El m¨¢gico y ordinario mundo de Davos
La ciudad que acoge el Foro Econ¨®mico Mundial ofrece grandes historias fuera del Centro de Convenciones
En Suiza hay en su mayor¨ªa personas. Las tiendas tienen escaparate y los coches ruedas, es un poco como todo. Lo normal. Davos no es diferente en ese sentido. Se esperan encontrar rastros y pruebas que confirmen que uno est¨¢ poniendo los pies en un para¨ªso fiscal. Pero nada parece salirse de lo com¨²n. Las cartas de los restaurantes baratos son insultantemente caras y los suizos se debaten entre una amabilidad que asombra y una sequedad que impacta, pero lo dem¨¢s no es diferente.
Lo primero que llama la atenci¨®n, eso s¨ª, es la nieve. No es solo que haya mucha. El s¨®lido elemento forma parte del paisaje y se integra en el ecosistema urbano cual hiedra. En los d¨ªas del Foro Econ¨®mico Mundial, las aceras son puro hielo y se tornan de un blanco inmaculado el lunes, a un gris-marr¨®n insalubre el viernes, tras el ir y venir de las pisadas de miles de asistentes que colapsan las calles y tiendas de la ciudad.
D¨ªas en que el poder econ¨®mico y empresarial se re¨²ne a m¨¢s de 1500 metros de altura. En un encuentro que adem¨¢s engrosa los bolsillos de la poblaci¨®n ubicada en lo m¨¢s alto de los Alpes, hogar de m¨¢s de 11.000 habitantes, pero que en las jornadas del evento, aumenta hasta los 2.500 visitantes entre pol¨ªticos, empresarios, jefes de Estado, banqueros, consejeros delegados, magnates tecnol¨®gicos, artistas, gur¨²s de autoayuda, modelos y celebrities ¡ªShakira, Matt Damon, Leonardo Di Caprio, George Cloney¡ª, entre otros.
Lo segundo que llama la atenci¨®n en el pa¨ªs es la pasi¨®n por los referendos. El amor del suizo por la consulta participativa, m¨¢s que un t¨®pico es una certidumbre. La instalaci¨®n de un sem¨¢foro en una calle puede ser motivo de refer¨¦ndum. El siguiente ser¨¢ para aprobar el presupuesto de 25 millones de francos suizos (23 millones de euros) de la campa?a de los Juegos Ol¨ªmpicos del cant¨®n de Grisones para 2026, en el que se incluye Davos.
El buen negocio de la ciudad
A pesar de la imagen que se tiene de la prosperidad de Suiza, no llueven billetes. M¨¢s bien nieva. Pero se ven coches Tesla, y mucho (mucho) Mercedes. La puntualidad suiza est¨¢ ah¨ª, pero los trenes llegan tarde. Los controles de seguridad para los asistentes al Foro se convierten en un proceso inevitable y rutinario, como comer u orinar.
Mientras, los lugare?os hacen caja durante los d¨ªas de conferencia. Por ejemplo, pasar una noche de hotel llega a costar m¨¢s de 1.000 euros; eso sin hablar de alquilar un tradicional chal¨¦ suizo, cifra que puede alcanzar los 15.000 euros al d¨ªa.
Mientras, los lugare?os hacen caja durante los d¨ªas de conferencia. Por ejemplo, pasar una noche de hotel llega a costar m¨¢s de 1.000 euros
"Davos, bendito Davos", exclama Ruedi Schmid, de 56 a?os, quien trabaja como cocinero en la escuela Schweizerische Alpine, lugar donde cada a?o se realiza el denominado Open Forum, una actividad paralela a las sesiones de puertas cerradas del Centro de Convenciones, y que est¨¢ abierta a todos los habitantes que no cuentan con una exclusiva credencial. El cocinero, junto a su mujer Maggi, alquilan una habitaci¨®n de su hogar, a?adiendo un dinero extra a su sueldo mensual de 3.100 francos suizos (2.800 euros), salario m¨ªnimo de un chef en el pa¨ªs helv¨¦tico.
Otro de los motivos sobre el porqu¨¦ Davos se abri¨® a la poblaci¨®n se debe a que durante muchos a?os el encuentro se top¨® con la resistencia de grupos antiglobalizaci¨®n, liderados por el movimiento Schvarz Block (bloque negro), que protestaban por toda la ciudad. Uno de los incidentes de mayor calado se produjo cuando destruyeron el ¨²nico MacDonald's que albergaba la ciudad.
Hola Microsoft, adi¨®s panader¨ªa
Pero a pesar de aquellas protestas la poblaci¨®n defiende el evento, ya que durante esa semana los due?os de tiendas locales ven crecer sus ingresos. Es el caso de la panader¨ªa que se desmonta para que Microsoft abra su caf¨¦ tecnol¨®gico, lugar donde se dan cita varios invitados famosos, de la talla del actor George Clooney acompa?ado por su mujer Amal, dej¨¢ndose ver estos d¨ªas.
En la calle Promenade, principal v¨ªa que atraviesa la ciudad, se levantan edificios en semanas. Justo enfrente del tradicional y concurrido hotel Belvedere se encuentra la fachada de Facebook que se construy¨® en 14 d¨ªas, una obra de dos plantas prefabricada en madera y que atrajo la atenci¨®n de cientos de visitantes. En el mismo sitio, El PA?S emiti¨® un programa diario en Facebook Live durante los cuatro d¨ªas de evento. Y all¨ª tambi¨¦n estuvo Sheryl Sanberg, directora ejecutiva de la red social, asidua asistente a Davos, part¨ªcipe de una recepci¨®n que ofreci¨® su empresa. No falt¨® a la cita con la red social el flamante expiloto alem¨¢n y actual campe¨®n del mundo (una combinaci¨®n poco habitual) Nico Rosberg.
Muchos de los vecinos de la zona que regentan negocios en Promenade, desocupan sus locales para dar paso a empresas como la compa?¨ªa americana de software Salesforce, la consultora financiera Tata o IBM, quienes, con chequera en mano, alquilan los negocios por una semana, mientras alguno de sus due?os parten de vacaciones.
Caminando por la misma acera, se encuentra The Female Quotient (TFQ), un movimiento creado por la ejecutiva norteamericana Shelley Zalis, quien en 2013 uni¨® a un grupo de mujeres en una iniciativa para discutir temas de desigualdad de g¨¦nero, bautizada como "el algoritmo de la igualdad".
Muchos de los vecinos de la zona que regentan negocios en la calle Promenade, desocupan sus locales para dar paso a empresas como la compa?¨ªa americana de software Salesforce
Mientras, en las tripas del Centro de Convenciones se puede tomar caf¨¦ siempre que se quiera. Y agua fresca y cristalina de las monta?as. Eso s¨ª, entre pasillo y pasillo hay que tener cuidado de no tirarle el s¨¢ndwich del mediod¨ªa al presidente del Foro, el alem¨¢n Klaus Schwab, a la directora del Fondo Monetario Internacional, la francesa Christine Lagarde, as¨ª como a Theresa May, Bill Gates, Joe Biden, Jack Ma y otras personalidades que transitan por tan ilustre instituci¨®n.
La ciudad alpina tambi¨¦n es conocida por el observatorio para medir la radiolog¨ªa, PMOD, en sus siglas en alem¨¢n. El instituto fue fundado en 1907 por Carl Dorno con el objetivo de encontrar la respuesta sobre porqu¨¦ los pacientes de tuberculosis se curaban mejor en Davos que en otros lugares. Dorno comenzar¨ªa a medir las radiaciones solares, iniciando de esta manera los estudios m¨¢s completos sobre el tema. Asimismo alberga el instituto suizo de alergias e investigaciones de asma, asociado a la Universidad de Z¨²rich.
Mann, un topicazo del que depende la acreditaci¨®n
Aqu¨ª, en la monta?a m¨¢gica de Mann ¡ªimposible no mencionar este detalle si eres periodista¡ª unos se?ores muy serios con traje le dicen a los ciudadanos que el mundo tal y como lo conocemos est¨¢ a punto de acabar. Pero lo hacen en una monta?a aislada, entre medidas de seguridad que incluyen francotiradores camuflados en la nieve, como en la pel¨ªcula A view to kill (Panorama para Matar) de James Bond, interpretado por Roger Moore. Y estas personas, precisamente, la pasada edici¨®n del evento, no supieron prevenir la avalancha del Brexit y la victoria de Donald Trump.
All¨ª, en las alturas, se habla mucho de populismo, pero tampoco se ven populistas. La noticia de este a?o fue que Xi Jinping, presidente de China y l¨ªder del partido comunista de su pa¨ªs, lleg¨® a Davos ¨Cen tren¡ª para, curiosamente, hablar de globalizaci¨®n y de libre comercio. El a?o 2016 sali¨® del rev¨¦s y el Foro Econ¨®mico Mundial no parece tener claro c¨®mo enderezarlo. El orden global est¨¢ cambiando, por ello, le toca mover ficha al nuevo presidente de la (todav¨ªa) primera potencia mundial.
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