Contra M¨¦xico y el mundo
Para Trump los escenarios de confrontaci¨®n van m¨¢s all¨¢ de su vecino
Obsesivo con lo del muro fronterizo y blandiendo la amenaza de aumentar aranceles a los autom¨®viles importados de M¨¦xico, para Trump los escenarios de confrontaci¨®n, sin embargo, van mucho m¨¢s all¨¢ de su vecino al sur del R¨ªo Grande. Cuando anuncia lo de los autom¨®viles producidos en M¨¦xico est¨¢ aludiendo, tambi¨¦n, a los televisores coreanos o a los Ipads producidos en China.
El men¨² proteccionista/Trump ya se aplic¨® en el mundo; es la recurrente repetici¨®n de escenarios que ya se han sufrido y que condujeron a desastres como la segunda guerra mundial. Despu¨¦s de la primera guerra Europa sucumbi¨® al proteccionismo en cadena para enfrentar la crisis de los 30. Eso no trajo bienestar sino m¨¢s crisis, desempleo y recesi¨®n. Solo Alemania sali¨® de ello en la segunda mitad de la d¨¦cada con una gigantesca industria armament¨ªstica que acab¨® us¨¢ndose como ya sabemos.
La Europa de la entreguerra fue tambi¨¦n espacio de enfervorizados nacionalismos ¨¦tnicos y de un antisemitismo extendido. Tierra f¨¦rtil, as¨ª, para que las tropas nazis ocuparan Par¨ªs sin disparar un solo tiro y el Gobierno t¨ªtere de Petain en Vichy pudiera oficializar el antisemitismo y fanatismo que ya medraba en tierras galas. Hitler no invent¨® el antisemitismo; ya exist¨ªa y estaba extendido.
El plan Trump no conduce inevitablemente a la tercera guerra, pero s¨ª promover¨¢ escenarios de tensi¨®n en los dos escenarios. Primero, el efecto domin¨® de un agresivo proteccionismo estadounidense precipitar¨ªa reacciones en ese terreno. M¨¢s a¨²n, teniendo en cuenta el curso antieurope¨ªsta que empieza a prevalecer en el viejo continente, que caer¨ªa como anillo al dedo en una Uni¨®n Europea en serios problemas.
Una inc¨®gnita clave es la conducta que adoptar¨ªa China: ?reaccionar al proteccionismo con su propio proteccionismo o afirmar el libre comercio y la liberalizaci¨®n comercial? Un atisbo de la segunda opci¨®n ya se vio en la reacci¨®n de China frente al anuncio de Trump de que EE UU abandonar¨ªa el tratado del TPP preparado sin China: anunciar con armar su propio acuerdo multilateral de libre comercio e inversi¨®n.
Segundo, la incentivaci¨®n de tensiones ¨¦tnicas y raciales. Eso de echarle la culpa de todos los problemas de empleo y de inseguridad a los mexicanos y a los musulmanes ser¨¢, obviamente, parte del discurso oficial sostenido. Un mundo en el que ese fuese el discurso prevaleciente ser¨ªa, obviamente, m¨¢s inseguro e impredecible. Las cosas, sin embargo, no van inercialmente en una sola direcci¨®n.
As¨ª, dentro del propio campo de Trump, el pr¨®ximo Fiscal General, Jeff Sessions, ha cambiado su discurso pronunci¨¢ndose contra la restricci¨®n migratoria a musulmanes y contra el waterboarding que antes apoy¨®. ?Algo de los famosos checks and balances en acci¨®n?
Adem¨¢s, siendo EE UU la principal potencia militar y econ¨®mica, no est¨¢ solo y hay contrapesos. Este din¨¢mico siglo XXI ya es espectador, por ejemplo, de una China que es el primer exportador mundial y que gradualmente va afirmando su peso militar. Con la pluralidad de actores en el comercio internacional ¡ªChina, Jap¨®n, Europa, etc.¡ª juegan intereses que tendr¨ªan mucho que perder de imponerse el proteccionismo; algunos har¨¢n valer esos intereses. La Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) es vulnerable en muchos aspectos, pero es un poder concreto que contrapesar¨ªa din¨¢micas proteccionistas unilaterales. La apertura al exterior ha demostrado que genera crecimiento e inversi¨®n; eso cuenta.
De manera que si se llevan a cabo amenazas como la de poner 35% de arancel a los autos hechos en M¨¦xico, ser¨ªa un error asumir que ser¨ªa el ¨²nico afectado. Hay m¨¢s jugadores en la cancha por lo que cuando M¨¦xico presente su queja ante la OMC este no ser¨¢ un pleito de David contra Goliat.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.