La odisea de los nuevos europeos
Los inmigrantes son el centro de un intenso debate pol¨ªtico en Europa. EL PA?S emprende una serie de reportajes para comprender este fen¨®meno a trav¨¦s del seguimiento, durante 500 d¨ªas, de los futbolistas de Alma de ?frica, un equipo de inmigrantes de Andaluc¨ªa
Modu Dione es el ¨²ltimo fichaje. Senegal¨¦s. Lleg¨® en patera. Su padre vende cebollas. ¡°Es que all¨ª los mercados no son como aqu¨ª. Los tenderos venden una sola cosa, no varias¡±, explicaba un domingo lluvioso de febrero, mientras ve¨ªa c¨®mo sus futuros compa?eros en Alma de ?frica ganaban por 2-0 en un campo de f¨²tbol municipal de Jerez de la Frontera. Modu, de 26 a?os, se unir¨¢ en breve a este equipo de inmigrantes y algunos espa?oles que juega en la tercera divisi¨®n andaluza.
Los 90 minutos del partido dominical y los entrenamientos son el momento cumbre de la semana, tiempo de risas, de complicidad con los colegas, de evadirse de las dificultades cotidianas: estar en paro, que el dinero casi no llegue para el alquiler o para mantener a la familia, no saber a veces d¨®nde dormir¨¢s esta noche o el mes que viene. O el temor a que no te den o renueven los papeles o, peor a¨²n, a que te expulsen.
¡°Alma de ?frica no me da trabajo, pero me da alegr¨ªa tenerlo en mi vida¡±, afirma Issa Abdou (26 a?os, banda izquierda, Camer¨²n).
Todos han descubierto que la vida en Espa?a es m¨¢s compleja de lo que imaginaron al partir hacia la so?ada Europa, varios de ellos con el sue?o de ser el pr¨®ximo Eto¡¯o o Zidane. ¡°El sistema europeo no es tan f¨¢cil como lo pens¨¢bamos en ?frica, ?eh? Aqu¨ª hay muchos temas que el que viene de fuera tiene que aprender¡±, asegura Yves Florent Fieusse (32 a?os, defensa, Camer¨²n), que salt¨® la valla en la Nochebuena de 2011. Lo corrobora Rodrigo G¨®mez, responsable de la ONG Accem en C¨¢diz: ¡°Todav¨ªa llega gente que pregunta si con la orden de expulsi¨®n puede trabajar. El nivel de desconocimiento cuando se embarcan es muy alto¡±.
Los altibajos de estos futbolistas ¡ªmuchos llegados solos de adolescentes¡ª permiten vislumbrar la realidad de los inmigrantes en Espa?a. Es un colectivo que en dos d¨¦cadas se ha multiplicado por diez (4,6 millones empadronados, un 10% de la poblaci¨®n) sin generar grandes tensiones ni conflictos incluso durante la dur¨ªsima crisis econ¨®mica en la que el paro lleg¨® al 26,9% (entre los extranjeros, al 37,7%) y tras el atentado yihadista del 11-M.
Alma de ?frica naci¨® como un proyecto social, adem¨¢s de deportivo. ¡°Intentamos ayudarles laboral y administrativamente, pero es dificil¨ªsimo¡±, admite Alejandro Ben¨ªtez, 53 a?os, presidente del club. El contexto es hostil. El paro alcanza el 36% en Jerez de la Frontera, en C¨¢diz, la provincia con m¨¢s desempleo.
El equipo es una realidad. Juega su segunda temporada, ha tenido repercusi¨®n medi¨¢tica, ha atra¨ªdo patrocinadores y medio centenar de socios, pero la b¨²squeda de financiaci¨®n y respaldo para una tercera temporada ha empezado. Los futbolistas, que juegan de verde con un art¨ªculo, retocado, de la Declaraci¨®n Universal de Derechos Humanos en el pecho, reciben una peque?a compensaci¨®n (5 euros) por partido o entrenamiento, pero la mayor¨ªa sigue sin empleo, busc¨¢ndose la vida.
Hicham Aidami (23 a?os, lateral derecho, Marruecos) consigui¨® su ¨²ltimo trabajo gracias a Irene Gonz¨¢lez, 32 a?os, secretaria en la directiva, community manager e hija de la mujer que inspir¨® Alma de ?frica, que pidi¨® jardineros en el grupo de Whatsapp del equipo. El marroqu¨ª y su compatriota Hamza Charafi (23 a?os, lateral derecho), que sabe ingl¨¦s porque hace un tiempo se busc¨® la vida en Londres, se apuntaron los primeros. Ya ten¨ªan el trabajo, ahora necesitaban rastrillo, pico, cortasetos... Las gestiones se multiplicaron. Los consiguieron. ¡°Tuve que ir a recogerlo porque no quer¨ªa ir con un pico por la calle. ¡®Soy inmigrante, no quiero arriesgarme a que pase cualquier cosa¡±, recuerda ella que le dijo. Hicham, que se est¨¢ sacando el Graduado Escolar, cuenta que el trabajo dur¨® seis d¨ªas; gan¨® 9 euros por hora. ¡°Ojal¨¢ podamos encontrar otro trabajito as¨ª¡±, dice.
The New Arrivals
Cuatro millones de inmigrantes han llegado a Espa?a en dos d¨¦cadas en avi¨®n, en patera o saltando la valla. M¨¢s de un mill¨®n de personas pidieron asilo en Europa en 2016. EL PA?S cuenta, en un proyecto de 500 d¨ªas con los diarios The Guardian, Der Spiegel y Le Monde, c¨®mo se adaptan estos nuevos europeos y c¨®mo Europa se adapta a ellos. Una mirada a un fen¨®meno que est¨¢ transformando Espa?a y el continente
El camerun¨¦s Yves se coloca todos los d¨ªas que no llueve bajo el mismo ¨¢rbol en una barriada de Jerez y se ofrece a limpiar coches. ¡°En seco, por dentro y por fuera¡±. Dice que los 300 euros que saca le dan para vivir. Un oficio que le ense?¨® su compatriota Eric Rafael Kameni (38 a?os, vicepresidente del club, defensa) y que ¨¦l ense?¨® a Abdulayemignane Diouf (Abdul para los amigos, 21 a?os, delantero, Senegal). Abdul debut¨® en el equipo hace un par de domingos. Aunque el ojeador de futbolistas marroqu¨ª por el que dej¨® su casa le enga?¨®, a¨²n sue?a con ganarse la vida marcando goles. Sabe que es muy dif¨ªcil.
Ni siquiera para quien tiene papeles es f¨¢cil la vida. El capit¨¢n, Ahmed Moctar Fall Falle (conocido como Mahu, 25 a?os, defensa, Senegal), trabaja en un puesto ambulante cuya due?a le ense?¨® pacientemente a leer, escribir y espa?ol. No consigue un empleo mejor pagado con el que mantener a sus dos hijos, a su esposa y mandar algo cada mes a su madre. ¡±Lo que quiero es un trabajo bueno. [Aqu¨ª] no vas a encontrar, ni con alta ni sin alta [en la Seguridad Social]¡±. Papeles y trabajo. El binomio que domina sus vidas fuera del campo.
G¨®mez, de Accem, describe Alma de ?frica tambi¨¦n como ¡°la red social que falta¡±. El equivalente a la familia extensa que ha mitigado la crisis en Espa?a.
Ya lo dice su grito de guerra.
¡ª ?Qu¨¦ somos?
¡ª Un equipo, rugen.
¡ª ?Qu¨¦ somos?
La mayor¨ªa de ellos lleva suficiente en el pa¨ªs para hablar espa?ol y salpicar las frases con el t¨ªpico ¡°pisha¡±
¡ª Una familiaaaa.
¡ª ?Qui¨¦nes somos?
¡ª Alma de ?frica.
Los futbolistas de Alma de ?frica son el hilo conductor de la parte espa?ola de un proyecto a largo plazo para seguir a inmigrantes y refugiados mientras se asientan en Europa. EL PA?S trabaja en colaboraci¨®n con The Guardian, Der Spiegel y Le Monde para dar una visi¨®n panor¨¢mica de fen¨®meno en cuatro grandes pa¨ªses europeos. Seguiremos a los futbolistas de Jerez, la adaptaci¨®n de un ni?o afgano y su padre en Reino Unido, a una familia siria reci¨¦n llegada a Alemania y a otra familia de Sud¨¢n que no logr¨® amparo en Israel y va a instalarse en Francia.
El equipo de f¨²tbol jerezano naci¨® del empe?o de Quini Rodr¨ªguez, enfermero, por homenajear a su hermana. Volvamos atr¨¢s. Es el oto?o de 2013. Mar¨ªa del Carmen, Macar, muere a los 56 a?os de c¨¢ncer de pulm¨®n tras sobrevivir a uno de ¨²tero a los 30 y a uno de mama a los 40. Su hermano quiere crear algo para recordar a esta mujer solidaria, pero no tiene claro el qu¨¦ hasta que, paseando por la Pradera, una inmensa explanada que lleg¨® a acoger partidos de polo, se topa con un grupo de africanos que, entre discusi¨®n y discusi¨®n, juegan una pachanga como cada domingo. Promete traerles un ¨¢rbitro y un entrenador. A los 15 d¨ªas cumple: regresa con un antiguo compa?ero de clase y ex jugador del Jerez, Alejandro Ben¨ªtez, que hoy es el presi.
El grupo de subsaharianos, magreb¨ªes y el latinoamericano desconfiaba de aquellos dos desconocidos que propon¨ªan convertirles en un equipo de f¨²tbol federado. ?Jugar en una liga! Hasta el d¨ªa en que ¡°nos dijeron que necesitaban nuestros pasaportes (para los tr¨¢mites). Ah¨ª ya vimos que era verdad¡±, recuerda el boliviano Amed Soleto (26 a?os, extremo, Bolivia). ¡°Al principio nadie se lo crey¨®. ?Hostia, pero cuando llega con las fichas!¡±, recuerda con emoci¨®n Hicham.
El juego les ha dado unas cuantas alegr¨ªas. Goles al margen, el orgullo de tener ficha de futbolistas -aficionados, pero federados-, la emoci¨®n de jugar con p¨²blico, con equipaci¨®n (donada). Ser noticia de primera p¨¢gina en el primer ejemplar de 2015 del Diario de Jerez. Grabar en el estadio de Chap¨ªn un videoclip con Pompa Jonda, el grupo jerezano que les regal¨® un himno pegadizo. Recibir el premio Ciudad de Jerez 2016 a la Igualdad y la Integraci¨®n.
La mayor¨ªa de ellos lleva suficientes a?os aqu¨ª para hablar espa?ol y salpicar las frases con el t¨ªpico ¡°pisha¡±. Varios tienen novias o esposas locales. Pero adem¨¢s juegan con cinco espa?oles, una cuota para evitar ser un gueto.
Hace justo un a?o, cuando el desembarco de refugiados e inmigrantes en Grecia estaba en su apogeo, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, hizo una dram¨¢tica s¨²plica. ¡°Quiero hacer un llamamiento a todos los potenciales inmigrantes ilegales econ¨®micos. Seas de donde seas, no vengas a Europa¡±. Muchos no le han hecho caso. A Espa?a llegan unos 350.000 nuevos inmigrantes anuales, seg¨²n el ¨²ltimo Anuario de la Inmigraci¨®n del Cidob (Barcelona Centre for Internacional Affairs). Tambi¨¦n arriban al resto de Europa. Los refugiados en cambio llegan con cuentagotas a este pa¨ªs donde la pol¨ªtica de asilo es muy restrictiva.
¡°Las salidas de inmigrantes superaron claramente las entradas durante un breve periodo¡± de la crisis econ¨®mica, explica Joaqu¨ªn Arango, coordinador del anuario de Cidob y catedr¨¢tico de sociolog¨ªa de la Universidad Complutense. Fue entre 2009 y 2012, y afect¨® m¨¢s a indocumentados, detalla. Arango precisa algunas transformaciones notables del colectivo. Ocho de cada diez tiene la residencia gracias a que demostraron estar arraigados o a regularizaciones extraordinarias (lleg¨® a haber 1,5 millones de indocumentados). La ONG Accem, en cuyos pisos viven varios de los jugadores, es la encargada en C¨¢diz de dar a quienes entran irregularmente la inesperada noticia de que la ley les obliga a vivir tres a?os en la clandestinidad antes de iniciar su legalizaci¨®n.
El futuro de estos futbolistas siempre es incierto: varios sopesan irse a otra ciudad en busca de trabajo, a varios les vence el plazo de estancia en pisos que gestionan ONG, otro est¨¢ pendiente de una documentaci¨®n para casarse, a uno m¨¢s le caduca la residencia en unos meses¡
Son m¨¢s de un mill¨®n los inmigrantes que han obtenido la nacionalidad espa?ola. Amed ha iniciado los tr¨¢mites. Se sabe una especie de privilegiado en comparaci¨®n con sus compa?eros de club porque vive con sus padres (fueron indocumentados, ahora son espa?oles) y porque lleg¨® desde Bolivia en avi¨®n. Aunque fue un vuelo con tres escalas, nada que ver con el salto de la verja por Ceuta o Melilla (los cameruneses Yves, Kameni e Issa), la traves¨ªa en patera (los senegaleses Mahu, Abdul y Modu) o el paso oculto en los bajos de un cami¨®n (los marroqu¨ªes Hicham o Hamza).
Pese a lo espectacular que es que 498 subsaharianos fuercen simult¨¢neamente la valla de Ceuta, como ocurri¨® un viernes de febrero en el mayor salto de la ¨²nica frontera terrestre de la Uni¨®n Europea con ?frica, la inmensa mayor¨ªa de los extranjeros llega a Espa?a en avi¨®n o en autob¨²s con un visado de turista o de estudiante y, cuando este vence, se convierte en indocumentado. En la actualidad, las entradas irregulares por Espa?a son una parte ¨ªnfima de las europeas. El 0,4% en 2015.
Un trabajo en equipo
Este especial multimedia es el trabajo de un gran equipo cuyo contenido he coordinado. El v¨ªdeoperiodista Pau Sanclemente, el fot¨®grafo jerezano Juan Carlos Toro y esta reportera hemos compartido con los futbolistas de Alma de ?frica, los titulares y los suplentes, entrenamientos, partidos y largas entrevistas en Jerez de la Frontera. La directiva del equipo siempre ha estado a mano para ayudarnos.
En la retaguardia, Laura delle Femmine logr¨®, con paciencia infinita, recabar y dar coherencia a miles de datos oficiales para radiografiar la Espa?a inmigrante y su evoluci¨®n desde los noventa. Marcos Balfag¨®n ilustr¨® y dio vida al relato de c¨®mo Espa?a ha fortificado la frontera sur de Europa en los ¨²ltimos 25 a?os. Guiomar del Ser particip¨® en la definici¨®n del proyecto y nos coordin¨® dentro de EL PA?S y con los equipos de The Guardian, Le Monde, Der Spiegel y el European Journalism Centre.
Otros compa?eros indispensables para hacer llegar a nuestros lectores La odisea de los nuevos europeos son Eduardo Ortiz (grafismo), Fernando Hern¨¢ndez y Ana Fern¨¢ndez (Dise?o), Jacinto Corral y Nerea Navarro (Desarrollo), Rafa H?hr y David Alameda (Infograf¨ªa), Simon Hunter y la edici¨®n de EL PA?S en Brasil (traducciones), los equipos de v¨ªdeo, redes sociales y producci¨®n. / N. GALARRAGA
¡°Las vallas, los visados, las multas a las aerol¨ªneas (si permiten viajar sin visado)¡ todo est¨¢ encaminado a sostener un sistema que aboca (a los inmigrantes) a la irregularidad, creando un sistema que beneficia a muchos, entre otros motivos, por la erosi¨®n de los derechos laborales¡±, recalca Itziar Ruiz Jim¨¦nez, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Sostiene que ¡°estas pol¨ªticas no son ni eficaces, ni pol¨ªticamente adecuadas ni ¨¦ticas¡±.
En los ¨²ltimos a?os, la inmigraci¨®n ha estado b¨¢sicamente ausente del debate pol¨ªtico. Espa?a es, con Portugal, un caso at¨ªpico en Europa porque aqu¨ª la ciudadan¨ªa no considera la inmigraci¨®n un problema. Solo para el 3% est¨¢ entre los tres problemas principales de Espa?a en las encuestas m¨¢s recientes del CIS, seg¨²n recoge el ¨²ltimo Anuario de la Inmigraci¨®n del Cidob (Barcelona Centre for Internacional Affairs).
Es una percepci¨®n que contrasta poderosamente con el evidente auge de discursos pol¨ªticos abiertamente xen¨®fobos ¡ªen los que se mezclan algunos datos con medias verdades o falsedades sobre inmigrantes, refugiados o europeos descendientes inmigrantes¡ª azuzados por el miedo a atentados yihadistas, una gran preocupaci¨®n tambi¨¦n en Espa?a. El rechazo al for¨¢neo, m¨¢s si es musulm¨¢n, es un ingrediente b¨¢sico en el discurso con el que Geert Wilders es favorito en Holanda, Marine Le Pen en Francia o la pujanza con la que se asoma Alternativa por Alemania.
Alma de ?frica sufri¨® este febrero su primer incidente racista. Los gritos de ¡°monos¡± ¡°volveos a vuestro pa¨ªs¡± sacaron de quicio a uno de los suyos y fue expulsado cuando iban perdiendo 3-0. Remontaron. Y ganaron 3-4.
El proyecto The New Arrivals est¨¢ financiado por el European Journalism Centre con el apoyo de la Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates
Sobre la firma
Archivado En
- Jerez de la Frontera
- Crisis refugiados Europa
- Crisis migratoria
- Crisis humanitaria
- Refugiados
- Problemas demogr¨¢ficos
- V¨ªctimas guerra
- Inmigraci¨®n
- Provincia C¨¢diz
- Pol¨ªtica migratoria
- Cat¨¢strofes
- Fronteras
- Migraci¨®n
- Andaluc¨ªa
- F¨²tbol
- Pol¨ªtica exterior
- Demograf¨ªa
- Sucesos
- Uni¨®n Europea
- Deportes
- Organizaciones internacionales
- Europa
- Conflictos
- Espa?a
- Sociedad
- A Fondo
- La odisea de los nuevos europeos
- Planeta Futuro