Callej¨®n sin salida en Venezuela

Interrumpido el dialogo entre el Gobierno y la oposici¨®n de Venezuela, mucho tiene que cambiar en el pa¨ªs para que la agrupaci¨®n antigubernamental pueda ahorrarse una ardua traves¨ªa hasta las presidenciales de 2019. Como previsiblemente el chavismo no aceptar¨¢ cesiones fundamentales en una eventual nueva mesa de di¨¢logo, s¨®lo una sublevaci¨®n popular, un cambio en la correlaci¨®n de fuerzas castrenses o una desembozada ofensiva de Estados Unidos causar¨ªan un vuelco en la situaci¨®n, la ca¨ªda del chavismo y elecciones anticipadas.

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Poco cabe esperar de un proceso negociador en el que el Gobierno administra a conveniencia los fusiles, el v¨¦rtice judicial y la burocracia del Estado; la oposici¨®n, la Asamblea Nacional, pero se pierde en disputas y ¨®rdagos improcedentes. Venezuela atraviesa la crisis terminal de su modelo econ¨®mico, rentista desde el descubrimiento del primer pozo de crudo, y el desgobierno al mando no sabe c¨®mo atajarla. La oposici¨®n tampoco se manifiesta capaz de se?alar el rumbo nacional, y las facciones militares obedecen al general bolivariano Padrino L¨®pez, ministro de Defensa. ¡°No hay sujeto colectivo visible en este momento que pueda salvar al pa¨ªs¡±, vaticina el soci¨®logo alem¨¢n Heinz Dieterich, asesor de Hugo Ch¨¢vez hasta 2007 y dise?ador del intervencionista ¡°Socialismo del Siglo XXI¡±, que nunca lleg¨® a aplicarse.

Despu¨¦s de haber ca¨ªdo en desgracia se solt¨® la lengua en el diario Panorama y dijo que los dirigentes de la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (MUD) incurrieron en un graves errores de apreciaci¨®n tras su victoria por mayor¨ªa absoluta en las parlamentarias del 6 de diciembre 2015. ¡°Pensaban que estaban en la democracia suiza y no en Am¨¦rica Latina. Error geopol¨ªtico. Confundieron el mandato de mejorar la situaci¨®n social y econ¨®mica del pa¨ªs con un mandato para sacar al gobierno de Miraflores (¡­) Ignoraron a Marx, cuando dice que a igualdad de derechos decide la fuerza. No estaban dispuestos a pagar el precio del uso de la fuerza¡±.

Con su mayor¨ªa parlamentaria en una democracia subdesarrollada, la oposici¨®n ha querido liquidar el poder real, la burocracia civil y armada del r¨¦gimen, en lugar de haber negociado una cohabitaci¨®n, un reparto del poder hasta el bienio 2017-18, seg¨²n defiende Dieterich, buen conocedor de la sala de m¨¢quinas del chavismo porque residi¨® en ella durante a?os. Ahora la observa plagada de oportunistas y mediocres. La confluencia de dos bandos de escasa calidad pol¨ªtica explicar¨ªa la larga agon¨ªa del Venezuela, de acuerdo con el analista, que ha publicado m¨¢s de 20 libros de libros de orientaci¨®n marxista sobre conflictividad y lucha de clases en Am¨¦rica Latina.

El movimiento fundado por Ch¨¢vez en 1999 no salt¨® hecho a?icos cuando los ingresos petroleros no daban para financiar el paternalismo de Estado, el desabastecimiento, la hiperinflaci¨®n y los disparates oficiales porque en los ranchos de Caracas o Gu¨¢rico, mayor¨ªa en el padr¨®n electoral, a¨²n se aplica el refr¨¢n de ¡°m¨¢s vale malo conocido que bueno por conocer¡±: sus habitantes temen que la oposici¨®n en el poder acabe con el asistencialismo al que est¨¢n acostumbrados. De hecho, en las presidenciales de 2013, Maduro perdi¨® casi dos millones de votos chavistas, que no fueron sumados por el candidato de la oposici¨®n, Henrique Capriles. De haberlos captado, hoy ser¨ªa jefe de gobierno porque Maduro le gan¨® por s¨®lo 234.935 sufragios.