Matteo Renzi contra todos
El ex primer ministro de Italia vuelve a la carga tras dilapidar en tres meses un gran r¨¦dito pol¨ªtico
Era insultantemente joven, directo en el discurso pol¨ªtico y ten¨ªa siempre la ¨²ltima palabra. Lleg¨® sin corbata y se present¨® como el desguazador (rottamatore en la palabra italiana que tantas ampollas levant¨®) de la vieja pol¨ªtica. Pero con el tiempo, la pol¨ªtica tambi¨¦n le ha desguazado a ¨¦l. O, al menos, a su primera versi¨®n. Tocado de muerte tras fracasar el refer¨¦ndum constitucional de diciembre que convirti¨® en un plebiscito sobre sus primeros 1.000 d¨ªas de Gobierno ¡ªla primera de varias decisiones equivocadas¡ª, Matteo Renzi se mantuvo como secretario general del Partido Democr¨¢tico (PD). Tres meses m¨¢s tarde, acorralado por la guerra abierta en su partido y las m¨²ltiples voces cr¨ªticas contra su gesti¨®n personalista, ha abandonado tambi¨¦n ese puesto y ha convocado primarias el 30 de abril.
Las elecciones primarias se celebrar¨¢n el pr¨®ximo 30 de abril y Renzi tendr¨¢ tres rivales
Tres candidaturas de compa?eros le disputar¨¢n el liderazgo: una de ellas, quiz¨¢ la m¨¢s dolorosa, es la de Andrea Orlando, el ministro de Justicia que ¨¦l mismo nombr¨® y que re¨²ne condiciones peligrosamente similares a las suyas. Adem¨¢s, la corriente m¨¢s a la izquierda del PD se ha escindido para formar su propio movimiento y ayer por la tarde se present¨® en sociedad. Pese a todo, nadie duda de que el peor adversario de Matteo Renzi en su guerra contra todos, tambi¨¦n en las elecciones generales que se presumen para el pr¨®ximo oto?o, volver¨¢ a ser el propio Renzi.
Los pasillos de la sede del PD, a dos calles del Parlamento, son todav¨ªa un homenaje a la gloria del expremier. Im¨¢genes de manifestaciones, m¨ªtines en su Florencia natal y una masa de j¨®venes rode¨¢ndole decoran el camino hasta el despacho de Debora Serracchiani, vicesecretaria general del PD y presidenta regional. Abiertamente renziana, bromea sobre el imp¨²dico espect¨¢culo organizado por su partido en las ¨²ltimas semanas: ¡°Qu¨¦, ?se entiende algo de todo esto?¡± Es dif¨ªcil. Ni siquiera la propia militancia comprende c¨®mo Renzi, el l¨ªder pol¨ªtico que iba a transformar para siempre Italia, dilapid¨® en tan poco tiempo su r¨¦dito pol¨ªtico. Ha habido errores, concede Serracchiani. Pero la guerra en las filas de su partido, opina, tambi¨¦n ha sido ¡°personal¡±. ¡°Ahora vuelven las mismas caras del pasado, como la de Massimo D¡¯Alema, las de esa izquierda que no gana, pero que asegura el rumbo de algunos. Nosotros escogimos otro camino, hicimos reformas complicadas como la de la Administraci¨®n. Requer¨ªan coraje, como la reforma laboral. Somos una izquierda din¨¢mica que quiere cambiar las cosas¡±, se?ala.
Pero no bast¨® con quererlo. Renzi perdi¨® el 4 de diciembre el refer¨¦ndum en el que puso su propia cabeza. Las reformas constitucionales que se votaban, entre las que hab¨ªa una nueva ley electoral para terminar con la inestabilidad de un pa¨ªs que ha tenido 64 gobiernos en 70 a?os, se fueron al garete. Durante su mandato, en el que la participaci¨®n electoral se desplom¨® en hist¨®ricos feudos de la izquierda como Emilia-Romagna, el sistema bancario no fue revisado a fondo ¡ªMonte dei Paschi di Siena y Unicredit son la prueba m¨¢s evidente¡ª y la gesti¨®n de la inmigraci¨®n, una de las principales preocupaciones de los italianos, no aport¨® respuestas claras.
Todo eso, y una cierta inquina hacia un car¨¢cter particular, ¡°un populismo de baja intensidad¡±, como le caricaturiza su enemigo ¨ªntimo, el exsecretario del PD Pier Luigi Bersani, formaba parte del c¨®ctel del no que le cost¨® el cargo. Sin embargo, la noche del 4 de diciembre de 2016 el expremier se march¨® a su casa pensando que el 40% de los votos a favor del s¨ª eran asimilables a su fuerza pol¨ªtica, el mismo porcentaje que hab¨ªa logrado en las elecciones europeas de 2014. As¨ª que su carrera, al fin y al cabo, pod¨ªa no estar todav¨ªa amortizada.
El PD ya solo est¨¢ en los barrios burgueses, es un partido del establishment", reflexiona el senador Miguel Gotor, del grupo de los escindidos
Los suyos ¡ªla mayor¨ªa del aparato¡ª le apoyan religiosamente. Pero donde ellos ven a un l¨ªder carism¨¢tico que solo mira al futuro, sus rivales perciben a un estratega arrogante, o, en palabras de su ahora adversario y compa?ero de militancia, Andrea Orlando, al autor de las ¡°pol¨ªticas de la prepotencia¡±. ?Ha pecado Renzi de cierta soberbia con los suyos? ¡°No creo¡±, opina Serracchiani. ¡°Es verdad que tiene un car¨¢cter muy decidido, es alguien que escucha, pero que toma sus propias decisiones. Y no decide en funci¨®n de las poltronas, sino de lo que sirve a los italianos¡±.
Para Anna Ascani, una joven y renziana diputada del PD, todo sigue igual que en 2013 y el florentino es el mejor candidato para enfrentarse al Movimiento 5 Estrellas y al auge del populismo de la derecha xen¨®foba. Y entonces, ?por qu¨¦ una parte del partido ha dado un portazo? ¡°El pueblo del PD permanece en el PD, son solo algunos dirigentes¡±, se?ala.
Miguel Gotor, brillante exponente de la llamada minor¨ªa de izquierdas escindida ¡ªque podr¨ªa llevarse hasta un 8% de cuota electoral¡ª, es uno de ellos. El senador considera que el PD se ha convertido en el partido de Renzi en los ¨²ltimos meses. ¡°El partido ya no es plural, es la formaci¨®n de un jefe. Nuestra decisi¨®n es consecuencia del refer¨¦ndum del 4 de diciembre¡±, se?ala apoyado en una de las ventanas de la imponente galer¨ªa de los bustos del Palacio Madama. Muchos como ¨¦l opinan que el PD es hoy un partido demasiado vinculado al establishment, un ente incapaz de responder a las fracturas generadas desde 2008 en la sociedad.
Nada distinto, en suma, al mal que asola a toda la socialdemocracia en Europa. ¡°Durante 20 a?os, hemos vivido obsesionados con ganar el centro para ganar las elecciones, pero eso termin¨®. Hoy solo se vence si accedes a las periferias del sistema: culturales, geogr¨¢ficas, sociales, identitarias o religiosas. Pero el PD ya no est¨¢ en esas periferias, solo en los barrios burgueses. En eso la derecha, con su mensaje trumpista nos lleva mucha ventaja¡±, afirma Gotor.
El PD, un partido con solo 10 a?os, buscar¨¢ recomponerse en el pr¨®ximo congreso para evitar su desguace en las probables elecciones de oto?o. Justo aquello que la primera versi¨®n de Renzi pretend¨ªa hacer con lo que no funcionaba en Italia.
Bersani: "Renzi es un populista de baja intensidad"
El ex secretario general del PD, Pier Luigi Bersani (Bettola, 1951), es el faro pol¨ªtico de la autoproclamada minor¨ªa de izquierdas que ha puesto en apuros al ex primer ministro Matteo Renzi en las ¨²ltimas semanas y que ha decidido abandonar el partido. Su enfrentamiento con el expremier, igual que el de otro hist¨®rico del partido como Massimo d'Alema, viene de lejos, pero se recrudeci¨® tras el fracaso en el refer¨¦ndum del 4 de diciembre. "Digamos que entre las cualidades de Renzi no est¨¢ la humildad. Pero a m¨ª nunca me gan¨®, siempre fui una alternativa", recuerda Bersani, en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S, a prop¨®sito de las primarias en las que ambos se enfrentaron y en las que el florentino sali¨® derrotado.
Durante un tiempo, la minor¨ªa y Renzi se toleraron. Pero las cosas se complicaron, poco a poco en el plano ideol¨®gico y en el de la propia gesti¨®n del partido. ¡°En los primeros tiempos puso mucha energ¨ªa, aport¨® muchas ideas de pol¨ªtico joven. Habl¨® de medidas que hac¨ªan pensar que tomar¨ªa decisiones de izquierda. Tuvo un gran ¨¦xito en las europeas, pero despu¨¦s de aquello comenz¨® una l¨ªnea de populismo de baja intensidad¡±, critica con su habitual iron¨ªa.
Bersani opina que el Partido Democr¨¢tico (PD) no est¨¢ respondiendo a las preocupaciones de la gente y que desde las elecciones europeas de 2014 no ha hecho m¨¢s que cosechar p¨¦simos resultados. Una secuencia que conduce inexorablemente a la derrota. "Es un problema de alejamiento de los intereses de nuestra gente", se?ala. "Adem¨¢s, en el plano pol¨ªtico de la gesti¨®n del partido ha habido impresi¨®n de arrogancia y autosuficiencia. La vasta ¨¢rea del centroizquierda ha quedado reducida al jefe. La escisi¨®n ha llegado porque con la direcci¨®n de Renzi no se puede organizar un grupo grande y plural. Y sin eso, gana la derecha".
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