La llegada de Trump agita la transici¨®n de poder en China
La pol¨ªtica de EE UU hacia Asia abre una inc¨®gnita para un Pek¨ªn que afronta un a?o clave
2017 va a ser un a?o decisivo para el liderazgo en China. En la segunda mitad se celebrar¨¢ el 19 Congreso del Partido Comunista, la cita m¨¢s importante para los dirigentes cada cinco a?os. En ella se renovar¨¢n los principales organismos de mando, y los principales grupos de poder intentan desde ya colocar a los suyos en los mejores puestos. Desde hace meses las decisiones, sean sobre el embellecimiento de las calles de la capital o nombramientos en los gobiernos provinciales, se estaban tomando ya con un ojo en esa reuni¨®n. Todo deb¨ªa estar bajo control. Imprevistos, los m¨ªnimos. Pero sucedi¨® Donald Trump.
El presidente chino, Xi Jinping, acumula m¨¢s poder que ninguno de sus predecesores m¨¢s recientes. De la ¨²ltima gran reuni¨®n del Partido antes del Congreso, este noviembre, emergi¨® con el t¨ªtulo de ¡°n¨²cleo¡±, a la par con los grandes l¨ªderes hist¨®ricos del r¨¦gimen. Si durante el c¨®nclave de 2017 logra nombrar a sus fieles en cargos clave, su mando se ver¨¢ a¨²n m¨¢s fortalecido para los pr¨®ximos cinco a?os. Pero cada una de las principales vacantes en juego ¡ªcinco de siete puestos en el Comit¨¦ Permanente, el principal ¨®rgano de poder¡ª ser¨¢ producto de una encarnizada negociaci¨®n entre las distintas facciones del partido.
Una negociaci¨®n que necesita estabilidad en China. A lo largo de 2017 no se espera ninguna nueva gran iniciativa econ¨®mica o pol¨ªtica que pudiera crear divisi¨®n de opiniones dentro del r¨¦gimen. Para este a?o el Gobierno ha puesto el ¨¦nfasis en un crecimiento econ¨®mico estable, en torno al 6,5%, y el mantenimiento del empleo, imprescindible para mantener la paz social
Tambi¨¦n toma ya medidas para aumentar a¨²n m¨¢s durante el a?o el control sobre la sociedad civil y evitar posibles disturbios. El 1 de enero entra en vigor la nueva ley sobre las ONG extranjeras, que les obliga a registrarse en el Departamento de Seguridad P¨²blica. Se han introducido duras medidas para controlar las redes sociales. En las ¨²ltimas semanas, Xi ha reclamado que las Universidades se conviertan en ¡°fortalezas¡± del Partido.
Pero como suele ocurrir cuando se tienden l¨ªneas Maginot para evitar ataques previsibles, el desaf¨ªo ha llegado por donde no se esperaba: Estados Unidos. ¡°El reto de Trump ser¨¢ la gran inc¨®gnita de este a?o¡±, opina Willy Lam, de la Universidad China de Hong Kong.
Tras la sorpresa inicial, China hab¨ªa acogido con cierto optimismo el triunfo del candidato republicano, al creer que ser¨ªa m¨¢s pragm¨¢tico a la hora de negociar. Pero los primeros gestos del presidente electo hacia Pek¨ªn han generado, cuando menos, confusi¨®n.
Por un lado, ha nombrado embajador en Pek¨ªn al exgobernador de Iowa Terry Brandstad, que mantiene desde hace a?os una relaci¨®n personal con Xi Jinping. Por otro, durante la campa?a electoral amenaz¨® con imponer aranceles del 45% a los productos chinos y ha nombrado al frente del nuevo Consejo Nacional de Comercio a Peter Navarro, un acad¨¦mico autor de libros con t¨ªtulos como ¡°Las Guerras Chinas: D¨®nde Se Luchar¨¢n, C¨®mo Se Pueden Ganar¡±.
Trump tambi¨¦n ha tuiteado contra la ¡°fortaleza¡± que Pek¨ªn construye en islas artificiales en aguas en disputa del mar del Sur de China. En las ¨²ltimas semanas ha hablado con la presidenta taiwanesa Tsai Ying-wen y ha amenazado con romper la ¡°pol¨ªtica de Una Sola China¡±, la cuidadosa estructura diplom¨¢tica que rige c¨®mo EE UU se relaciona con China y con Taiw¨¢n. Es una idea impensable para Pek¨ªn, que considera a la isla parte de su territorio. Inmediatamente, su Oficina para Taiw¨¢n advirti¨® que se encontraban en peligro ¡°la paz y la estabilidad¡±.
¡°La reacci¨®n china ha sido de cautela; parece que van a darle un periodo de gracia hasta el 20 de enero (la fecha de la investidura presidencial en EE UU). Pero est¨¢n preocupados¡±, apunta Jean-Pierre Cabestan, de la Universidad Baptista de Hong Kong.
Las preocupaciones del r¨¦gimen
Aunque el partido mantiene claramente las riendas de China, hay ¨¢reas de preocupaci¨®n para el r¨¦gimen. En marzo se celebrar¨¢n elecciones para nombrar al nuevo jefe de gobierno aut¨®nomo en Hong Kong, la antigua colonia brit¨¢nica donde las corrientes independentistas han cobrado auge y se hicieron con seis esca?os en los comicios legislativos de septiembre.
La desconfianza sobre la econom¨ªa ha precipitado una importante salida de capitales. El mercado inmobiliario est¨¢ sobrecalentado. Ni la Uni¨®n Europea, ni EE UU ni Jap¨®n han concedido a la china el estatus de econom¨ªa de mercado, y las reformas econ¨®micas prometidas a¨²n est¨¢n en veremos. ¡°La econom¨ªa china se encuentra en un momento peligroso¡±, opina el profesor Hu Hingdou, del Instituto de Tecnolog¨ªa de Pek¨ªn. ¡°Si no reformamos nuestras empresas estatales y mejoramos nuestra industria, China puede llegar a un punto muerto¡±.
Pocos d¨ªas despu¨¦s de las declaraciones de Trump, el diplom¨¢tico chino de mayor rango, el consejero de Estado Yang Jiechi, se reuni¨® con el futuro consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el general Michael Flynn, en Nueva York. El objetivo era esclarecer cu¨¢l ser¨¢ exactamente la posici¨®n hacia China de la nueva Casa Blanca.
¡°Xi tiene un dilema. Por un lado, tiene que responder duramente al desaf¨ªo de Trump (es posible incluso una repetici¨®n de las pruebas de misiles de 1996 y de 2000 frente a las costas taiwanesas). Por otro, sabe que el Ej¨¦rcito chino no es rival para el estadounidense. As¨ª que Xi debe evitar una confrontaci¨®n frontal con las fuerzas estadounidenses¡ No est¨¢ dispuesto a usar la fuerza contra Taiw¨¢n¡±, apunta Lam.
China ha comenzado a dar se?ales de advertencia, como la captura de un dron submarino estadounidense en el mar del sur de China, antes de devolverlo.
Un error en el manejo de posibles enfrentamientos con Trump, o en el terreno dom¨¦stico ¡ªen ¨¢reas como la gesti¨®n de la econom¨ªa¡ª es algo que Xi no se puede permitir. ¡°El presidente es ahora el ¡®n¨²cleo¡¯. Si gestiona los problemas correctamente no pasar¨¢ nada. Pero si no lo logra, la responsabilidad ser¨¢ suya. Y eso puede tener un impacto durante su mandato¡±, opina el historiador Zhang Lifan. ¡°2017 puede ser un a?o duro para Xi¡±.
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