?Vecinos o esp¨ªas? La secreta mansi¨®n de recreo de los diplom¨¢ticos rusos
Una lujosa residencia es una de las propiedades cerradas por Obama por el ciberespionaje ruso
Aunque se ignore el gran cartel que advierte de que se trata de una propiedad privada de acceso restringido, no se puede avanzar mucho m¨¢s por la estrecha carretera rural. A m¨¢s de un kil¨®metro de la entrada al terreno que el Gobierno ruso manten¨ªa hasta esta semana como espacio de recreo para sus diplom¨¢ticos en una tur¨ªstica zona de la costa este estadounidense, a hora y media de Washington, un agente vestido de civil corta el paso. Amable pero firme, expulsa a cualquier periodista o curioso que intente echar un vistazo a lo que durante d¨¦cadas los vecinos tuvieron por una mera residencia de descanso, pero que seg¨²n el Gobierno de Barack Obama, era usado para ¡°actividades relacionadas con la inteligencia¡±.
Desde el mediod¨ªa del viernes, el recinto permanece cerrado por orden de Obama, como parte de las medidas de represalia por los ciberataques registrados durante la campa?a electoral que la Casa Blanca afirma fueron orquestados por Mosc¨², y que tambi¨¦n han provocado la expulsi¨®n ¡°inmediata¡± de 35 diplom¨¢ticos rusos. Un poco antes del plazo l¨ªmite fijado para el cierre del complejo, una caravana de veh¨ªculos con matr¨ªcula diplom¨¢tica abandonaba los terrenos rodeados por agentes del FBI y del Departamento de Estado, el responsable de ejecutar la orden de clausura de la mansi¨®n de Maryland decretada por el presidente saliente. Una situaci¨®n similar se viv¨ªa en Long Island, sede de la otra ¡°dacha¡± o casa de descanso rusa, esta destinada a los diplom¨¢ticos rusos de la ONU, cerrada por el mismo motivo.
George Sigler no se acaba de creer las acusaciones de espionaje lanzadas por la Casa Blanca.
¡°Me qued¨¦ at¨®nito¡±, asegura Sigler, que preside el concejo municipal de Centreville, la localidad m¨¢s pr¨®xima a la mansi¨®n que el Gobierno ruso adquiri¨® en 1972 para que sus diplom¨¢ticos en Washington pudieran relajarse en un fabuloso terreno vallado de 45 acres con varias pistas de tenis, piscina, un campo de f¨²tbol y un muelle privado. Aunque los rusos siempre lo llamaron ¡°dacha¡±, m¨¢s que una casa de descanso como las que muchos rusos tienen en las afueras de sus ciudades para pasar los fines de semana o las vacaciones, lo de Maryland es una se?orial mansi¨®n de estilo georgiano construida en la d¨¦cada de 1920 por John J. Raskob, un alto ejecutivo de DuPont y General Motors, que fue adem¨¢s el constructor del ic¨®nico Empire State Building de Nueva York.
¡°Lo primero que pens¨¦ es, ?cu¨¢l es la prueba? Nadie ha visto ninguna prueba hasta ahora, y creo que lo que tanto (el presidente ruso, Vlad¨ªmir) Putin como el presidente electo Donald Trump han dicho es: mostradnos las pruebas¡±.
Este exmarine, que vivi¨® de primera mano la Guerra Fr¨ªa ¡ªestuvo destinado en Mosc¨² a comienzos de la d¨¦cada de los a?os 70¡ª asegura que los rusos que todos estos a?os han pasado por la ¡°dacha¡± de Maryland son unos ¡°vecinos fant¨¢sticos¡± que manten¨ªan una relaci¨®n cordial con la comunidad.
¡°Si no supi¨¦ramos que est¨¢n all¨ª, ni nos enterar¨ªamos¡±. La polic¨ªa, asegura, jam¨¢s ha registrado un solo problema con ellos, pese a que son ya m¨¢s de cuatro d¨¦cadas desde que se asentaron en la zona. ¡°Vienen aqu¨ª a relajarse, compran en nuestros comercios locales, tambi¨¦n vienen a cenar a nuestros restaurantes, la mayor¨ªa habla un ingl¨¦s fluido¡±.
Rick Coulby, que regenta Creamery, uno de los cuatro restaurantes de esta localidad de poco m¨¢s de 4.000 habitantes, corrobora la impresi¨®n de Sigler sobre esos vecinos algo misteriosos pero siempre ¡°amables¡±.
¡°El tiempo dir¨¢, pero nadie dijo nunca nada de que estuviera sucediendo algo raro all¨ª¡±, asegura. Ni siquiera cuando aumentaron las acusaciones de Washington contra Mosc¨² por los ciberataques. ¡°Todo el mundo asum¨ªa que era un centro de recreo, ellos ven¨ªan con sus familias, nosotros hemos tenido aqu¨ª a algunos diplom¨¢ticos y siempre fueron muy agradables¡±. Eso s¨ª, dice, manten¨ªan las distancias. ¡°Eran muy reservados¡±. Coulby recuerda que hace unos a?os hubo un fuego en el recinto y que se impidi¨® la entrada al cami¨®n de bomberos que acudi¨® a la emergencia. ¡°Pero nunca ha habido nadie que dijera ojo, cuidado con esa gente; nunca destacaban, llevaban tantos a?os ya aqu¨ª que nadie hablaba ya de ellos, no hab¨ªa sospecha alguna¡±.
Coulby, como la mayor¨ªa de los vecinos de Centreville, no ha puesto jam¨¢s un pie en el recinto, cuyas instalaciones solo conocieron cuando los medios mostraron im¨¢genes de ellas en los ¨²ltimos d¨ªas. Sigler s¨ª ha estado en la famosa ¡°dacha¡±. Fue hace a?o y medio, cuando fue invitado, junto a un antiguo embajador estadounidense en Mosc¨² cuyo nombre no revela, a una barbacoa tras la regata que cada a?o celebran los rusos junto con el club de vela de Annapolis, seg¨²n relata.
¡°Bebimos demasiado vodka, comimos demasiada comida¡ le dije al embajador (Sergei Kislyak) que no encontr¨¢bamos un vodka as¨ª aqu¨ª y al d¨ªa siguiente hizo que su ayudante me trajera una botella¡±.
No sabe si lo volver¨¢n a invitar, pero s¨ª est¨¢ convencido de que los rusos regresar¨¢n pronto a esta tur¨ªstica esquina de la bah¨ªa de Chesapeake.
¡°Esto es mucho ruido y pocas nueces. Con Trump, creo que las relaciones con Rusia van a mejorar e imagino que (los diplom¨¢ticos) volver¨¢n en alg¨²n momento despu¨¦s de la inauguraci¨®n¡± del nuevo presidente, el 20 de enero.
Hackers rusos entraron en una compa?¨ªa el¨¦ctrica estadounidense
Pese a las denuncias de Washington y las sanciones contra diplom¨¢ticos rusos, los ciberataques contra intereses estadounidenses presuntamente instigados por Mosc¨² no paran. La ¨²ltima v¨ªctima ha sido la compa?¨ªa el¨¦ctrica p¨²blica de Vermont, Burlington Electric. Seg¨²n confirm¨® la compa?¨ªa, el pasado jueves, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en ingl¨¦s) les alert¨® de "un c¨®digo de software malicioso usado en Grizzly Steppe, el nombre que el DHS ha dado a la campa?a de pirateos recientes rusos". El malware fue detectado en un ordenador port¨¢til de la empresa "que no estaba conectado con la red" de la compa?¨ªa y las autoridades federales fueron informadas, seg¨²n dijo en un comunicado. The Washington Post, que fue el primero en informar del incidente inform¨¢tico, afirma que aunque los piratas no lograran entrar, este intento demuestra la "vulnerabilidad" de la red el¨¦ctrica nacional.
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