El deshielo entre Cuba y Estados Unidos cumple dos a?os bajo el mazo de Trump
La mejora de relaciones iniciada por Obama y Ra¨²l Castro pende de un hilo por la entrada del magnate a la Casa Blanca, amenazador con La Habana
Este s¨¢bado 17 de diciembre se cumplen dos a?os de la alocuci¨®n coordinada en la que Barack Obama desde Washington y Ra¨²l Castro desde La Habana dieron por concluida la Guerra Fr¨ªa entre la Cuba a¨²n socialista y los Estados Unidos.
Pero este segundo aniversario del deshielo no cuenta con el optimismo de los tiempos de aquel anuncio o siquiera del primer aniversario, porque el garante del pacto, Obama, ceder¨¢ su puesto el 20 de enero a Donald Trump, que ha prometido echar por tierra el legado del primer presidente negro, Cuba incluida.
¡°Liquidar¨¦ el acuerdo¡±, ha dicho Trump. Vagamente ha expresado que quiere renegociar el acuerdo con La Habana y exigir m¨¢s en derechos humanos, un flanco que a Obama le ha valido cr¨ªticas que lo acusan de blando, si bien el presidente lleg¨® a hacer un s¨®lido alegato en favor de la democracia en la propia capital cubana ante la plana mayor del r¨¦gimen en su vista de marzo.
Las remesas, liberadas por Obama, est¨¢n ayudando a sostener la econom¨ªa cubana
Trump es un nubarr¨®n que se cierne sobre el proceso justo cuando se abre m¨¢s espacio con el fallecimiento de Fidel Castro, a quien se le deb¨ªa un respeto ideol¨®gico que disuad¨ªa a la dirigencia cubana de aumentar la zancada reformista, de por s¨ª corta por el temor de la nomenclatura a perder el control de la transici¨®n.
El asesor de Obama para Cuba, Ben Rodhes, declar¨® esta semana que tumbar los avances ¡°da?ar¨ªa al pueblo cubano, a sus emprendedores y a las familias que dependen de las remesas¡±, pues Obama elimin¨® el l¨ªmite de env¨ªo de dinero, que supone ya 3.000 millones de d¨®lares anuales para la isla.
Con la normalizaci¨®n de relaciones el flujo de cubanos y de sus capitales entre Estados Unidos y la isla ha aumentado y supuesto un flotador econ¨®mico para Cuba en tiempos de nuevas penurias econ¨®micas. Venezuela se cae y La Habana no cuenta con la billetera caraque?a de anta?o, por lo que los restaurantes, hostales y dem¨¢s peque?os negocios que pone la gente con dinero de los emigrados est¨¢n ayudando a mantener la microeconom¨ªa.
Eso converge con un aumento s¨®lido del turismo, que deber¨ªa acelerarse a¨²n m¨¢s una vez reiniciados los vuelos directos de Estados Unidos a Cuba.
Siempre y cuando Trump no suelte el mazo.
Nadie sabe lo que har¨¢. Analizando su gabinete se llega a hip¨®tesis contradictorias. Puede pensarse que adoptar¨¢ la vieja l¨ªnea dura con Cuba porque en su equipo de transici¨®n ha incluido al cubanoamericano Mauricio Claver, un lobbista a favor de sostener el embargo. Pero tambi¨¦n cabe pensar que vea en Cuba una buena posibilidad de negocios. Trump es ante todo un empresario y ha nombrado como Secretario de Estado, jefe de la diplomacia, a Rex Tillerson, presidente de la petrolera ExxonMobile, con reputaci¨®n de pragm¨¢tico.
Cuba pasa por un instante muy delicado por el estancamiento econ¨®mico, la emigraci¨®n de j¨®venes y el enevejecimiento demogr¨¢fico
Los sondeos indican que la opini¨®n p¨²blica americana favorece el deshielo, con tres cuartos de los consultados a favor, seg¨²n encuesta de Pew Research.
Los intereses empresariales americanos son otro elemento clave. Cadenas hoteleras, fabricantes de maquinaria de construcci¨®n, compa?¨ªas de cruceros, aerol¨ªneas y otros sectores tienen negocios en marcha o en proyecto con Cuba y har¨¢n o¨ªr su voz en Washington para que contin¨²e la normalizaci¨®n. Esta semana el presidente de Google, Eric Schmidt, firm¨® en La Habana un acuerdo para mejorar los servicios de su compa?¨ªa en la isla, y se espera que en breve trascienda alg¨²n trato de General Electric con el Gobierno cubano.
El presidente Castro, impulsor de las reformas hacia una econom¨ªa m¨¢s abierta bajo partido ¨²nico, y su equipo se mantienen a la espera de que Trump tome el mando. Mientras tanto, digieren la muerte del l¨ªder hist¨®rico dando muestras inequ¨ªvocas de que en su horizonte no est¨¢ abrir la mano a la oposici¨®n pol¨ªtica, con detenciones cortas de figuras de la disidencia y otra m¨¢s severa, la de Danilo Maldonado, arrestado y encarcelado por dibujar tras el fallecimiento de Fidel un grafiti en una pared del hotel Habana Libre con la leyenda ¡°Se fue¡±.
Con el relevo de tim¨®n anunciado para 2018, el vicepresidente Miguel D¨ªaz-Canel como favorito para suceder a Ra¨²l Castro, el ejecutivo se encuentra en un instante muy delicado por el estancamiento econ¨®mico, la incesante emigraci¨®n de j¨®venes, que crece por miles cada a?o, y el envejecimiento demogr¨¢fico.
Cuba ve marchar con melancol¨ªa los tiempos de avenencia de Obama y aguarda con real ansiedad a conocer los designios de la Administraci¨®n Trump.
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