Bruselas insistir¨¢ en su est¨ªmulo fiscal, pese a la reticencia de Alemania
El presidente de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker, defiende en Madrid que hay ajustes que ¡°no se pueden hacer de hoy para ma?ana¡±
El reciente plan de est¨ªmulo fiscal de la Comisi¨®n Europea ¡°ha tenido una recepci¨®n desigual seg¨²n los pa¨ªses: en Alemania, Austria u Holanda se nos ha criticado mucho¡±, reconoci¨® el presidente, Jean-Claude Juncker, ¡°mientras que en otros pa¨ªses no se nos alaba bastante¡±, lament¨®. Pero esa tijera no le desanima, asegur¨®, porque hay cosas que ¡°no se pueden hacer de hoy para ma?ana¡±. Esa es su primera evaluaci¨®n sobre la recomendaci¨®n, lanzada por su equipo, de que los socios europeos a?adan en conjunto una expansi¨®n presupuestaria de en torno al 0,5% del PIB, unos 50.000 millones de euros, para calentar la locomotora.
El plan pretende que los pa¨ªses que disponen de espacio fiscal para invertir (los m¨¢s pr¨®speros y saneados), lo hagan y tiren del resto. Es el fin oficial de la austeridad, tanto de su fase dura (2009 a 2014) como de la suave, de neutralidad. Ahora, ¡°interpretamos las reglas¡± del Pacto de Estabilidad ¡°de forma diferente a como se hizo en el pasado¡±, asumi¨® Juncker: con mayor flexibilidad, ¡°lo que tambi¨¦n benefici¨® a Espa?a¡±.
Pero las reglas son necesarias ¡°al no haber un Gobierno ¨²nico, y deben ser aplicadas por todos los Gobiernos; no dir¨¦ que las cr¨ªticas de unos y otros son est¨²pidas, pero s¨ª que no son honestas¡±, por ejemplo cuando se alega que la Comisi¨®n ¡°impone¡± unas ¡°medidas¡± determinadas. ¡°Es un gran error, la Comisi¨®n influye, pero las decisiones las adoptan los ministros¡±, aleg¨®. Aunque, eso s¨ª, ¨¦l se confes¨® ¡°m¨¢s cercano a los sentimientos del sur que a los del norte¡±.
Su manera de suavizar el tr¨¢gala a los ortodoxos consiste en afirmar que su propuesta no es algo sustancialmente ¡°diferente, pero s¨ª algo nuevo¡±. Y que enlaza con las medidas reactivadoras del llamado Plan Juncker de inversiones, que ha suscitado ya proyectos por valor de 154.000 millones de euros y ha vencido las reticencias iniciales de Alemania y otros, ya apuntados al plan. Si algunos pa¨ªses no lo aprovechan bastante, como fue el caso de Espa?a, eso depende de cada uno.
En pol¨ªtica industrial, Juncker postul¨® reequilibrar algunos de los 140 tratados firmados. Puso el ejemplo del acero: ¡°La sobrecapacidad china duplica por s¨ª sola toda la producci¨®n europea¡±, y mientras ¡°Estados Unidos mantiene unos aranceles del 262% a las importaciones de acero en plancha de China, los europeos son del 20%¡±. ¡°Debemos demostrar a los europeos que Europa no es un invento para avanzar en cuestiones del capital y los bancos, que tenemos otras preocupaciones¡±, concluy¨®.
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