El Gobierno de Venezuela cuestiona la mediaci¨®n del Vaticano
El Ejecutivo de Maduro protesta por una carta de monse?or Pietro Parolin en la que critica la falta de compromiso con los acuerdos alcanzados en el di¨¢logo con la oposici¨®n
El secreto mejor guardado de la ¨²ltima semana en Venezuela fue el contenido de la carta que monse?or Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, envi¨® al presidente Nicol¨¢s Maduro para criticar la falta de compromiso del gobierno en el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en el di¨¢logo con la oposici¨®n. Con la publicaci¨®n de la misiva -que exige, entre otros, el establecimiento de medidas para aliviar la cr¨ªtica falta de alimentos b¨¢sicos y medicinas, la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos y un calendario electoral que ponga fin a la crisis- lleg¨® la airada respuesta del chavismo. El jefe de la delegaci¨®n del gobierno, Jorge Rodr¨ªguez, ha protestado ¡°de manera en¨¦rgica¡± los t¨¦rminos de esa comunicaci¨®n ¡°porque se alejan de un acompa?amiento prudente, silencioso e imparcial, no inherente a los temas abordados entre las partes, que son requisito indispensable para la gesti¨®n que efect¨²a el Vaticano en Venezuela¡±.
El Gobierno protest¨® por la carta de Parolin, fuertemente criticado por toda la nomenklatura chavista a lo largo de la semana, con el latiguillo de la intromisi¨®n en los asuntos internos y la afrenta a la soberan¨ªa. ¡°Venezuela no es un protectorado del Vaticano¡±, escribi¨® Rodr¨ªguez. La carta es un nuevo hito en la tirante relaci¨®n que la Santa Sede ha mantenido con el r¨¦gimen de Caracas desde la llegada del comandante Hugo Ch¨¢vez al poder. La presencia del Vaticano, solicitada por la oposici¨®n, cuya jerarqu¨ªa en Venezuela siempre ha chocado con los modos del chavismo gobernante, es el precio que ha tenido que pagar el gobierno de Maduro para llevar a su contraparte a la mesa de di¨¢logo, un clamor continuo desde el inicio de las protestas encabezadas por el l¨ªder opositor Leopoldo L¨®pez a principios de 2014.
Poco ha tardado el Vaticano, apenas dos reuniones, en exigir avances en el di¨¢logo. Lo hace motivado por el agravamiento de la crisis y el sufrimiento de los sectores m¨¢s vulnerables y est¨¢ dispuesta a garantizar la gobernabilidad siempre que las conversaciones concluyan con una salida electoral consensuada. Ese prop¨®sito choca con el del chavismo, que entiende las conversaciones como una bocanada de aire para el gobierno de Maduro, cercado por una severa crisis econ¨®mica, cuando apenas transita por la mitad de su gesti¨®n.
Rodr¨ªguez respondi¨® punto por punto las exigencias del Vaticano. El gobierno ha querido descartar cualquier posibilidad de adelantar las elecciones, una propuesta que ha surgido en las reuniones bilaterales como una posibilidad. ¡°En Venezuela hay un cronograma electoral seg¨²n lo previsto en nuestra Constituci¨®n y nuestras leyes: elecciones de gobernadores a mediados de 2017, comicios de alcaldes a finales de ese mismo a?o y elecciones presidenciales en diciembre de 2018. Ese es el cronograma que nosotros asumimos en claro acatamiento de nuestra soberana Constituci¨®n¡±, afirm¨® Rodr¨ªguez.
La oposici¨®n ha tomado esta carta del Vaticano y su negativa a volver a la mesa de di¨¢logo hasta tanto el gobierno cumpla como una forma de recuperar el impulso que perdi¨® cuando decidi¨® aplacar las protestas en la calle y apostar a los acuerdos pol¨ªticos. Los facilitadores han pedido a las partes una tregua hasta el 13 de enero para que no terminen de patear la mesa con decisiones desde los poderes p¨²blicos que controlan. Est¨¢ por verse si en los calmados d¨ªas de diciembre el gobierno controla la incontinencia verbal de su dirigencia, ganada a la satanizaci¨®n de su contraparte, y si la oposici¨®n, que controla el Parlamento, reconoce al Tribunal Supremo de Justicia, que lo ha declarado en desacato, para intentar ver si finaliza el bloqueo pol¨ªtico y es posible la convivencia.
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