May busca renovar la relaci¨®n especial con Estados Unidos

En la primera reuni¨®n de Donald Trump con un l¨ªder extranjero, el presidente estadounidense y la primera ministra brit¨¢nica, Theresa May, medir¨¢n el viernes en la Casa Blanca si les une m¨¢s el pragmatismo o la afinidad ideol¨®gica. Los dos pol¨ªticos conservadores comparten el entusiasmo por el Brexit y la negociaci¨®n de un acuerdo comercial bilateral.

May busca convertirse en una aliada privilegiada de Trump. Pero la salida brit¨¢nica de la Uni¨®n Europea sit¨²a la llamada relaci¨®n especial entre Washington y Londres en un momento de incertidumbre. Tambi¨¦n la heterodoxia de Trump, cuyo discurso proteccionista y contra el establishment pol¨ªtico y la OTAN contrasta con el de May y con la doctrina cl¨¢sica de su propio partido, el republicano.

Ambos coincidieron este jueves en la cumbre anual del Partido Republicano, que se celebr¨® en Filadelfia y que Trump trat¨® de convertir en una celebraci¨®n de su ¨¦xito electoral y su primera semana en el Despacho Oval.

Desde principios de los a?os noventa, no coincid¨ªan dos l¨ªderes conservadores en la Casa Blanca, con George H.W. Bush, y Downing Street, con John Major. El antecedente m¨¢s fructuoso es la alianza en los a?os ochenta entre Ronald Reagan y Margaret Thatcher que enarbol¨® un liberalismo econ¨®mico a ultranza.

May fue la primera mandataria extranjera en participar en el retiro anual de los republicanos. ¡°Mientras redescubrimos juntos nuestra confianza ¡ªmientras vosotros renov¨¢is vuestra naci¨®n como nosotros la nuestra¡ª, tenemos la oportunidad, de hecho, la responsabilidad, de renovar la relaci¨®n especial en esta nueva ¨¦poca. Tenemos la oportunidad de liderar juntos de nuevo¡±, dijo en un discurso.

La primera ministra consider¨® un acicate de acci¨®n los terremotos pol¨ªticos causados por las victorias populistas de Trump y del refer¨¦ndum del Brexit. ¡°Mientras finalizamos nuestra permanencia en la Uni¨®n Europea, tenemos la oportunidad de reafirmar nuestra creencia en un soberano y seguro de s¨ª mismo Reino Unido global, preparado para construir relaciones con viejos amigos y nuevos aliados¡±, a?adi¨®.

May ensalz¨® la victoria de Trump ¡ª¡°una Am¨¦rica reforzada es buena para el mundo¡±, dijo¡ª y coincidi¨® con ¨¦l en la necesidad de reformar los organismos internacionales y aumentar las contribuciones de otros pa¨ªses. Pero se distanci¨® del republicano al defender el acuerdo nuclear con Ir¨¢n, y la relevancia de la ONU y la OTAN, que defini¨® como una ¡°piedra angular de la defensa del Oeste¡± y en la que, dijo, el liderazgo estadounidense es ¡°central¡±. Trump ha cuestionado ambas instituciones y ha criticado el pacto con Teher¨¢n.

Son tiempos anormales a ambas orillas del Atl¨¢ntico. Trump elogia el Brexit ¡ªcomo candidato dec¨ªa que su victoria electoral ser¨ªa ¡°un Brexit multiplicado por 10¡±¡ª al dibujarlo como una victoria del pueblo contra el establishment y aboga por un repliegue internacional de la primera potencia mundial. Pero la salida brit¨¢nica de la UE, cuando sea efectiva, supondr¨ªa para Washington la p¨¦rdida del mejor defensor de sus intereses en los pasillos comunitarios en asuntos de econom¨ªa, seguridad y espionaje.

¡°La reuni¨®n se produce en las circunstancias m¨¢s extra?as de la historia reciente de las relaciones transatl¨¢nticas. Dos pa¨ªses que hist¨®ricamente hab¨ªan servido como pilares en seguridad e inteligencia, que hab¨ªan sido impulsores del proyecto europeo, celebran una reuni¨®n de outsiders sin un objetivo claro¡±, sostiene Carles Castell¨®-Catchot, jefe de gabinete del Centro Brent Scowcroft del Atlantic Council, un think tank en Washington.

El viernes se seguir¨¢ con lupa cada gesto de Trump. ?Medir¨¢ sus palabras y ser¨¢ diplom¨¢tico, o mantendr¨¢ el tono combativo en la rueda de prensa conjunta con May?

La Casa Blanca apenas ha revelado los objetivos de la reuni¨®n m¨¢s all¨¢ de hablar sobre ¡°c¨®mo hacer crecer¡± la relaci¨®n bilateral. La reuni¨®n se produce cuando solo cuatro altos cargos del Gobierno de Trump han sido aprobados. El resto debe a¨²n ser confirmado por el Senado. El presidente lament¨® en su discurso en Filadelfia no poder contar en la reuni¨®n con su nominado a secretario de Comercio para hablar de las relaciones comerciales con Reino Unido. ¡°Lo tendr¨¦ que manejar yo mismo¡±, dijo entre risas del p¨²blico.