El aniversario de la muerte de Nisman reabre la brecha pol¨ªtica argentina
El pa¨ªs se divide entre macristas que ven un asesinato y kirchneristas que ven un suicidio
Para cualquier argentino es muy dif¨ªcil mantener una charla o contemplar un espect¨¢culo deportivo sin tomar partido de forma rotunda e inamovible. En un pa¨ªs de extremos como este, todas las discusiones se llevan al l¨ªmite. Los grises no son bien vistos. Sin embargo, en los ¨²ltimos meses esa enorme divisi¨®n pol¨ªtica que marc¨® los ¨²ltimos a?os, la llamada "grieta argentina", parec¨ªa ligeramente aplacada. Pero acaba de reabrirse con toda su crudeza por el aniversario de la muerte del fiscal Alberto Nisman, que hace dos a?os apareci¨® con un tiro en la cabeza horas antes de explicar en el Congreso su denuncia contra la expresidenta Cristina Kirchner por supuesto encubrimiento del peor atentado de la historia argentina, el de la AMIA, con 85 muertos. El aniversario divide de nuevo a los argentinos y a los medios entre los m¨¢s cercanos al Gobierno, que apuestan sin dudarlo por un asesinato y se colocan al lado de las tesis de la familia de Nisman, y los m¨¢s cercanos al kirchnerismo, que defienden a ultranza que fue un suicidio.
La noche del aniversario de la muerte de Nisman describe a la perfecci¨®n c¨®mo funciona esta brecha argentina, esta divisi¨®n aparentemente irreconciliable entre dos formas de ver la realidad. En el centro de la capital, en la Plaza de Mayo, dos millares de personas ovacionaban con entusiasmo al fiscal federal Germ¨¢n Moldes mientras este insist¨ªa, en un acto de homenaje, en que a Nisman lo mataron por denunciar a Cristina Kirchner. "Asesinos, asesinos"; gritaba la plaza en referencia a los kirchneristas.
Cada menci¨®n directa o indirecta a la expresidenta era recibida con un abucheo. All¨ª estaba la familia de Nisman con sus hijas y su exmujer, Sandra Arroyo Salgado, que lidera el intento de demostrar en la justicia que fue un asesinato y que Diego Lagomarsino, el inform¨¢tico que entreg¨® a Nisman el arma con el que muri¨®, est¨¢ implicado. Moldes, despu¨¦s de sus dur¨ªsimas palabras contra el kirchnerismo, fue despedido entre v¨ªtores y le cost¨® salir de la plaza ante el entusiasmo de los fieles que lo jaleaban como a un h¨¦roe y quer¨ªan acercarse a tocarlo. "Para hacerme callar me van a tener que aplicar la soluci¨®n Nisman", retaba ¨¦l desde el p¨²lpito. "Con Nisman muri¨® una parte de la rep¨²blica, a su casa entr¨® una banda de criminales dispuestos a borrar pruebas", remataba el escritor Federico Andahazi mientras la gente bramaba contra los Kirchner. En primera fila hab¨ªa algunos miembros del Gobierno de Macri, entre ellos la vicepresidenta, Gabriela Michetti.
Pr¨¢cticamente a la misma hora, V¨ªctor Hugo Morales, el periodista estrella m¨¢s cercano al kirchnerismo, entrevistaba en la cadena C5N a Lagormarsino y a los peritos que ¨¦l ha designado y defienden la tesis del suicidio. El inform¨¢tico aseguraba que es inocente y tiene "miedo" de lo que pueda hacerle la exmujer de Nisman, que es una jueza federal. Morales le acompa?aba con la insistencia de que "ellos", los del otro lado, "son muy poderosos" y atacan a Lagomarsino porque han decidido que tiene que ser un asesinato y no un suicidio. "Arroyo Salgado se olvida que Nisman me pidi¨® un arma para proteger a sus hijas, que lo entienda de una vez, y si no es un problema de ella", bramaba Lagomarsino en lo que ya es una guerra personal entre ambos.
En la cadena rival y m¨¢s cercana al macrismo, TN, entrevistaban poco despu¨¦s a Manuel Romero Vitorica, el abogado de la familia Nisman, para defender las tesis contrarias, ambos apelando supuestamente a criterios t¨¦cnicos incontestables. Unos, como hizo Morales en C5N, defienden el trabajo de la primera investigaci¨®n, la que llev¨® a cabo la fiscal Viviana Fein, ahora imputada por alterar las pruebas, que siempre apunt¨® al suicidio. Otros se colocan al lado del nuevo fiscal, Eduardo Taiano, que ha pedido nuevas pruebas y apunta al homicidio.
Pol¨ªticos, periodistas, analistas y ciudadanos de a pie se dividen entre asesinato o suicidio en funci¨®n de pasiones ideol¨®gicas, y no de unas pruebas que parecen tan contaminadas desde el principio que ser¨¢ muy dif¨ªcil llegar alg¨²n d¨ªa a una verdad incontestable. Algo habitual en Argentina: el gran atentado que investigaba Nisman sigue sin culpables 22 a?os despu¨¦s y tambi¨¦n aqu¨ª los ciudadanos se dividen entre m¨²ltiples teor¨ªas en funci¨®n de sus ideas pol¨ªticas. La brecha argentina aumenta o reduce su tama?o, pero nunca parece cerrarse del todo.
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