¡®Tuits¡¯ frente a misiles, de momento

Al parecer, Corea del Norte estar¨¢ pronto preparada para lanzar un misil intercontinental con carga nuclear sobre territorio de Estados Unidos. Lo ha anunciado su l¨ªder, Kim Jong-il, pero se lo tem¨ªan los analistas estadounidenses desde hace ya tiempo.

El r¨¦gimen norcoreano lleva trabajando en este proyecto desde hace m¨¢s de 30 a?os, bajo la direcci¨®n de cada uno de sus tres l¨ªderes, el fundador Kim Il-sung, su hijo Kim-Jong-il y el nieto y actual mandatario Kim Jon-un, y en esa tarea concentra pr¨¢cticamente todos sus recursos y su acci¨®n pol¨ªtica exterior.

Su forma de comunicarse con el mundo son las pruebas nucleares y sobre todo los anuncios y amenazas. Sus relaciones exteriores se reducen a utilizar su programa nuclear para negociar contrapartidas, especialmente para paliar la indigencia de su econom¨ªa.

La fiabilidad del r¨¦gimen es nula. Firm¨® el Tratado de No Proliferaci¨®n en 1985 al igual que se retir¨® en 2003. Los inspectores de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica conocen bien la capacidad norcoreana de tergiversaci¨®n y ocultamiento.

A las habilidades propias, los Kim han a?adido las lecciones aprendidas de la experiencia ajena. De Sadam Husein, que se juega la cabeza quien llega tarde a esta carrera por obtener un arma nuclear efectiva, es decir, que sirva para amenazar a la primera superpotencia. De Gadafi, que la pierde quien entrega el arsenal sin suficientes garant¨ªas. De Ir¨¢n, que un buen programa nuclear puede servir para regresar a la comunidad internacional.

La carrera nuclear es un instrumento de supervivencia, y m¨¢s todav¨ªa en la geopol¨ªtica endiablada de la pen¨ªnsula de Corea. Para China es esencial la estabilidad en la regi¨®n. Nada teme m¨¢s el r¨¦gimen de Pek¨ªn que una crisis que expulse a millares de refugiados coreanos en direcci¨®n a China. El horizonte de una unificaci¨®n de las dos Coreas dirigida por Washington tampoco entra dentro de los escenarios apetecibles para el r¨¦gimen comunista.

Un ej¨¦rcito norcoreano con capacidad de disuasi¨®n nuclear ser¨ªa una amenaza para Corea del Sur, para Jap¨®n y para el propio territorio estadounidense, empezando por algunas islas del Pac¨ªfico, como Guam. El anuncio de que Pyongyang est¨¢ a punto de alcanzar el umbral de la disuasi¨®n, aunque sea una simulaci¨®n, llega en un momento especial, con una crisis pol¨ªtica en Corea del Sur, tras el impeachment de la presidenta Park Geun-hye; el ascenso del nacionalismo desde India hasta Jap¨®n, pasando por Filipinas; y, naturalmente, la llegada de Trump, con sus dudas acerca del paraguas defensivo estadounidense, que constituyen un est¨ªmulo a la carrera armament¨ªstica y a la proliferaci¨®n en la regi¨®n.

El presidente electo responde de momento a las amenazas de Kim Jong-un con sus tuits nocturnos, dif¨ªciles de descifrar tanto en Pek¨ªn como en Pyongyang. A partir del 20 de enero, Trump tendr¨¢ en las manos otro bot¨®n para responder a las bravuconadas norcoreanas y no ser¨¢ el de su m¨®vil sino el de la maleta nuclear. Para echarse a temblar.