El embajador del habano por el mundo
El cubano Jos¨¦ Castelar, ¡®Cueto¡¯, posee el r¨¦cord del puro m¨¢s largo, 90 metros, aunque no puede exportar sus productos a Estados Unidos
¡°Me vol¨® la cabeza. Un mareo como nunca hab¨ªa sentido. Y v¨®mitos. Pas¨¦ todo el d¨ªa en el ba?o¡±. Mientras saca con cuidado una hoja de tabaco de debajo de un pa?o h¨²medo, Jos¨¦ Castelar Cairo, al que todos llaman Cueto, recuerda entre risas la primera vez que fum¨® un habano. Fue a los 14 a?os, cuando comenz¨® en eso de torcer tabaco. De aquello hace 58 a?os ya. ¡°Desde entonces, nada¡±, confiesa. Las manos rugosas y entrenadas envuelven la materia prima con mimo. Y retuercen la punta con un r¨¢pido movimiento. ¡°S¨¦ que suena contradictorio. Y, claro, cuando vamos a alguna competici¨®n fumo una, dos, tres veces, siempre con mucho respeto. Pero es as¨ª. En mi d¨ªa a d¨ªa yo no fumo¡±.
Cueto ha ganado el r¨¦cord Guinness al puro m¨¢s largo del mundo seis veces (el ¨²ltimo, el a?o pasado, con un habano de 90 metros). Cont¨® la historia de esas primeras caladas en el estand de Cuba en FITUR, donde el Gobierno cubano lo trajo la pasada semana como una de sus principales atracciones. El habano, claro, es uno de los mejores embajadores del pa¨ªs, un producto reconocible en todo el mundo.
Habanos, la empresa de la que el Gobierno cubano posee el 50% y la otra mitad Tabacalera, aument¨® sus ventas un 4% en 2015, hasta situarse en 393 millones de euros. Un vasto mercado que se extiende por m¨¢s de 150 pa¨ªses alrededor del mundo. Excepto en un lugar, situado a solo 150 kil¨®metros de Cuba y donde la venta de habanos est¨¢ prohibida. ¡°Con el deshielo de relaciones, lo que Estados Unidos permite es volver a los turistas de Cuba con una peque?a cantidad de tabaco¡±, cuenta Juan Gir¨®n, responsable de comunicaci¨®n de Tabacalera. ¡°Pero a efectos comerciales esto no supone ning¨²n impacto¡±.
Las relaciones internacionales no son algo que preocupe a Cueto, que tiene fresco en la memoria el recuerdo de sus megahabanos. ¡°La idea, en principio, fue simplemente la de hacer algo que atrajera a los clientes¡±, cuenta sobre su primer r¨¦cord, que consigui¨® en 2001 con un puro de 11,4 metros de longitud. En 2003 consigui¨® el segundo, con un puro de 14,86 metros. Despu¨¦s, en el a?o 2005, asaltar¨ªa su siguiente r¨¦cord con un habano de 20,41 metros, al que seguir¨ªa otro en 2008, de 45 y medio. En 2011 volvi¨® a la carga con uno de 81,80 metros y ya, el a?o pasado, tras trabajar durante 12 horas al d¨ªa durante 10 jornadas, alcanz¨® su ¨²ltimo r¨¦cord, de 90 metros. Un habano que, seg¨²n confiesa, ¡°podr¨ªa haber sido m¨¢s largo¡±, pero que decidieron (¨¦l y su equipo, compuesto por 10 personas) terminar en los 90 metros, coincidiendo con el 90 cumplea?os de Fidel Castro.
Para Cueto no hay diferencia entre los habanos que creaba en FITUR para los visitantes y los gigantescos habanos que le reportaron sus Guinness; las hojas est¨¢n mezcladas del mismo modo, envueltas con el mismo mimo. Asegura que ambos tienen la misma calidad.
Dentro de cuatro semanas se celebrar¨¢ en La Habana el Festival del Habano, el principal evento del sector. All¨ª estar¨¢ Cueto. Y cerca, en La Triada, su tienda en la Fortaleza de San Carlos de La Caba?a, estar¨¢n los puros. Conservados con cuidado, los habanos gigantes reposan junto a una figura de cera de Cueto a tama?o real. ¡°Si tengo fuerza y nos ponemos a ello, ?por qu¨¦ no?¡±, contesta sobre si piensa en su s¨¦ptimo r¨¦cord. La posibilidad de importar habanos a Estados Unidos bien merecer¨ªa algo as¨ª.
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