Un preso agoniza durante 13 minutos en su ejecuci¨®n en Alabama
Ante los problemas de acceso, las autoridades utilizaron un f¨¢rmaco que ya hab¨ªa causado convulsiones
Ronald Bert Smith Jr. experiment¨® el jueves en persona las crecientes dificultades en la aplicaci¨®n de la pena capital en Estados Unidos. Smith, de 45 a?os, tuvo una muerte dram¨¢tica por inyecci¨®n letal en Alabama, lo que exhibe de nuevo las dificultades en el acceso a f¨¢rmacos que garanticen una ejecuci¨®n digna. Antes de fallecer, el preso agoniz¨® durante 13 minutos, en los que sufri¨® arcadas y tuvo problemas de respiraci¨®n, seg¨²n el relato de testigos presentes.
El caso era pol¨¦mico de antemano porque la ejecuci¨®n se efectu¨® despu¨¦s de lo que permitiera, pocas horas antes, un dividido Tribunal Supremo que rechaz¨® los recursos de la defensa.
Smith fue condenado a muerte por el asesinato en 1994 de un empleado de un supermercado en el que ¨¦l hab¨ªa trabajado. El tirador ten¨ªa 23 a?os y era reservista del Ej¨¦rcito. Llev¨® al empleado, al que ya conoc¨ªa, al lavabo del establecimiento para descerrajarle tres tiros.
La noche del jueves, las autoridades de Alabama mataron legalmente a Smith con una combinaci¨®n de tres sustancias. Al administrarle la primera, empez¨® a jadear, a toser intensamente y a retorcer su mano izquierda, seg¨²n una informaci¨®n de un periodista del portal AL.com, que presenci¨® la ejecuci¨®n.
Un oficial supervis¨® dos veces si el reo manten¨ªa la consciencia antes de suministrarle las otras dos drogas que lo matar¨ªan. Todo el proceso dur¨® 34 minutos. El departamento penitenciario de Alabama anunci¨® que se sigui¨® el protocolo habitual y que se efectuar¨¢ una autopsia al fallecido, que determinar¨¢ si hubo irregularidades.
Un portavoz explic¨® al diario The Washington Post que una de las sustancias suministradas es midazolam, un sedante que supuestamente es la benzodiacepina de efecto m¨¢s r¨¢pido del mercado, pero que hasta hace poco no se utilizaba en ejecuciones porque hab¨ªa alternativas mejores y que ha provocado otras ejecuciones ag¨®nicas en el pasado.
En 2014, un preso en Oklahoma se convulsion¨® y murmur¨® media hora despu¨¦s de administrarle la inyecci¨®n letal con esa sustancia. Ese mismo a?o se registraron complicaciones similares en otros dos Estados. Al a?o siguiente, el Supremo aval¨® el uso del midazolam en Oklahoma.
Oposici¨®n farmac¨¦utica
Los 32 Estados que permiten la pena de muerte se han visto obligados en los ¨²ltimos a?os a recurrir a f¨¢rmacos en mercados alternativos o en el extranjero para cometer las ejecuciones ante los crecientes problemas de acceso. La oposici¨®n de las farmac¨¦uticas europeas al suministro de sustancias ha sido un factor clave.
El pasado mayo, Pfizer, el mayor fabricante estadounidense, anunci¨® la prohibici¨®n del uso de sus medicamentos para la pena capital, lo que cerr¨® a¨²n m¨¢s el mercado autorizado de acceso a f¨¢rmacos mortales.
Smith fue la vig¨¦sima persona, la segunda en Alabama, ejecutada este a?o en EE UU, que en los ¨²ltimos a?os experimenta un descenso en la aplicaci¨®n de la pena de muerte por problemas legales y log¨ªsticos.
Estados Unidos es el quinto pa¨ªs del mundo en n¨²mero de ejecuciones, por detr¨¢s de China, Ir¨¢n, Pakist¨¢n y Arabia Saud¨ª, seg¨²n datos de 2015 de Amnist¨ªa Internacional. La pena de muerte, reinstaurada en 1976, hace de este pa¨ªs una anomal¨ªa en el mundo desarrollado y democr¨¢tico. Tambi¨¦n es una anomal¨ªa el f¨¢cil acceso a armas de fuego privadas.
Al margen de las dificultades que sufri¨® Smith, la pena capital es pol¨¦mica en Alabama porque permite que sea un juez y no un jurado el que decrete una condena a ejecuci¨®n. En ese caso, la mayor¨ªa del jurado apost¨® por condenar a Smith a cadena perpetua, pero el magistrado opt¨® por la pena capital. A principios de a?o, el Supremo consider¨® ilegal que Florida antepusiera el criterio de un juez y desde entonces estudia si invalidar el sistema de Alabama.
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