Trump retira a Estados Unidos del tratado comercial con el Pac¨ªfico

Las primeras medidas tangibles llegan despu¨¦s de un fin de semana ca¨®tico, en el que la Casa Blanca se embarc¨® en una batalla con los medios de comunicaci¨®n y divulg¨® a conciencia datos falsos sobre la cifra de asistentes en la jornada inaugural, el viernes. "Lo que acabamos de hacer es una gran cosa para el trabajador americano", dijo el presidente mientras firmaba el documento sobre la retirada del TPP o Asociaci¨®n Transpac¨ªfica, en el despacho oval de la Casa Blanca.

En la misma sesi¨®n, firm¨® otra orden que congela las nuevas contrataciones en la administraci¨®n federal, excepto en las fuerzas armadas, y otra que corta ayudas a organizaciones no gubernamentales que promueven o financian la informaci¨®n o el acceso a abortos en el extranjero. Las ¨®rdenes ejecutivas son una manera r¨¢pida de impulsar la agenda y desmantelar el legado del presidente anterior sin la necesidad de pasar por el Congreso.

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La primera ronda de decretos ¡ªel viernes firm¨® otro para facilitar el desmantelamiento de la ley sanitaria¡ª no incluye la renegociaci¨®n de NAFTA. "Empezaremos a renegociar NAFTA, la inmigraci¨®n y la seguridad en la frontera", dijo Trump el domingo. El 31 de enero tiene previsto reunirse con el presidente mexicano, Enrique Pe?a Nieto.

El proteccionismo comercial ¡ªla imposici¨®n de trabas a la importaci¨®n de productos y servicios extranjeros¡ª fue uno de los ejes de la campa?a electoral de Trump. El otro fue el mensaje contra los inmigrantes mexicanos y musulmanes. El discurso inaugural tuvo como leitmotiv America first, Am¨¦rica primero, un eslogan nacionalista y proteccionista contrario a la globalizaci¨®n, o al globalismo, la palabra que, en el vocabulario de los ide¨®logos del trumpismo, define el cosmopolitanismo y el liberalismo que el presidente quiere combatir.

Tanto la renegociaci¨®n del NAFTA como la retirada del TPP son promesas electorales de Trump. Su rival dem¨®crata en las elecciones del 8 de noviembre, Hillary Clinton, prometi¨® en campa?a la retirada del TPP.

NAFTA, que une M¨¦xico, Estados Unidos y Canad¨¢ en una sola ¨¢rea comercial, se aprob¨® en 1994 con el dem¨®crata Bill Clinton, esposo de Hillary Clinton, en la Casa Blanca. Trump no se retirar¨¢ del acuerdo, por ahora, sino que quiere renegociarlo. El TPP, negociado por la Administraci¨®n del antecesor de Trump, el dem¨®crata Barack Obama, afrontaba una dura oposici¨®n en el Congreso, que deb¨ªa ratificarlo. Obama ve¨ªa el TPP como una pieza central en su estrategia asi¨¢tica ante China, pa¨ªs que no participaba en el tratada.

Las primeras decisiones de Trump marcan una ruptura con la pol¨ªtica de Washington en las ¨²ltimas d¨¦cadas. EE UU ha impulsado la apertura de los mercados mundiales desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y ha sido uno de los m¨¢ximos beneficiarios.

Trump rompe con uno de los dogmas de su partido, el republicano, que durante d¨¦cadas ha llevado el estandarte de la econom¨ªa de libre mercado y del libre comercio. El nuevo presidente, un magnate neoyorquino ajeno a la pol¨ªtica hasta hace poco, ha transformado el partido de Lincoln y Reagan.

El senador John McCain, que fue candidato a la presidencia en 2008 y es uno de los republicanos m¨¢s cr¨ªticos con el presidente, dijo en un comunicado que la retirada del TPP es ¡°un error grave que tendr¨¢ consecuencias duraderas para la econom¨ªa americana y para [la] posici¨®n estrat¨¦gica [de EE UU] en la regi¨®n de Asia-Pac¨ªfico". La decisi¨®n de Trump, a?adi¨®, "crear¨¢ un espacio para que China reescriba las normas econ¨®micas a expensas de los trabajadores americanos, y enviar¨¢ una se?al preocupante sobre el repliegue americano en la regi¨®n de Asia-Pac¨ªfico en el momento en que menos podemos permit¨ªrnoslo".

La globalizaci¨®n ha dejado damnificados, tambi¨¦n en EE UU, con el cierre y traslado de empresas a pa¨ªses con mano de obra m¨¢s barata como M¨¦xico o China. El libre comercio no ha sido el ¨²nico responsable, ni seguramente el principal. La robotizaci¨®n explica en gran parte la p¨¦rdida de empleos industriales.

Las regiones m¨¢s golpeadas por este fen¨®meno, en el Medio Oeste, fueron clave en la victoria de Trump. El candidato republicano conect¨® con un sector del electorado, la clase obrera blanca, que se sent¨ªa desprotegida por los dos grandes partidos. Los dem¨®cratas, hist¨®ricamente proteccionistas y aliados de los sindicatos y la clase obrera, se convirtieron en los a?os noventa, con la firma de NAFTA, en defensores del libre comercio.

Adem¨¢s de la firma de tres decretos, Trump dedic¨® su primera jornada presidencial en d¨ªa laborable a reunirse con ejecutivos empresariales y con l¨ªderes del Congreso. Y habl¨® por tel¨¦fono con el presidente egipcio, Abdelfat¨¢ Al Sisi.

Por la ma?ana desayun¨® en la Casa Blanca con los jefes de grandes empresas como Ford, Dell Technologies, Whirlpool, Johnson & Johnson, Lockheed Martin, Dow Chemical, U.S. Steel y SpaceX, entre otras. Por la tarde ten¨ªa prevista una reuni¨®n con ¡°trabajadores americanos¡±, seg¨²n la agenda oficial. Una versi¨®n anterior de la agenda, posteriormente enmendada, inclu¨ªa en este encuentro a ¡°l¨ªderes sindicales¡±. El mensaje era el mismo: desarrollar la industria y crear empleos es la prioridad. Obama ha dejado una tasa de paro del 4,7%, un nivel cercano al pleno empleo.