El Chapecoense, el equipo adoptado ya por todo Brasil
Los vecinos de Chapec¨®, en el sur del pa¨ªs, siguen en estado de shock tras la tragedia de su club
Los vecinos de Chapec¨®, una ciudad de 210.000 habitantes del sur de Brasil, despertaron este martes en estado de shock con la noticia de que el avi¨®n que llevaba a su equipo de f¨²tbol, Chapecoense, se hab¨ªa estrellado. Muchos reaccionaron instintivamente: centenas de aficionados se dirigieron en bloque hasta el estadio. A¨²n se encontraban all¨ª por la tarde, la mayor¨ªa en silencio, muchos llorando para homenajear a los jugadores de su equipo. ¡°El Chapecoense lo es todo para nosotros. Es nuestra diversi¨®n, nuestra alegr¨ªa. Sobre todo en los ¨²ltimos cuatro a?os¡±, resume Luiz Carlos, un taxista que define a este equipo, como el suyo "de toda la vida¡±, como uno humilde y hasta hace poco desconocido en Brasil. Eso hasta que el a?o pasado logr¨® ascender a la serie A (la primera divisi¨®n): hab¨ªan pasado cinco a?os desde que unos empresarios locales asumieran la gesti¨®n y las cosas empezaran a cambiar. Sus jugadores comenzaron a ganar torneos importantes y ten¨ªan previsto disputar la final de la Copa Suramericana en Colombia, donde el avi¨®n se estrell¨® y el sue?o deportivo estall¨® en mil pedazos. Muchos dec¨ªa a pie del estadio que el sue?o se acab¨®: ¡°y no es f¨¢cil¡±, lamentaba Luiz Carlos.
Fabiano Costa, otro aficionado, suspiraba cabizbajo al lado de su hija Clarrissa de 10 a?os. ¡°Es complicado. Esta ciudad respira f¨²tbol. Pero creo que est¨¢ siendo m¨¢s dif¨ªcil para los ni?os y ni?as de 10 o 11 a?os, que estaban aprendiendo a querer al Chapecoense. Mi hija quer¨ªa estar aqu¨ª ahora, s¨ª o s¨ª". Y vuelve a suspirar, mientras sujeta una camiseta del equipo: "Es muy, muy complicado¡±.
En el avi¨®n iba, adem¨¢s de los jugadores, una veintena de periodistas. Renan Agnolin era uno de ellos. Luiz Agnolin, su padre, acongojado, comentaba: "Lo ¨²nico que quiero ahora es traer a mi hijo de vuelta¡±, promete. Reconstruir el ¨¢nimo del equipo o, lo que pr¨¢cticamente es lo mismo, de la ciudad, promete ser dif¨ªcil. El Chape, como se conoce al club, ya no disputar¨¢ la final de la Sudamericana, algo que a ojos de los aficionados es una tragedia. El futuro del equipo depende de la solidaridad de los otros equipos del balompi¨¦ brasile?o. Algunos de los m¨¢s grandes, como el Corinthians y el S?o Paulo, ya se han ofrecido a prestarle jugadores gratis al equipo durante los pr¨®ximos a?os.
Pero esto dif¨ªcilmente llenar¨¢ el vac¨ªo dejado en el Estadio de Santa Catarina. En una entrevista concedida a Fox Sports, Ivan Tozzo, vicepresidente del club, describi¨® de esta forma lo que el Chapecoense representaba para esta peque?a ciudad: ¡°Es muy triste saber que todos nuestros jugadores, que muchos de nuestros colegas, estaban en el vuelo. Todo el mundo est¨¢ triste. El Chapecoense era, es, un motivo de alegr¨ªa para toda nuestra regi¨®n¡±.
El Chapecoense era un ejemplo de equipo bien administrado, cuando en el mundo del f¨²tbol brasile?o lo normal es precisamente lo contrario. Es uno de los pocos clubes no endeudados del pa¨ªs, que, adem¨¢s, tampoco se embarca en proyectos megal¨®manos. La tragedia de este martes corta de cuajo una de las trayectorias m¨¢s exitosas, tanto dentro como fuera de la cancha. A lo largo de las ¨²ltimas temporadas, el club de la regi¨®n oeste de Santa Catarina, fundado en 1973, ha tenido una ascensi¨®n mete¨®rica. En 2009 ascendi¨® de la divisi¨®n D a la C, y desde entonces no ha parado, hasta llegar a la primera divisi¨®n hace dos a?os.
En 2016 el club estaba logrando el a?o perfecto. Fue campe¨®n de la liga de Santa Catarina por quinta vez en la historia. Era finalista de la Sudamericana. Iba a hacer historia. Entonces Chapec¨® despert¨® con la noticia del accidente de avi¨®n.
La tragedia no solo les afect¨® a ellos, sino a Brasil entero. Muchos aficionados al f¨²tbol desde la Amazonia a S?o Paulo, se hab¨ªan vuelto seguidores de este peque?o equipo que hab¨ªa sabido labrarse una carrera exitosa. En las ¨²ltimas semanas la venta de camisetas por todo el pa¨ªs se hab¨ªa disparado. En cierto modo, Brasil entero hab¨ªa adoptado a esta peque?a formaci¨®n de jugadores acostumbrados a perder, pero que supieron encontrar el camino de la victoria.
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