La ambivalente respuesta de Trump a la acelerada expansi¨®n de colonias jud¨ªas
La Casa Blanca asegura que busca la paz israelo-palestina, pero no considera los asentamientos un obst¨¢culo
La nueva Administraci¨®n republicana ha roto su silencio en medio de la oleada de expansi¨®n de los asentamientos jud¨ªos, tras el anuncio de Israel de construir m¨¢s de 6.000 viviendas en Cisjordania y Jerusal¨¦n Este. El comunicado de la Casa Blanca emitido en la noche del jueves no ha condenado el crecimiento de las colonias en territorio palestino ocupado, como sistem¨¢ticamente se reiteraba bajo la presidencia del dem¨®crata Barack Obama. ¡°No hemos adoptado a¨²n una posici¨®n oficial¡±, precisaba la nota oficial. ¡°Aunque no creemos que la existencia de los asentamientos sea un obst¨¢culo para la paz, la construcci¨®n de nuevas colonias o la expansi¨®n de las existentes m¨¢s all¨¢ de sus l¨ªmites actuales pueden no ser ¨²tiles para lograr ese objetivo¡±.
Con estas matizadas premisas, Washington confirma el viraje favorable a los intereses de Israel anunciado por Donald Trump durante su campa?a electoral. El mensaje ya no se reduce a ¡°ni un solo ladrillo m¨¢s¡±, como ocurr¨ªa durante los dos mandatos sucesivos de Obama. Aunque con cortapisas menores, el presidente republicano ha dado a entender que tolerar¨¢ la construcci¨®n de m¨¢s casas para israel¨ªes en Cisjordania. Habr¨¢ entonces luz verde de EE UU a la colonizaci¨®n, pero solo dentro del per¨ªmetro de los llamados bloques de asentamientos: grandes zonas urbanizadas en Cisjordania en torno a Ariel, Maale Adumin o Gush Etzion, al norte, este y sur de Jerusal¨¦n respectivamente.
En esencia, se trata de un regreso a la posici¨®n fijada por el tambi¨¦n republicano George Bush en 2004 para intentar sentar a Israel en la mesa de di¨¢logo. A cambio del compromiso negociador, EE UU respalda que los grandes bloques de asentamientos jud¨ªos en Cisjordania, situados cerca de la frontera anterior a la guerra de 1967, puedan ser incorporados al Estado de Israel tras un pacto de intercambio de territorios con los palestinos en el marco de un acuerdo general y permanente de paz.
La Casa Blanca ha roto su silencio sobre la colonizaci¨®n israel¨ª ¡ªrepetidamente condenada por la comunidad internacional por obstaculizar la paz¡ª precisamente un d¨ªa despu¨¦s de que Israel anunciara la construcci¨®n de la primera nueva colonia en Cisjordania en m¨¢s de dos d¨¦cadas. Su destino es realojar a las cuatro decenas de familias de colonos que acaban de ser desahuciadas en el asentamiento de Amona por 3.000 soldados y polic¨ªas, por orden del Tribunal Supremo, en medio de la conmoci¨®n nacional tras haber ocupado durante 20 a?os terrenos de propiedad privada palestina.
Este primer avance de la doctrina Trump para Oriente Pr¨®ximo no menciona la soluci¨®n de los dos Estados como f¨®rmula para poner fin a la ocupaci¨®n israel¨ª de territorios palestinos, aunque tampoco la veta. ¡°La voluntad estadounidense en favor de la paz entre israel¨ªes y palestinos permanece inmutable desde hace 50 a?os¡±, advierte el comunicado de la Casa Blanca, cuyo actual inquilino ¡°espera alcanzar la paz en Oriente Pr¨®ximo¡±. El mensaje para Israel es de nuevo patente: el presidente republicano pretende marcar su impronta en la regi¨®n como patrocinador de ceremonias de entendimiento como las de Camp David (entre Israel y Egipto en 1978) o de la Casa Blanca (en la que israel¨ªes y palestinos sellaron los Acuerdos de Oslo en 1993).
El nuevo mandatario norteamericano tambi¨¦n ha hecho llegar al Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu el mensaje de que deben cesar los anuncios de expansi¨®n de los asentamientos que han jalonado las primeras dos semanas de su presidencia, seg¨²n un alto cargo de Washington citado por The Jerusalem Post. El rey Abdal¨¢ II de Jordania, que se reuni¨® el jueves con el presidente, la ha trasladado el malestar de los pa¨ªses ¨¢rabes moderados a los que busca implicar en el proceso de paz. El monarca hachem¨ª le record¨® que el traslado de la Embajada de EE UU de Tel Aviv a Jerusal¨¦n ¡ªotra oferta electoral de Trump¡ª arruinar¨¢ las expectativas de alcanzar un acuerdo. El pr¨®ximo d¨ªa 15 tendr¨¢n que responder a todas estas cuestiones Trump y Netanyahu durante su primer encuentro en la capital norteamericana.
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