Un mot¨ªn en una c¨¢rcel de Brasil deja m¨¢s de 50 muertos
Un enfrentamiento entre facciones rivales en el norte del pa¨ªs provoca una masacre con presos decapitados y decenas de cuerpos descuartizados
Un mot¨ªn en el Complejo Penitenciario An¨ªsio Jobim (Compaj), en Manaos, al norte de Brasil, ha dejado decenas de muertos y heridos. El juez Lu¨ªs Carlos Valois, que acudi¨® al lugar de los hechos para negociar el fin de la rebeli¨®n, dijo que vio muchos cuerpos y que "aparentemente murieron entre 50 y 60 presos", pero que era dif¨ªcil precisar la cifra "puesto que muchos estaban descuartizados". Las autoridades a¨²n no han divulgado la cifra oficial, pero el secretario de Seguridad P¨²blica del Estado, S¨¦rgio Fontes, apunt¨® que "60 como m¨¢ximo".
En las redes sociales circularon varios fotos y videos en los que aparec¨ªan cuerpos amontonados y descuartizados dentro del Compaj. En una de los fotos se ve¨ªa una mano que sujetaba un coraz¨®n al lado de una cabeza decapitada de uno de los presos, demostrando que eran ¨®rganos de la misma persona.
La rebeli¨®n empez¨® la tarde del domingo, y la situaci¨®n no se pudo controlar hasta la ma?ana de este lunes. La noche del d¨ªa 1, Fontes dijo que se trataba de una ¡°masacre¡± provocada por la lucha entre las organizaciones Primeiro Comando da Capital, de S?o Paulo, y la Fam¨ªlia do Norte, de Amazonas. El domingo, seis reclusos fueron decapitados y sus cuerpos fueron lanzados hacia fuera. Al menos 12 guardias fueron tomados como rehenes, pero lograron salir ilesos en las negociaciones con autoridades.
La regi¨®n Norte de Brasil es fundamental para el tr¨¢fico de drogas internacional: las principales rutas de venta pasan por all¨ª. Amazonas hace frontera con grandes pa¨ªses productores de coca¨ªna, como Peru, Colombia y Venezuela. Por eso, el control de las c¨¢rceles locales establece el poder sobre esa actividad. El presidio de Manaos tiene 1072 presos, el penal m¨¢s grande de Amazonas, es dominado por la facci¨®n Familia do Norte.
La gran mayor¨ªa de los muertos en el mot¨ªn del Compaj este a?o eran del PCC. Desde octubre del a?o pasado, la ruptura entre esa facci¨®n y el Comando Vermelho (Comando Rojo), grupo criminal fundado en R¨ªo de Janeiro y aliado a la Fam¨ªlia do Norte, aument¨® la tensi¨®n en las c¨¢rceles de las regiones norte y nordeste del pa¨ªs. La organizaci¨®n de Amazonas, de hecho, fue la causante de esta ruptura: tres l¨ªderes del PCC fueron brutalmente degollados entre junio y julio de 2015 dentro de presidios de Manaos a las ¨®rdenes de los l¨ªderes de la FDN.
En octubre de a?o pasado, el PCC hizo un contraataque matando 18 presos del Comando Vermelho en otras c¨¢rceles del Norte (en los Estados de Roraima y Acre). La masacre de Manaos fue una nueva respuesta a esa guerra de poder.
En los ¨²ltimos a?os, el PCC ampli¨® su presencia en algunas de las m¨¢s importantes rutas de tr¨¢fico internacional de drogas y armas. La facci¨®n es responsable por los principales cargamentos de coca¨ªnas que vienen de Colombia y Bolivia, y de mariguana que viene de Paraguay. El Comando Vermelho, por su vez, hab¨ªa perdido importancia en estas rutas despu¨¦s que el criminal Fernandinho Beira-Mar fue preso en Colombia en 2001. En aquella ¨¦poca, negociaba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia la compra de coca¨ªna.
Esta es la segunda rebeli¨®n m¨¢s letal de la historia del sistema penitenciario brasile?o. En 1992, en la c¨¢rcel llamada Carandiru, en S?o Paulo, murieron 111 presos.
El secretario de Seguridad de Amazonas explico que, antes del mot¨ªn se produjo una fuga en otra c¨¢rcel, el Instituto Penal Ant?nio Trindade (Ipat), tambi¨¦n en Manaos, lo que habr¨ªa sido una cortina de humo para la rebeli¨®n. Uno de los presos que huy¨® del Ipat lleg¨® a publicar en Facebook una foto de su huida con la leyenda "Fug¨¢ndome de la c¨¢rcel".
El Compaj, donde se produjo la rebeli¨®n, es un presidio dominado por la Fam¨ªlia do Norte. All¨ª, los reclusos del PCC son minor¨ªa y se encuentran encerrados en dos pabellones y en un ¨¢rea conocida como "el seguro", donde permanecen separados del resto de la poblaci¨®n carcelaria. Documentos obtenidos por EL PA?S se?alan que uno de los l¨ªderes del grupo, Jos¨¦ Roberto Fernandes Barbosa, conocido dentro del sistema carcelario como ¡®Messi¡¯, lleg¨® a negociar con las autoridades para acabar con el ¨¢rea reservada a los presos del PCC. Seg¨²n la Polic¨ªa Federal, en medio de una ola de violencia en la capital en 2015, Barbosa fue citado en el Compaj para reunirse con el por entonces secretario de Administraci¨®n Penitenciaria del Estado, el coronel retirado Louisimar Bonates. Durante ese encuentro, pidi¨® acabar con el ¨¢rea destinada a los presos paulistas a cambio de la pacificaci¨®n de las calles y presidios. El acuerdo no lleg¨® a concretarse.
El fin de la alianza entre PCC y Comando Vermelho ya ha dejado un reguero de sangre en las c¨¢rceles. En octubre, en la penitenciaria agr¨ªcola de Monte Cristo, en Boa Vista, capital del Estado de Roraima, vecino a Amazonas, al menos 10 presos del CV perdieron la vida cuando varios reclusos vinculados al PCC rompieron los candados que separan las alas e invadieron el sector de la banda de R¨ªo de Janeiro. Seg¨²n el Sindicato de los Agentes Penitenciarios de Roraima, al menos seis presos fueron decapitados y quemados, lo que dificult¨® la identificaci¨®n de los cuerpos. Este conflicto se produjo durante el horario de visitas, el obviamente m¨¢s importante y te¨®ricamente protegido en el c¨®digo no escrito de los reclusos. Horas m¨¢s tarde, en una prisi¨®n de Porto Velho (en Acre, otro Estado del norte del pa¨ªs), un mot¨ªn parecido se sald¨® con ocho presos muertos.
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