Mauricio Macri es un fen¨®meno pol¨ªtico a¨²n dif¨ªcil de clasificar. Es el primer hijo de la era de la antipol¨ªtica que no est¨¢ contra la globalizaci¨®n, el primer presidente que gan¨® las elecciones gracias a Facebook, conectando directamente con la gente, y por eso los analistas cl¨¢sicos no le entienden, explican los suyos. Es un liberal que llevar¨¢ a Argentina al desastre como en los 90, dicen sus rivales. Lo cierto es que Macri cumple un a?o en el poder con unos datos econ¨®micos p¨¦simos, en plena recesi¨®n, pero mantiene una valoraci¨®n alta -55% de apoyo- que desconcierta a sus rivales y es la envidia en Latinoam¨¦rica y Europa, donde los gobernantes se achicharran en el poder.

Argentina vive un fin de a?o extra?o. De momento no se ha producido el diciembre caliente que algunos esperaban, una tradici¨®n en este pa¨ªs que lleg¨® a su m¨¢xima expresi¨®n en 2001, cuando acab¨® con cinco presidentes en dos semanas y 38 muertos en las calles. Pero la mayor¨ªa de los analistas, incluso los m¨¢s ben¨¦volos con el Gobierno, est¨¢n muy inquietos por la situaci¨®n econ¨®mica. Macri arranc¨® muy bien su mandato ¨Cnormaliz¨® el tipo de cambio, cerr¨® la disputa con los fondos buitre, recuper¨® la estad¨ªsticas oficiales- pero ahora no puede lucir buenos datos. En su primer a?o ha aumentado el desempleo hasta el 8,5%, la inflaci¨®n est¨¢ peor -40% interanual, 2,4% el ¨²ltimo mes- la recesi¨®n se ha agravado -3,4% de ca¨ªda del PIB-, la producci¨®n industrial cae al 8% y la pobreza ha aumentado hasta el 32%, con 1,4 millones de pobres nuevos. Se ha endeudado en 40.000 millones de d¨®lares y no ha conseguido rebajar el d¨¦ficit. Sin embargo las expectativas econ¨®micas para 2017 son mucho mejores y el presidente y su equipo est¨¢n convencidos de que las cosas van bien. ?l mismo ha calificado su gesti¨®n con un 8, sorprendiendo a todos.

Ernesto Sanz, l¨ªder del Partido Radical y socio de Macri, con quien comparte las decisiones clave, cree que los an¨¢lisis cl¨¢sicos no valen para lo que est¨¢ pasando hoy en Argentina. ¡°No hay nada escrito sobre la transici¨®n entre un populismo tan fuerte como el que tuvimos y un esquema republicano como el de Macri, que ha recuperado el di¨¢logo y tiene que negociar todo en el Congreso. La sociedad argentina lo est¨¢ acompa?ando con un cierto desencanto ante los datos econ¨®micos, porque en este pa¨ªs siempre se apela a la magia y no hay soluciones m¨¢gicas. Pero el rumbo es el correcto y la mayor parte de la sociedad no est¨¢ dispuesta a volver atr¨¢s¡±, asegura. Esto es, la gran fortaleza de Macri, como explican muchos analistas, consiste en el hartazgo del kirchnerismo despu¨¦s de 13 intensos a?os en el poder.

Ese ¡°desencanto¡± del que habla Sanz tiene que ver con que Macri prometi¨® que la econom¨ªa remontar¨ªa en el segundo semestre de 2016. Y no ha sucedido. M¨¢s bien al contrario. En el Gobierno culpan a factores externos ¨CBrasil sobre todo- pero tambi¨¦n a los empresarios, el mundo del que viene el multimillonario Macri y con el que ahora est¨¢ enfrentado. ¡°Los empresarios argentinos no est¨¢n dispuestos a apostar, viven reclamando ayudas al Gobierno. Ahora dicen que esperan a que gane las elecciones de 2017. Siempre est¨¢n corriendo la cancha. Este gobierno les ha ofrecido toda la certidumbre que reclamaban¡±, se queja Sanz.

Marcos Pe?a, jefe de Gabinete y mano derecha de Macri, rebosa optimismo. Esta semana en un encuentro con la prensa internacional asegur¨® que el apoyo al Gobierno, seg¨²n sus encuestas, est¨¢ en el 60%, muy por encima del 51% que lo vot¨® hace un a?o. "El apoyo es mucho m¨¢s profundo que algo que tenga que ver solo con la cuesti¨®n econ¨®mica", explic¨®. "Ha sido un a?o duro pero hay una esperanza que se sustenta en la forrma de gobernar, de ejercer el poder, que era una de las promesas centrales. Fue uno de los a?os con menos conflictividad sindical y social de la historia pese a estar en recesi¨®n", analiza Pe?a.

La oposici¨®n, obviamente, es mucho m¨¢s dura. Macri ha tenido m¨¢s ¨¦xitos pol¨ªticos que econ¨®micos. Contra todo pron¨®stico, ha logrado pactar casi todas las leyes importantes y no ha tenido muchos problemas en el Congreso en sus primeros meses, aunque est¨¢ en minor¨ªa. Pero el peronismo ya se est¨¢ reorganizando para las elecciones de 2017 y la oposici¨®n empieza a unirse, por lo que el Gobierno acaba el a?o con derrotas parlamentarias importantes. ¡°Macri vive del hartazgo del r¨¦gimen kirchnerista. Cristina gener¨® eso. Mucha gente necesita tiempo para entender que se equivoc¨® votando a Macri¡±, dice Felipe Sol¨¢, que fue gobernador peronista de Buenos Aires y ahora uno de los diputados clave del grupo opositor que dirige Sergio Massa. ¡°En econom¨ªa no han metido una. Porque cometen el mismo error que los Kirchner: son dogm¨¢ticos. Empezaron regalando miles de millones de d¨®lares a las mineras y al campo con la bajada de impuestos. Les cay¨® el consumo, la actividad, la recaudaci¨®n, las exportaciones, aument¨® la pobreza. Nunca vi un primer a?o tan pobre¡±, sentencia Sol¨¢. A¨²n as¨ª, ¨¦l tambi¨¦n admite que el Gobierno ha dialogado como nunca hicieron los Kirchner, que todo se negocia en el Congreso. ¡°Los conflictos ahora se resuelven de forma estrictamente democr¨¢tica, las protestas son pac¨ªficas, y eso es una gran novedad en Argentina¡±, explica.

Argentina est¨¢ pues viviendo una especie de normalizaci¨®n en la que Macri ha perdido su aura inicial ¨Cha ca¨ªdo 20 puntos en valoraci¨®n desde el idilio tras la victoria- y parece instalarse una disputa Gobierno-oposici¨®n cl¨¢sica con discusiones menos dram¨¢ticas que anta?o que se dirimir¨¢n en las elecciones intermedias de 2017. ¡°Es una especie de primavera incierta, el Gobierno conserva mucho apoyo popular porque los ciudadanos conf¨ªan en que la econom¨ªa mejorar¨¢, se est¨¢ cambiando la cultura pol¨ªtica de presidentes fuertes, Macri tiene otro tipo de liderazgo, hay que ver si la sociedad argentina le sigue acompa?ando¡±, explica Eduardo Fidanza, director de Poliarqu¨ªa, una de las principales encuestadoras del pa¨ªs, que detecta una ¡°erosi¨®n lenta¡± de la imagen del Gobierno pero menor de la que corresponder¨ªa a los malos datos econ¨®micos.

¡°Lo llamativo es que hay un grupo de pol¨ªticos del oficialismo y de la oposici¨®n, como Macri, Vidal (gobernadora de Buenos Aires), Massa o Stolbizer (diputada de izquierdas) que est¨¢n muy por encima del 40%. Eso indica que, al contrario de lo que pasa en el resto de Am¨¦rica Latina, no hay un hartazgo hacia la clase pol¨ªtica¡±, asegura. Fidanza cree por tanto que Macri no puede confiarse, porque puede perder en 2017, pero lo que s¨ª parece seguro es que Argentina se aleja de ese 2001 y el ¡°que se vayan todos¡±. Lo que est¨¢ viviendo el mundo ahora, esa ruptura con la pol¨ªtica, Argentina ya lo vivi¨®, y ahora parece ir en el camino contrario, hacia una normalizaci¨®n de la alternancia. Como casi siempre, Argentina va a contracorriente.