Le¨®nov. Durante largo tiempo, recuerda, los especialistas se rompieron la cabeza tratando de averiguar qu¨¦ clase de organizaci¨®n militar se planeaba con aquella extra?a cantidad de equipo.
La estancia de Castro en Abjazia ha quedado plasmada en un ¨¢lbum publicado el pasado mes de julio por iniciativa de Viacheslav Chirikba, que desde 2011 a 2016 fue ministro de Exteriores de aquel territorio autoproclamado independiente. El ¨¢lbum recoge una colecci¨®n de fotograf¨ªas in¨¦ditas realizadas por Constantin Sabih-ipa Tarkil en la que Fidel, en compa?¨ªa de Nikita Jruschev aparece disfrutando de la hospitalidad local en la casa de los hermanos Minas y Majty Tarkil, en el pueblo de Lyjny. A Castro se le puede ver tocado con la ¡°papaja¡± (el t¨ªpico sombrero cauc¨¢sico de piel de oveja), y envuelto en una ¡°burka¡± (el capote de lana capaz de desafiar cualquier helada). Castro hace los honores a los brindis rituales y bebe el vino contenido en un cuerno. Castro contempla como se cosecha el t¨¦ y posa con familias campesinas. Se trata de un interesante documento de la ¨¦poca y la regi¨®n. Al regal¨¢rmelo el pasado verano, Chirikba me contaba que la idea de transportar misiles a Cuba hab¨ªa surgido justamente en Abjazia, cuando el vice primer ministro de la URSS, Anast¨¢s Mikoy¨¢n y Jruschev descansaban a la orilla del Mar Negro. Cuenta la leyenda que Mikoy¨¢n le dijo a su interlocutor: ¡°Mientras estamos aqu¨ª sentados en la playa, al otro lado del mar los misiles norteamericanos nos apuntan desde Turqu¨ªa y nosotros no tenemos nada igual para hacerles frente¡±. Mikoyan se refer¨ªa a los misiles norteamericanos del sistema Yupiter, cuyo alcance les permit¨ªa llegar hasta Mosc¨².
Los planes para contrarrestar la amenaza (la llamada operaci¨®n Anadir) se aprobaron en mayo de 1962 en una sesi¨®n de la directiva de la URSS en la que intervino el ministro de Defensa Rodi¨®n Malinovski. En junio, los cubanos dieron el visto bueno y los sovi¨¦ticos, en el m¨¢s estricto secreto, comenzaron a transportar misiles, equipos y efectivos humanos que se desembarcaban en Cuba aprovechando la oscuridad de la noche. El bloqueo norteamericano de octubre de 1962 alcanz¨® el punto culminante con el derribo del avi¨®n de reconocimiento U-2 por parte de un misil tierra-aire sovi¨¦tico. Tras la crisis (del 24 al 27 de octubre) Mosc¨² y Washington llegaron a un compromiso. ¡°Puede decirse que si los americanos en aquellas condiciones (¡) se hubieran arriesgado a realizar un ataque masivo a Cuba, hubiera sido inevitable una gran desgracia¡±, afirma Le¨®nov. En un plazo de tres meses, la URSS hab¨ªa trasladado a Cuba cerca de 40.000 soldados, una divisi¨®n de misiles, equipada con R-12 de un alcance de 2.500 kil¨®metros y R-14 con un alcance de 4.500 kil¨®metros.
La crisis que estuvo a punto de provocar una cat¨¢strofe se solucion¨® de forma diplom¨¢tica, pero Castro qued¨® enojado porque los norteamericanos y los sovi¨¦ticos hab¨ªan decidido a sus espaldas y sin consultarle, cuenta Chirikba. La invitaci¨®n de Jruschov y el turismo por la URSS restablecieron la sinton¨ªa entre Mosc¨² y La Habana. En Abjazia, Castro bebi¨® mucho vino y se fotografi¨® con los longevos y los sabios locales. El historiador Stanislav Lakoba cuenta que al comandante le gust¨® tanto el queso local que Jruschov orden¨® mandarle unos cuantos vagones a Cuba y, como no hab¨ªa suficiente queso en Abjazia, hubo que recurrir al de la regi¨®n vecina de Mengrelia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.