Los acreedores exigen nuevos ajustes a Grecia a cambio de relajar las metas fiscales
Las instituciones quieren que Atenas se comprometa a recortar 3.600 millones si incumple los objetivos
Grecia vuelve a territorio crisis. Y no es una crisis m¨¢s: la llegada de Donald Trump impide a Europa volver a fallar por tercera vez. Las instituciones europeas y el FMI olvidaron el viernes viejas y nuevas rencillas y rehicieron su frente com¨²n para proponer un trato a Grecia: Europa y el Fondo exigen a Atenas que se comprometa a hacer nuevos ajustes de forma autom¨¢tica si incumple los objetivos fiscales. A cambio, habr¨¢ concesiones: metas fiscales m¨¢s relajadas, compras de deuda del BCE y una futura reestructuraci¨®n que no termina de llegar.
Con Grecia nunca se sabe si una crisis es una tormenta en un vaso de agua o el primer paso hacia el apocalipsis. Pero los mercados han subido el fuego: el bono a dos a?os griego paga de nuevo intereses superiores al 10% ante el temor a que el tercer rescate descarrile como los anteriores, y esta vez sin el respaldo del FMI, que es como decir de EE UU. El Eurogrupo y el FMI convocaron de urgencia al ministro griego, Euclides Tsakalotos, con la en¨¦sima oferta sobre la mesa: los acreedores quieren que Grecia cumpla a rajatabla lo pactado y se comprometa a activar una nueva ronda de futuros ajustes ¡ªsi son necesarios¡ª a cambio de concesiones.
El jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, explic¨® al final de la reuni¨®n que las instituciones volver¨¢n a Atenas la semana pr¨®xima. ¡°Ha habido grandes progresos¡±, dijo el holand¨¦s sin concretar, ¡°y hay entendimiento en que habr¨ªa que acabar a tiempo el segundo examen del rescate¡±. El Eurogrupo se re¨²ne el pr¨®ximo 20 de febrero, aunque varias fuentes europeas apuntan a que ese examen podr¨ªa alargarse hasta mediados de marzo, una vez pasen las elecciones holandesas.
Nadie se f¨ªa a¨²n de Grecia a juzgar por las exigencias planteadas. Para empezar, los acreedores quieren que el Gobierno haga los deberes ya pactados. Reclaman una rebaja del umbral a partir del cual las familias no pagan a Hacienda, para elevar las bases imponibles. Solicitan una mayor liberalizaci¨®n energ¨¦tica. Y exigen m¨¢s recortes de pensiones y una vuelta de tuerca a la reforma laboral, pese a que en solo cuatro a?os Atenas ha rebajado en 12 ocasiones las pensiones y los sueldos p¨²blicos. El Ejecutivo griego se niega a aprobar un nuevo tijeretazo en las pensiones y apunta que no acepta ¡°demandas irracionales¡±.
Pero Europa y el FMI quieren garant¨ªas adicionales: pretenden que Tsakalotos se comprometa por adelantado a activar ajustes autom¨¢ticos, por ley, si incumple las metas fiscales. Los acreedores, seg¨²n las fuentes consultadas, apuntan a un recorte del 1% del PIB al final del programa, y otro 1% m¨¢s adelante. En total, 3.600 millones m¨¢s en un pa¨ªs cuya depresi¨®n recuerda a alguno de los libros de John Steinbeck.
A cambio, Europa liberar¨¢ fondos, imprescindibles para que Grecia no corra el riesgo de suspender pagos tan pronto como en julio. El BCE incluir¨¢ los bonos griegos en su programa de compra de activos. Y Dijsselbloem apunt¨® que tambi¨¦n est¨¢ sobre la mesa una posible relajaci¨®n de los objetivos fiscales, calificados como poco realistas por el FMI. El programa prev¨¦ que Grecia consiga un super¨¢vit fiscal primario (sin contar el pago de intereses) del 3,5% del PIB en 2018, y siga en ese list¨®n a medio plazo. ¡°Eso es algo que probablemente ning¨²n pa¨ªs ha logrado jam¨¢s¡±, admiten fuentes europeas. Bruselas aboga por metas en torno al 2%.
Esa relajaci¨®n fiscal esconde la madre de todas las batallas: la mil veces prometida reestructuraci¨®n de deuda. La rebaja de las metas fiscales provocar¨ªa autom¨¢ticamente un deterioro de los niveles de endeudamiento. El Eurogrupo aprob¨® hace unas semanas un t¨ªmido alivio; el FMI pide m¨¢s ¡ªy avisa de que sin una ambici¨®n mayor no pondr¨¢ un solo euro adicional¡ª, pero esa es una l¨ªnea roja para los europeos. La soluci¨®n podr¨ªa ser pactar ya ese jubileo de la deuda que se activar¨¢ a partir de 2018, cuando acabe el rescate. Pero Berl¨ªn se niega.
El cap¨ªtulo actual de la crisis griega se parece sospechosamente a los anteriores: presi¨®n por el lado europeo, amago de crisis pol¨ªtica en Atenas y, una vez m¨¢s, una posible salida del euro en la rec¨¢mara. Pero las fuentes consultadas destacan la emergencia de un nuevo factor: con Trump en el Despacho Oval, Europa no puede permitirse un nuevo fiasco ni que las cuentas de la deuda no le salgan al FMI y el directorio de la instituci¨®n no arrime el hombro. Trump dijo en campa?a que Grecia estar¨ªa mejor fuera del euro. Y su favorito para ocupar la embajada ante la UE, Ted Malloch, asegura que ser¨ªa un error que el FMI siguiera en Grecia sin una quita de deuda sustancial. Europa, en fin, se juega mucho en Atenas.
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