El hotel Bauen, s¨ªmbolo de las empresas recuperadas, resiste a Mauricio Macri

Centenares de empresas argentinas quebraron en la severa crisis de 2001-2002 pero se salvaron del cierre gracias a los trabajadores, que reabrieron las puertas y volvieron a encender las luces organizados sin patr¨®n. En una de las grandes arterias de Buenos Aires se encuentra una de ellas, el hotel Bauen, un edificio de 20 pisos y m¨¢s de 200 habitaciones que autogestionan 130 personas. A 15 a?os de la crisis y convertido en uno de los s¨ªmbolos de las empresas recuperadas, el hotel celebr¨® hace un mes un triunfo en el Congreso. Los legisladores declararon al Bauen de utilidad p¨²blica y sujeto a expropiaci¨®n. Sus instalaciones se ced¨ªan en comodato por 20 a?os a la cooperativa de trabajadores y conclu¨ªa un largo litigio judicial iniciado por el antiguo due?o, Marcelo Iurcovich. Pero el presidente argentino, Mauricio Macri, vet¨® la ley a principios de esta semana al sostener que la expropiaci¨®n "resultar¨ªa sumamente gravosa para el Estado" y "favorece exclusivamente a un grupo particularizado y sin traducirse en un beneficio para la comunidad en general".

El golpe no se siente en el brindis organizado frente al Bauen para cerrar el a?o, en el que participa una multitud de amigos, vecinos, integrantes de otras empresas recuperadas, sindicalistas, activistas de derechos humanos y dirigentes pol¨ªticos. Hay m¨²sica, c¨¢nticos de apoyo y los trabajadores festejan que consiguieron que se aprobase la expropiaci¨®n a pesar de que todo el mundo les dec¨ªa que era una locura. Ahora persiguen una todav¨ªa mayor: volver¨¢n al Congreso el 1 de marzo para pelear por una nueva ley. Si consiguen el voto positivo de de dos tercios de los legisladores de ambas c¨¢maras el veto quedar¨¢ sin efecto, pero saben que el oficialismo controla m¨¢s de un tercio de Diputados.

"No solo nosotros, sino todas las empresas recuperadas nos hemos forjado en la adversidad, por eso lejos de retroceder redoblamos la apuesta, por eso tenemos optimismo en que vamos a volver a conseguir la expropiaci¨®n", dice a EL PA?S Federico Tonarelli, vicepresidente de la cooperativa del Bauen, en un par¨¦ntesis entre los constantes abrazos, saludos y mensajes de ¨¢nimo que le dedican los presentes.

El brindis celebra tambi¨¦n el fin de un a?o dif¨ªcil. La actividad hotelera cay¨® un 20% y el tarifazo en los servicios b¨¢sicos dispar¨® las facturas. Tonarelli canta las cifras: "Pasamos de pagar 24.000 pesos (1.528 d¨®lares) de luz a 100.000 (6.400 d¨®lares), de 65.000 pesos (4.100 d¨®lares) de agua a 220.000 (14.000 d¨®lares), de 11.000 (700 d¨®lares) a 50.000 (3.200 d¨®lares) de gas".

El Bauen fue construido por Iurcovich con un cr¨¦dito del Banco Nacional de Desarrollo en 1978, en plena dictadura. Afectado por la competencia de las grandes cadenas hoteleras, su due?o lo vendi¨® en 1997 al grupo chileno Solari por 12 millones, pero la firma hab¨ªa desembolsado solo un tercio cuando anunci¨® el cierre, el 28 de diciembre de 2001. Los 70 trabajadores quedaron en un limbo, sin nadie a quien reclamar, y decidieron ocupar el hotel y gestionarlo como cooperativa a partir de 2003. Entonces, Iurcovich los denunci¨® por usurpaci¨®n y comenz¨® un largo via crucis legal que busca desalojar a los trabajadores del Bauen.

"El hotel es nuestro", declar¨® Hugo Iurcovich, hijo del fundador, al diario El Cronista. "El empresario a quien cedimos la operaci¨®n en 1997 no nos termin¨® de pagar, y por eso queremos recuperarlo para remodelarlo y gestionarlo, con una inversi¨®n de siete millones de d¨®lares. Sostiene que "la expropiaci¨®n no tiene sentido, porque el Estado deber¨ªa pagar por algo que queremos hacer los due?os. Hicimos una oferta, que sigue en pie, para que los 130 trabajadores contin¨²en como empleados de nuestra empresa. Les pagar¨ªamos un subsidio mientras duran las obras de remodelaci¨®n, y luego los tomar¨ªamos o les dar¨ªamos una compensaci¨®n", apunt¨®.

Los trabajadores rechazan la oferta y conf¨ªan en que la movilizaci¨®n social impedir¨¢ el desalojo. "Hoy hay compa?eros de muchas empresas recuperadas. Saben que golpear al hotel es golpear a todo el movimiento", afirma Tonarelli con una camiseta en la que puede leerse el estribillo de Donde las ¨¢guilas se atreven, de Attaque 77: "Podr¨¢n pasar mil a?os, ver¨¢s muchos caer, pero si nos juntamos, no nos van a detener". "Le¨ªmos en Clar¨ªn que el Gobierno se hab¨ªa reunido en Navidad para decidir el veto al Bauen, si en esa fecha el Gobierno se preocupa por nosotros es porque hemos construido algo realmente importante", remarca el vicepresidente.

Macri hab¨ªa vetado ya como alcalde de Buenos Aires (2007-2015) leyes que beneficiaban a empresas recuperadas. Los trabajadores del Bauen lo saben, pero no bajan los brazos. Es fin de a?o, resisten y festejan.