Trump acusa a los jueces que bloquean su decreto migratorio de estar ¡°politizados¡±
"El muro [con M¨¦xico] ya se est¨¢ dise?ando", dice el presidente
Donald Trump acus¨® este mi¨¦rcoles a los tribunales de estar politizados por haber paralizado su pol¨¦mico decreto migratorio. "No quiero llamar a una corte sesgada, as¨ª que no lo har¨¦, pero los tribunales parecen muy pol¨ªticos", dijo. El presidente de Estados Unidos desacredit¨® la tarea de los jueces, en la l¨ªnea en la que hace poco hizo con los servicios de inteligencia ¨Cpor los ciberataques atribuidos a Rusia para favorecerle en las elecciones- o con la prensa, a la que da tratamiento de puro opositor pol¨ªtico.
Trump escogi¨® una conferencia en Washington con jefes de Polic¨ªa y oficiales para la diatriba. En su tono hiperb¨®lico, dijo que el decreto en cuesti¨®n ¡°estaba redactado de forma preciosa¡± y que ¡°hasta un mal estudiante lo entender¨ªa¡±. Fue elegido presidente, recalc¨®, por haberse erigido en el candidato de ¡°la ley y el orden¡±, al m¨¢s puro estilo nixoniano, y se refiri¨® a otra de sus promesas estelares, la construcci¨®n de un muro fronterizo con M¨¦xico para frenar la inmigraci¨®n ilegal. ¡°Cre¨ªan que lo dec¨ªa en broma, pero yo no bromeo¡±, espet¨®, ¡°el muro ya se est¨¢ dise?ando¡±. ¡°Pregunten a Israel sobre muros. ?Los muros funcionan? Simplemente, pregunten a Israel, funcionan si se hacen como es debido", remat¨®.
La orden migratoria de Trump, que bloqueaba temporalmente la entrada en Estados Unidos de ciudadanos de siete pa¨ªses de mayor¨ªa musulmana, est¨¢ paralizada por un juez de Seattle mientras se resuelve el fondo de la misma en los tribunales, a ra¨ªz de la demanda que presentaron contra la orden los estados de Washington y Minnesota. "Es triste, creo que es un d¨ªa triste. Creo que nuestra seguridad est¨¢ en riesgo hoy", reproch¨® el republicano, e insisti¨® en que el presidente tiene competencias en materia de pol¨ªtica migratoria y seguridad y que los jueces no deber¨ªan poner palos en las ruedas.
Pero la justicia limita e interviene en las decisiones presidenciales, forma parte del funcionamiento del sistema en Estados Unidos y un buen pu?ado de reg¨ªmenes democr¨¢ticos. Barack Obama lo experiment¨® en su propia presidencia: hace justo un a?o el Supremo paraliz¨® su reforma contra el cambio clim¨¢tico, un decreto con una bater¨ªa de medidas para reducir las emisiones contaminantes que 27 estados hab¨ªan llevado a los tribunales.
Y tambi¨¦n qued¨® bloqueado su propio plan migratorio, que hab¨ªa sido aprobado en 2014 y que, como medida estrella, contemplaba un permiso temporal de residencia y trabajo a la mitad de los casi 11 millones de inmigrantes sin papeles que, seg¨²n diferentes c¨¢lculos, est¨¢n en Estados Unidos. El Alto tribunal no tild¨® de ilegal la reforma de Obama, sino que se produjo un empate de los ocho jueces del Supremo al respecto (cuatro estaban a favor y cuatro en contra) y, por tanto, prevalec¨ªa la ¨²ltima sentencia de una Corte federal, que decidi¨® ponerla en el congelador.
Obama tambi¨¦n expres¨® en su momento su frustraci¨®n por la decisi¨®n judicial ¨C ¡°nos aleja a¨²n m¨¢s del pa¨ªs que aspiramos a ser¡±, dijo- , pero las palabras de Trump de este mi¨¦rcoles entran en el terreno de la descalificaci¨®n del sistema. En su encuentro con los polic¨ªas, utiliz¨® un vocabulario duro y confi¨® en la colaboraci¨®n de las fuerzas policiales a la hora de detener a los inmigrantes irregulares, de los que saben sus nombres y apodos, algo para lo que no conf¨ªa tanto en las agencias federales. ¡°Los sacaremos fuera del pa¨ªs y les devolveremos al lugar del que vinieron¡±, enfatiz¨® este mi¨¦rcoles.
Trump ha vinculado muchas veces los ¨ªndices de criminalidad en las ciudades con la presencia de extranjeros en situaci¨®n irregular. En la convenci¨®n republicana que le coron¨® como candidato a la Casa Blanca, el pasado verano en Cleveland, llev¨® al escenario al menos a tres familiares de personas asesinadas por inmigrantes sin papeles como argumento para frenar el flujo de indocumentados. No existen informes s¨®lidos que muestren que el repunte de cr¨ªmenes tenga que ver con este problema. Tampoco es cierto que Estados Unidos est¨¦ experimentando una tasa de homicidios m¨¢s alta en cuatro d¨¦cadas, algo que el presidente dijo tambi¨¦n, sino que en 2015 esta tasa subi¨® al ritmo m¨¢s elevado en casi medio siglo, un c¨¢lculo que The New York Times public¨® en septiembre a partir de los datos del FBI.
Desde la campa?a electoral, el ahora presidente de Estados Unidos prometi¨® mano dura contra la delincuencia. Ha tomado como ejemplo Chicago, una gran metr¨®polis americana que vive una verdadera epidemia de homicidios y sufre un grave problema de bandas criminales. Y ha prometido ¡°acci¨®n nacional¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Caso ciberataques rusos
- Donald Trump
- Trama Rusa
- Ataques inform¨¢ticos
- Casa Blanca
- Incidentes elecciones
- Kremlin
- Elecciones EE.UU. 2016
- Elecciones EE.UU.
- Mosc¨²
- M¨¦xico
- Inmigraci¨®n
- Estados Unidos
- Elecciones presidenciales
- Rusia
- Casos judiciales
- Espionaje
- Norteam¨¦rica
- Migraci¨®n
- Gobierno
- Seguridad internet
- Elecciones
- Europa este
- Demograf¨ªa
- Latinoam¨¦rica
- Edici¨®n Am¨¦rica