La enmienda 25 y la destituci¨®n de Trump
La salud mental del presidente de EE UU es cuestionada por primera vez por connotados expertos
La Secci¨®n Cuarta de la Vigesimaquinta enmienda de la Constituci¨®n de los Estados Unidos establece que ¡°cuando el vicepresidente y la mayor¨ªa de los principales funcionarios de los departamentos ejecutivos o de cualquier otro cuerpo que el Congreso autorizara por ley transmitir al presidente pro tempore del Senado y al presidente de la C¨¢mara de Representantes, su declaraci¨®n escrita que el presidente est¨¢ imposibilitado para ejercer los poderes y obligaciones de su cargo, el vicepresidente inmediatamente asumir¨¢ los poderes y obligaciones del cargo como presidente en funciones¡±.
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Por consiguiente, si Pence, vicepresidente, y la mayor¨ªa de los secretarios de Estado (principales integrantes del gabinete de Trump) o cualquier otro organismo autorizado por ley a trav¨¦s del Congreso declararan al presidente como incapaz para ejercer sus obligaciones, el vicepresidente las asumir¨¢.
Pero hay m¨¢s: si Trump ¡°transmitiera al presidente pro tempore del Senado y al presidente de la C¨¢mara de Representantes su declaraci¨®n escrita que no existe imposibilidad alguna, asumir¨¢ de nuevo los poderes y obligaciones de su cargo, a menos que el vicepresidente y la mayor¨ªa de los funcionarios principales de los departamentos ejecutivos o de cualquier otro cuerpo que el Congreso haya autorizado por ley transmitir, en el t¨¦rmino de cuatro d¨ªas, al presidente pro tempore del Senado y al presidente de la C¨¢mara de Representantes su declaraci¨®n escrita que el presidente est¨¢ imposibilitado para ejercer los derechos y deberes de su cargo. Entonces el Congreso decidir¨¢ qu¨¦ soluci¨®n debe adoptarse, para lo cual se reunir¨¢ en el t¨¦rmino de cuarenta y ocho horas, si no estuviera en sesi¨®n. Si el Congreso, en el t¨¦rmino de 21 d¨ªas de recibida la ulterior declaraci¨®n escrita o, de no estar en sesi¨®n, dentro de los 21 d¨ªas de haber sido convocado a reunirse, determinara por voto de las dos terceras partes de ambas C¨¢maras que el presidente est¨¢ imposibilitado para ejercer los poderes y obligaciones de su cargo, el vicepresidente continuar¨¢ desempe?ando el cargo como presidente en funciones; de lo contrario, el presidente asumir¨¢ de nuevo los derechos y deberes de su cargo¡±.
He aqu¨ª otra vertiente para la destituci¨®n de Trump, esta vez originada en su invalidez mental, a diferencia de Nixon o de Clinton. Todo lo anterior viene al cuento porque renombrados psiquiatras y psic¨®logos escribieron una carta al New York Times para alertar sobre la ¡°incapacidad para servir como presidente de forma segura¡±. ¡°Sus discursos y acciones indican que no es capaz de tolerar diferentes puntos de vista, lo que le lleva a tener reacciones de rabia¡±, expresaron.
La salud mental del presidente Donald Trump es cuestionada por primera vez por connotados expertos en salud mental de Estados Unidos, como las universidades de Boston, la Escuela de Medicina, Harvard, Columbia, Washington, Pennsylvania, entre otras, quienes indican ¡°que el mandatario tiene incapacidad para empatizar con las ideas de otras personas¡±. Sus discursos y acciones indican su manifiesta imposibilidad de aceptar puntos de vista distintos a los suyos y que dicha intolerancia lo conduce a ¡°distorsionar la realidad para adaptarla a su estado psicol¨®gico, as¨ª como a atacar a aquellos que ponen en evidencia sus acciones, como a periodistas y cient¨ªficos¡±.
Trump distorsiona la realidad cuando afirma que tambi¨¦n habr¨ªa ganado el voto popular si tres millones de inmigrantes ilegales no hubieran votado por la se?ora Clinton, de la misma manera en que lo hace al confesar que ¡°¨¦l y la exsenadora republicana Kelly Ayotte habr¨ªan ganado en Nueva Hampshire si no hubieran votado personas que fueron llevadas de otros estados¡±.
Soy novelista, lo confieso, y tal vez por la misma raz¨®n sue?o con la aplicaci¨®n de la Secci¨®n Cuarta de la Vigesimaquinta enmienda de la Constituci¨®n de los Estados Unidos, misma que, desde luego, no corresponde al mundo de las fantas¨ªas. El dispositivo legal ya existe en la realidad, ahora s¨®lo falta que Trump contin¨²e emitiendo pruebas que confirmen sus temerarias patolog¨ªas. Por lo pronto, creo que el proceso de destituci¨®n no vendr¨¢ por sus conflictos de salud mental, sino por sus actividades encubiertas con Putin que, d¨ªa a d¨ªa, salen a la luz p¨²blica. Las instituciones democr¨¢ticas de Estados Unidos est¨¢n a prueba¡
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