La corrupci¨®n marca el paso de las elecciones en Rumania
Los sondeos a pie de urna dan la victoria al partido socialista, que cay¨® tras el incendio de un club de la capital, plagado de irregularidades
Un a?o despu¨¦s de que un mort¨ªfero incendio en una discoteca de Bucarest provocara una monumental crisis pol¨ªtica, que se sald¨® con la dimisi¨®n del primer ministro socialdem¨®crata Victor Ponta y su Gobierno y la llegada de un Ejecutivo de tecn¨®cratas, Rumania ha votado este domingo un nuevo Parlamento. Y pese a las protestas ciudadanas que siguieron a la tragedia del club Colectiv, ligada a numerosas irregularidades administrativas, y a los m¨²ltiples esc¨¢ndalos de corrupci¨®n los sondeos a pie de urna dan la victoria al Partido Socialdem¨®crata (PSD), con un 45% de los votos.
Al parecer, ni la implicaci¨®n de gran parte de sus pol¨ªticos y funcionarios en casos ligados a sobornos, comisiones o irregularidades, ni los lo ocurrido hace un a?o han pasado factura al PSD, seg¨²n las primeras encuestas a pie de urna hechas p¨²blicas tras el cierre de los colegios electorales, a las 21h. Estos sondeos dan a los socialdem¨®cratas una ventaja de 20 puntos respecto a sus rivales. Los resultados oficiales de los comicios, a los que se convocaba a 18 millones de habitantes, se conocer¨¢n, previsiblemente, este lunes.?
El PSD, que ha presentado?un programa electoral plagado de promesas de subida de los salarios m¨ªnimos, las pensiones y el gasto social, se habr¨ªa beneficiado de la escasa participaci¨®n: alrededor del 39%, seg¨²n los primeros datos. La formaci¨®n socialdem¨®crata ¨Ca la que fueron a parar tradicionalmente muchos de los antiguos funcionarios y personalidades de la ¨¦poca comunista tras el ajusticiamiento en 1989 del dictador Nicolae Ceaucescu-- tiene un gran m¨²sculo en las ciudades peque?as y en los pueblos. Es all¨ª donde concentra principalmente su granero de votos y un electorado fiel que, como apunta el analista Ovidiu Dumitriu, ya le dio la victoria en la mayor¨ªa de las circunscripciones en las elecciones locales de junio.
Mientras, los sondeos a pie de urna pronostican un gran fracaso de los conservadores del Partido Nacional Liberal (PNL), la formaci¨®n del presidente Klaus Iohannis, que apoya como primer ministro al jefe de Gobierno actual, el independiente Dacian Ciolos, antiguo comisario europeo de Agricultura, que encabez¨® el Ejecutivo de tecn¨®cratas derivado de la gran crisis pol¨ªtica de hace un a?o. Los sondeos a pie de urna dan solo un 20% de los votos al PNL, menos de los esperado. Tambi¨¦n aspira a apoyar a Ciolos Uni¨®n para Salvar Rumania (USR), una nueva formaci¨®n tambi¨¦n centrista, y con un discurso centrado en combatir la corrupci¨®n, que habr¨ªa obtenido el 8% de las papeletas
La tragedia del Colectiv no pasa factura
¡°El problema es que la corrupci¨®n est¨¢ tan institucionalizada que en grandes magnitudes, y cuando los medios hablan de ello, s¨ª escandaliza mucho; pero en los pueblos no pasa lo mismo, primero porque muchos est¨¢n involucrados y segundo porque quienes no lo est¨¢n creen que es algo inevitable¡±, dice por tel¨¦fono Alina Popa, estudiante de derecho de Bucarest, pero originaria del norte del pa¨ªs. Popa y su compa?era Elena Dragu apuntan que las manifestaciones provocadas por el incendio del club Colectiv de la capital fueron algo ins¨®lito. Y simb¨®lico.
Se sospech¨® desde el principio, pero una investigaci¨®n revel¨® d¨ªas despu¨¦s de la tragedia que la discoteca no ten¨ªa permiso para abrir y que no cumpl¨ªa con las normas de sanidad anti-incendios. El local, bastante conocido llevaba a?os en esa situaci¨®n y, seg¨²n los investigadores, la Administraci¨®n hab¨ªa hecho la vista gorda a cambio de sobornos y favores. En el Colectiv murieron una treintena de personas, pero en total, son m¨¢s de 60 los muertos, el resto fundamentalmente debido a las infecciones contra¨ªdas en los hospitales donde fueron ingresados. Otro esc¨¢ndalo ligado a la falta de medios, la escasez y, de nuevo, la corrupci¨®n.
Es, casi m¨¢s que la econom¨ªa, el principal problema en Rumania, que en enero cumplir¨¢ una d¨¦cada como miembro de la Uni¨®n Europea; tiempo en el que ha recibido m¨¢s de 26.000 millones de euros en fondos estructurales. Un ejemplo: el 15% de los 588 diputados elegidos en las ¨²ltimas elecciones (2012), est¨¢n bajo investigaci¨®n por corrupci¨®n o han sido ya condenados. De hecho, seg¨²n los datos de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n (DNA), m¨¢s de 3.000 ministros, senadores, diputados, alcaldes o altos funcionarios, han sido condenados a penas de c¨¢rcel por corrupci¨®n, desde 2010.
Y pese a esto, algunos han vuelto a gobernar y a ocupar sus puestos. Como en Deva, Turgu Mures, Ramnicu Valcea, Craiova, Brasov¡ donde los condenados por corrupci¨®n volvieron a ganar las elecciones. El Socialdem¨®crata ha sido el partido m¨¢s tocado por los esc¨¢ndalos ¨Cel ex primer ministro Ponta est¨¢ imputado, su l¨ªder, Liviu Dragea ha sido condenado a dos a?os por fraude electoral--, pero no el ¨²nico. En todos hay numerosos casos. Pese a esto, en la sede de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, dirigida por Laura Codruta-Kovesi, hay preocupaci¨®n sobre la vuelta al poder del PSD, que ha criticado duramente a la jurista y ha llegado a comparar su trabajo con el de la Securitate de Ceaucescu (la polic¨ªa secreta). Los expertos anticorrupci¨®n temen que con su mayor¨ªa parlamentaria, los socialdem¨®cratas legislen para bloquear sus investigaciones.
Es llamativo que en un pa¨ªs donde la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n es la instituci¨®n m¨¢s valorada por los ciudadanos, el PSD pueda ganar las elecciones. Sin embargo, en un pa¨ªs donde el 45% de la poblaci¨®n vive en las zonas rurales, seg¨²n datos del Banco Mundial, y donde el salario medio ronda los 420 euros al mes, pese a que la econom¨ªa est¨¢ creciendo al 5% anual, los ciudadanos desean creer en pol¨ªticos que, como los socialdem¨®cratas, prometen una subida de sueldos, la construcci¨®n de hospitales, escuelas, ayudas sociales; aunque muchas sean muy dif¨ªciles de cumplir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.