La Acr¨®polis no se alquila
Las autoridades griegas rechazan una propuesta de una firma de moda para desfilar junto al Parten¨®n a cambio de dos millones de euros
La marca italiana Gucci no desfilar¨¢ en la Acr¨®polis de Atenas. Dicho as¨ª, esto no pasar¨ªa de ser una no noticia, un no suceso, por no hablar de lo poco fiable que resulta un enunciado en negativo. Pero rascando un poco la superficie del glamur, nos topamos no s¨®lo con la mercantilizaci¨®n del arte o la historia, algo nada infrecuente en nuestros d¨ªas, sino con una propuesta irritante, por parte de los responsables de la firma de lujo, a la endeudada Grecia.
Gucci pidi¨® permiso a las autoridades arqueol¨®gicas del pa¨ªs para celebrar en junio un desfile de 15 minutos de duraci¨®n entre el Erectheion y la cara norte del Parten¨®n, para lo que, obviamente, el recinto arqueol¨®gico deber¨ªa cerrarse al p¨²blico adem¨¢s de convertirse por unas horas en tenderete de la mercadotecnia. Los organizadores lo ten¨ªan todo previsto: la pasarela, una tienda a modo de dress room, perd¨®n, de vestuario, as¨ª como torres met¨¢licas de 7-8 metros para instalar los altavoces y las luces. Al desfile asistir¨ªan 300 invitados, el 10% de ellos griegos, el 80% editores de moda europeos y norteamericanos, y el 10% restante, estrellas de Hollywood. A cambio de la autorizaci¨®n, Gucci ofrec¨ªa dos millones de euros al Gobierno griego en cinco a?os en concepto de ayuda a la restauraci¨®n de los monumentos de la Acr¨®polis (Parten¨®n, Erectheion y templo de Atenea Nike), o de cualquier otro tesoro arqueol¨®gico del pa¨ªs que decidieran las autoridades competentes.
Hasta ah¨ª podr¨ªa entenderse la desprendida propuesta italiana, pero los de Gucci cometieron un error imperdonable para el orgullo nacional griego: el evento ¡ªese palabro tan asociado a fastos de este estilo¡ª servir¨ªa tambi¨¦n para hacer publicidad al Parten¨®n y la Acr¨®polis por la asistencia de tanta luminaria de Hollywood y del mundo fashion, subrayaba la solicitud de Gucci. Hablando en plata, que por 15 minutos de desfile os pueden entrar de rond¨®n unos cuantos turistas y celebridades, que esto del desfile es un aut¨¦ntico chollo, si es que no lo quer¨¦is ver¡
¡°Estamos siempre abiertos a [recibir] apoyo financiero, pero la dificultosa situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs no es un argumento para ceder el monumento¡±, manifest¨® un alto cargo del Ministerio de Cultura tras conocer el rechazo de la solicitud por parte del Consejo Arqueol¨®gico Central (KAS, en sus siglas griegas), guardi¨¢n del legado hist¨®rico nacional. Por si no quedara claro, ¡°la Acr¨®polis es un s¨ªmbolo para toda la humanidad que no puede ser objeto de transacciones comerciales¡±, a?adi¨® el portavoz de Cultura. En parecidos t¨¦rminos se expres¨® la ministra del ramo, Lydia Koniordu: ¡°El Parten¨®n no es un monumento cualquiera (¡) Nuestro capital es nuestro patrimonio cultural y la belleza de este pa¨ªs. Si este capital lo invertimos de forma err¨®nea le quitamos el valor".
Un gesto de "abyecto cinismo"
El diario Kathimerini, en las ant¨ªpodas del amarillismo o el sensacionalismo atrabiliario, no fue tan diplom¨¢tico y consider¨® la propuesta de Gucci directamente una humillaci¨®n, recordando que el lugar es un ¡°fulgurante s¨ªmbolo de la democracia¡± (algo parecido dijo el expresidente Barack Obama al visitar la Acr¨®polis en noviembre pasado). ¡°El argumento de que [el desfile] ser¨¢ beneficioso por la inyecci¨®n de dinero o por la publicidad no es nada m¨¢s que el disfraz de un abyecto cinismo¡±, a?ad¨ªa el diario.
La marca de lujo rechaz¨® otros escenarios alternativos para celebrar el desfile que le plantearon las autoridades helenas y, erre que erre, insisti¨® en su habitual patrocinio y mecenazgo de instituciones culturales y monumentos. Pero en Grecia pinch¨® en hueso: el legado de la historia no dar¨¢ de comer ¡ªo s¨ª, a juzgar por el lleno total de turistas en la Acr¨®polis, a diario¡ª, pero alimenta, y mucho.
PD: Aunque el KAS da permisos con cuentagotas, incluso para sesiones acad¨¦micas o reportajes de viajes, es cierto que la Acr¨®polis ha sido escenario, entre otros, de un desfile de moda de la casa Dior en 1951 y, posteriormente, de sendos rodajes de Nia Vardalos (la autora de Mi gran boda griega) y Francis Ford Coppola. En 2008, incluso, la ¨ªnclita Jennifer Lopez obtuvo autorizaci¨®n para una sesi¨®n de fotos, recuerda Kathimerini, pero porque el ministro de Cultura de entonces puente¨® al KAS¡ y a¨²n no se le ha perdonado (ni al ministro ni a JLo).
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