Tareck El Aissami, el chavista m¨¢s rechazado por la oposici¨®n

En 1999, cuando Hugo Ch¨¢vez se estrenaba en la presidencia de Venezuela, el joven Tareck El Aissami, nombrado el mi¨¦rcoles vicepresidente de Venezuela por Nicol¨¢s Maduro, era el candidato chavista al Consejo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes, la casa de estudios m¨¢s importante del occidente del pa¨ªs. Todav¨ªa no hab¨ªa llegado a o¨ªdos del fallecido l¨ªder bolivariano el supuesto arrojo revolucionario de este joven hijo de drusos nacidos en L¨ªbano. En aquellos comienzos, cuando Ch¨¢vez dec¨ªa abrazar la tercera v¨ªa de Tony Blair, ese compromiso era irrelevante. Dej¨® de serlo cuando en 2007 Ch¨¢vez, al comienzo de su tercer per¨ªodo, se declar¨® como socialista y comenz¨® a gobernar en esa direcci¨®n expropiando tierras y empresas y necesitaba de hombres comprometidos con esa cosmovisi¨®n para intentar avanzar.

Tareck El Aissami tiene hoy 42 a?os y es el protagonista del ascenso m¨¢s vertiginoso en la jerarqu¨ªa chavista. Han transcurrido once a?os entre su elecci¨®n como diputado a la Asamblea Nacional y el nombramiento hecho p¨²blico el mi¨¦rcoles. Que Maduro lo haya colocado a las puertas de la presidencia representa para la oposici¨®n el jaque mate final del sue?o del refer¨¦ndum revocatorio. En caso de que esa consulta prosperara -actualmente est¨¢ detenida por una decisi¨®n de cinco tribunales de provincias, que impidieron en octubre que el proceso continuara alegando irregularidades cometidas en la entrega de los primeros recaudos- y Maduro perdiera, le corresponder¨ªa a este abogado y crimin¨®logo nacido en El Vig¨ªa, estado de M¨¦rida, en noviembre de 1974, actual gobernador del estado de Aragua y exministro del Interior, Justicia y Paz, culminar el per¨ªodo presidencial.

Pocos chavistas causan m¨¢s rechazo entre la oposici¨®n congregada en la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica como el nuevo vicepresidente. El Aissami entiende la pol¨ªtica como una lucha fratricida. Quien piensa distinto no es un adversario, sino un enemigo al que hay que aplastar. Basta revisar su cuenta de Twitter para comprobarlo. Suele atacar con groser¨ªas a los dirigentes que le adversan e insultar a periodistas que lo critican.

Al excandidato presidencial opositor Henrique Capriles le dijo en noviembre, con un lenguaje procaz, que carec¨ªa de la valent¨ªa necesaria para conducir una manifestaci¨®n al palacio de Miraflores. Capriles lo llam¨® entonces narcotraficante. Se refer¨ªa el gobernador del estado de Miranda a la confesi¨®n que en su momento hiciera a las autoridades el capo venezolano Walid Makled. Dec¨ªa este narcotraficante que El Aissami, cuando se desempe?aba como viceministro del Interior, facilitaba el trasiego de sus cargamentos de coca¨ªna a trav¨¦s de Venezuela. Ha sido reiterado ese se?alamiento por parte de sus enemigos.

En mayo de 2015 el diario estadounidense The Wall Street Journal asever¨® que El Aissami era uno de los seis funcionarios del r¨¦gimen chavista investigados por fiscales federales de Miami y Nueva York por supuesto narcotr¨¢fico y lavado de dinero. Siempre que esas acusaciones emergieron el gobierno respondi¨® otorg¨¢ndole a El Aissami mayores responsabilidades dentro de la nomenklatura chavista.

Con la muerte de Ch¨¢vez en marzo de 2013 aparecieron las fracturas en la coalici¨®n que le apoyaba. El Aissami decidi¨® mantenerse al lado de Maduro porque el Presidente encarnaba su visi¨®n del manejo del estado. En su primera intervenci¨®n como vicepresidente designado no perdi¨® oportunidad para resaltarlo. ¡°Es usted un digno hijo de Ch¨¢vez. Nunca jam¨¢s, por m¨¢s dificultades que se presentaron, dej¨® de lado las banderas del socialismo bolivariano¡±, dijo.

El nombramiento corona a un hombre ya poderoso y con cierta tendencia a conducirse con el estilo legado por Ch¨¢vez. Hace dos a?os la directiva del Aragua FC, uno de los equipos de la primera divisi¨®n del f¨²tbol local, lo fich¨® como delantero. Quedaban doce partidos para culminar el torneo Clausura. No hay registros de que hubiera entrado alguna vez como recambio. Los principales patrocinadores de la escuadra eran empresas del estado que El Aissami comandaba. A partir de este mi¨¦rcoles est¨¢ m¨¢s cerca de anotar el gol de su vida.