Una empresa renuncia a llevarse la mitad del empleo a M¨¦xico tras ser se?alada por Trump

Donald Trump prepara el anuncio de que la f¨¢brica de Carrier en Indiana, convertida en el s¨ªmbolo de la fuga industrial a M¨¦xico durante su campa?a electoral, se quedar¨¢ en Estados Unidos y que salvar¨¢ as¨ª la mitad de los puestos de trabajo, un millar. La noticia fue avanzada la noche de este martes por The New York Times y confirmada poco despu¨¦s por la propia compa?¨ªa, en lo que ser¨¢ un gesto potente en un sector sensible, el manufacturero.

Carrier, que produce aparatos de aire acondicionado, forma parte de esos subsectores industriales m¨¢s vulnerables a la competencia de pa¨ªses con mano de obra m¨¢s barata, y hab¨ªa planeado trasladar su producci¨®n para ahorrar costes. Y fue la historia que Trump no dej¨® de contar en sus m¨ªtines como ejemplo de los da?os que el acuerdo comercial con M¨¦xico y Canad¨¢ (Nafta, por sus siglas en ingl¨¦s) est¨¢ causando en los trabajadores estadounidenses.

El republicano neoyorquino, hoy presidente electo, logra as¨ª el primer gran gesto con los trabajadores de mono azul, una asociaci¨®n que se antojaba inesperada en un magnate de Manhattan, hijo de millonario. ¡°Nos complace haber logrado un acuerdo con el presidente electo y con el vicepresidente para mantener casi 1.000 empleos en Indy. M¨¢s detalles pronto¡±, confirm¨® la compa?¨ªa en su cuenta de la red social Twitter. No se saben los pormenores ni las contrapartidas del acuerdo.

Trump y el vicepresidente, Mike Pence, que es precisamente el gobernador de Indiana, visitar¨¢n este jueves la planta, ubicada en Indian¨¢polis, a la que el empresario neoyorquino, como candidato, amenaz¨® con penalizar con aranceles del 35% si se llevaba el trabajo a M¨¦xico. Hace unos d¨ªas, el presidente electo trat¨® de colgarse la medalla de que una planta de Ford en Kentucky no se marchar¨ªa a ese mismo pa¨ªs, pero en realidad esa factor¨ªa, que produce los Lincoln, nunca se hab¨ªa planteado marchar. Lo de Carrier, si no hay contratiempos, s¨ª es una victoria real, pol¨ªtica y medi¨¢tica.

La crisis de la industria explica en buena parte el declive de la clase media estadounidense, el trance de dejar de trabajar en una f¨¢brica de coches para pasar a servir en restaurantes de comida r¨¢pida con salarios mucho peores. Y la globalizaci¨®n ha puesto en jaque muchas plantas ante la competencia de pa¨ªses m¨¢s pobres y m¨¢s baratos. En los ¨²ltimos 15 a?os, m¨¢s de 60.000 f¨¢bricas han desaparecido y 4,8 millones de empleos industriales se han evaporado. Pero eso no lo dec¨ªa el republicano Trump en campa?a, lo recordaba machaconamente un izquierdista como Bernie Sanders. El miedo de la clase media ha dominado estas elecciones.