Marruecos se asoma a la incertidumbre, tras cuatro meses sin Gobierno
Los islamistas del PJD, vencedores de las ¨²ltimas elecciones, y los partidos m¨¢s afines al rey no logran formar una coalici¨®n
La vida discurre por Marruecos con aparente normalidad, como hace cuatro meses, cuando el islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD), y su secretario general, Abdelil¨¢ Benkir¨¢n, ganaron por segunda vez consecutiva unas elecciones legislativas. El rey le encarg¨® formar su Ejecutivo, pero Benkir¨¢n no ha podido reunir a¨²n la mayor¨ªa suficiente para formar ese Gobierno. La prensa m¨¢s oficialista lo culpa directamente a ¨¦l. Y la m¨¢s cr¨ªtica achaca este vac¨ªo a los impedimentos que desde Palacio supuestamente imponen a los islamistas.
Cada semana, el Ministerio del Interior suele anunciar la detenci¨®n de alg¨²n grupo yihadista que preparaba un atentado. La seguridad parece garantizada y la pol¨ªtica exterior, que depende plenamente del rey, tambi¨¦n. Y cuando es preciso cerrar filas para votar algo vital para el pa¨ªs, como la carta de constituci¨®n de la Uni¨®n Africana, se consigue nombrar presidente del Parlamento y todos los diputados votan a favor de esa carta. Sin embargo, esa aparente normalidad cada vez presenta m¨¢s fisuras. Por ejemplo: los 395 diputados del Parlamento que votaron al un¨ªsono a favor de integrarse en la Uni¨®n Africana, llevaban casi tres meses sin cobrar, a causa de que no se hab¨ªa formado Gobierno y no estaba elegido el presidente de la C¨¢mara.
Hay empresarios, que prefieren mantenerse en el anonimato, que se quejan de la falta de interlocutores v¨¢lidos para emprender negocios. Otros aseguran que todo sigue igual porque las licitaciones para los grandes proyectos suelen depender de Palacio. Hay proyectos que se retrasan, como la construcci¨®n del puerto de aguas profundas de Kenitra, pero no est¨¢ claro si el retraso se debe a la falta de Ejecutivo o a la falta de financiaci¨®n. En cualquier caso, los efectos de cuatro meses sin Gobierno electo no solo ata?en al terreno econ¨®mico.
El analista Mustafa El Shimi, cree que por primera vez en la historia de Marruecos se est¨¢n viendo enfrentadas dos formas de legitimidad: ¡°La mon¨¢rquica, que es consensual, hist¨®rica y religiosa, frente a la legitimidad electoral conseguida por el PJD, que consigui¨® aumentar el n¨²mero de votos que ya obtuvo en 2011¡±. El Shimi sostiene que la incertidumbre econ¨®mica no data solo de los cuatro meses sin Gobierno electo sino desde que en julio de 2016 se aprob¨® el calendario electoral. ¡°Ya desde entonces, los inversores no saben a qu¨¦ atenerse. En octubre de 2016, el Gobierno saliente present¨® un proyecto de ley de finanzas. Y desde entonces, ese proyecto est¨¢ en el aire¡±.
¡°El mensaje impl¨ªcito que se est¨¢ dando al ciudadano es que no es el pueblo el que decide el Gobierno, sino el Palacio Taoufik Bouacherine, director del peri¨®dico Ajbar Alyawm
El Shimi considera que Marruecos vive un momento de regresi¨®n c¨ªvica y pol¨ªtica, donde ¡°se est¨¢ haciendo todo lo posible para que el partido que consigui¨® mayor aprobaci¨®n electoral, no gobierne otros cinco a?os¡±.
Taoufik Bouacherine, director del peri¨®dico Ajbar Alyawm [Diario de Hoy], asegura que cuatro meses sin Gobierno electo no solo han causado ya un impacto negativo en lo econ¨®mico, sino en el plano pol¨ªtico. ¡°El mensaje impl¨ªcito que se est¨¢ dando al ciudadano es que no es el pueblo el que decide el Gobierno, sino el Palacio. La gente fue a votar pensando que su voto servir¨ªa para algo y ahora ve que no sirvi¨® de nada. El hecho de que haya que formar alianzas no debe ser un problema, porque desde que Marruecos obtuvo la independencia en 1956 siempre ha habido Gobiernos de alianza, el sistema electoral no permite las mayor¨ªas absolutas. Lo peor de todo es que el sistema pol¨ªtico pierde legitimidad ante el pueblo. Marruecos es en una inmensa sala de espera, todo el mundo espera.¡±.
Hay gente como Toufiq Slimani, periodista marroqu¨ª del citado medio, para quien estar sin Gobierno electo en Marruecos no tiene un impacto directo sobre los ciudadanos. ¡°Porque la ¨²ltima palabra en los asuntos decisivos en su vida cotidiana la tiene la monarqu¨ªa. Ella es la que designa los ministerios de Interior, Exteriores, Asuntos Religiosos y Defensa. Por eso muchos j¨®venes no fueron a votar en las ¨²ltimas elecciones, y ahora sienten que ten¨ªan raz¨®n, el bloque al Gobierno les est¨¢ dando la raz¨®n. El caso de Marruecos no tiene nada que ver con el de Espa?a, donde la existencia de un Gobierno provisional afecta mucho a sus relaciones exteriores¡±. Slimani considera que si el bloqueo contin¨²a el pueblo marroqu¨ª desconfiar¨¢ a¨²n m¨¢s del sistema y se terminar¨¢n destruyendo los partidos pol¨ªticos, ¡°que ya est¨¢n bastante desgastados¡±.
Respecto a los perjuicios que puede acarrear esta situaci¨®n, Fouad Abdelmoumni indic¨® a este diario a t¨ªtulo personal y no como responsable de Transparencia Marruecos: ¡°Hay un coste a pagar respecto a los ministros y parlamentarios que llevan meses sin la satisfacci¨®n de atender la misi¨®n por la que se les paga. Hay muchos costes tambi¨¦n en cuanto a sus gabinetes, locales, veh¨ªculos y equipos de trabajo. Tambi¨¦n est¨¢ el coste de la incapacidad de aprobar leyes, nombramientos, circulares, que cualquier Gobierno toma en respuesta a las necesidades de los ciudadanos y empresas. Pero el coste m¨¢s pesado y grave, en mi opini¨®n, es el descr¨¦dito de las instituciones, de las ¨¦lites y de los partidos. Todo ello en beneficio del monopolio de la soberan¨ªa por la monarqu¨ªa y sus pr¨®ximos, al margen de toda legitimidad electoral ni posibilidad de control o de sanci¨®n¡±.
Para Abdelmoumni, el desaf¨ªo pol¨ªtico mayor que afronta Marruecos es el equilibrio que hay que establecer entre soberan¨ªa popular y soberan¨ªa real. Ese es el factor que subyace, seg¨²n?Abdelmoumni, detr¨¢s de estos cuatro meses de Gobierno provisional.
Una sociedad donde los abstencionistas son mayor¨ªa
Chiba Ahmed, alto funcionario del ministerio de Finanzas y miembro fundador de la Red Marroqu¨ª de Defensa de los Bienes P¨²blicos, sostiene ¡°como ciudadano y activista asociativo¡±, que la crisis pol¨ªtica de Marruecos deber¨ªa conducir a la ¡°reforma radical de la Constituci¨®n de 2011, que fue redactada deprisa, bajo la presi¨®n de la primavera ¨¢rabe marroqu¨ª¡±. ¡°A medio t¨¦rmino¡±, a?ade Ahmed, no se puede gestionar un pa¨ªs a trav¨¦s de los ministros del Gobierno saliente o mediante el Gabinete Real, porque es preciso aprobar leyes y decretos que ni el Gobierno saliente ni el Palacio tienen competencias constitucionales para hacerlo¡±.
Ahmed insiste en un punto en el que coinciden todas las fuentes consultadas: la "p¨¦rdida de credibilidad" respecto a la pol¨ªtica, en una sociedad donde "la tasa de participaci¨®n efectiva", en las elecciones "solo rond¨® el 20%". Aunque la participaci¨®n se situ¨® en un 43% de los inscritos en la lista electoral, hay varios millones de marroqu¨ªes que ni siquiera quieren inscribirse en las listas, con lo cual, la participaci¨®n real para diversos analistas apenas lleg¨® al 23%.
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