Estados Unidos afronta una ola de antisemitismo con amenazas de bomba a escuelas y ataques a cementerios
Desde principios de a?o, ha habido al menos un centenar de incidentes en el pa¨ªs. Solo el lunes, hubo 20
El museo en memoria del Holocausto, en Washington, recibe a los visitantes con un inmenso cartel: ¡°Nunca m¨¢s. Lo que t¨² hagas importa¡±. A la salida, hay otro que reza: ¡°La pr¨®xima vez que seas testigo de odio, piensa en lo que has visto¡±. Ambos mensajes cobran ahora especial relevancia. Estados Unidos vive una ola de antisemitismo. Hay miedo en las comunidades jud¨ªas. Desde enero, al menos un centenar de escuelas y centros sociales jud¨ªos en 33 Estados han recibido amenazas falsas de bomba. Solo el lunes, hubo 20 amenazas. Dos cementerios jud¨ªos han sido atacados en las ¨²ltimas dos semanas.
El presidente estadounidense, Donald Trump, se ha visto obligado a condenar, dos veces en una semana, el creciente antisemitismo. ¡°Mientras podemos ser una naci¨®n dividida en pol¨ªtica, somos un pa¨ªs que permanece unido en condenar el odio y el mal en todas sus formas¡±, dijo el martes nada m¨¢s arrancar su discurso anual ante el Congreso. Unas horas antes, en una reuni¨®n con fiscales, hab¨ªa sugerido que las amenazas pod¨ªan tener motivaciones pol¨ªticas para ¡°hacer quedar mal a gente¡±.
No hay unas causas definidas que expliquen el fen¨®meno. Las autoridades descartan que se trate de un esfuerzo coordinado. Pero expertos y grupos jud¨ªos temen que responda a que las pulsiones antisemitas, como los ataques a todas las minor¨ªas, se sienten reforzadas tras la victoria electoral de Trump, que en campa?a atiz¨® un discurso de miedo y recibi¨® el apoyo de la derecha radical estadounidense.
¡°Como resultado de nuestro presidente, la gente est¨¢ m¨¢s dividida y se percibe que es aceptable cometer estos [actos]¡±, dice Kristin Dill, que ha acompa?ado a su hijo de 13 a?os al museo del Holocausto, junto con otros 300 alumnos de una escuela a las afueras de Washington.
Dill explica que los ni?os han estudiado la persecuci¨®n de la Alemania nazi a los jud¨ªos, y que son conscientes del auge del antisemitismo y de los delitos de odio en los ¨²ltimos meses en EE UU. ¡°Est¨¢n enfadados, quieren aprender de ello y hacer algo. Est¨¢n mucho m¨¢s involucrados que hace un tiempo, sabiendo que podemos prevenirlo¡±, dice.
Pese a declararse la persona ¡°menos antisemita¡± de EE UU y haberse convertido su hija al juda¨ªsmo, Trump se ha visto envuelto en pol¨¦micas con la comunidad jud¨ªa. Contrat¨® como presidente de campa?a y luego elev¨® a su estratega jefe en la Casa Blanca a Steve Bannon, exresponsable de Breitbart News. La publicaci¨®n, que es una referencia para la derecha radical, ha utilizado estereotipos antisemitas. Una exmujer de Bannon declar¨® en 2007 ante un juez que ¨¦l no quer¨ªa que sus hijas atendieran una escuela donde hab¨ªa ni?os jud¨ªos.
En su primera semana en la Casa Blanca, Trump sorprendi¨® al no utilizar los t¨¦rminos ¡°jud¨ªos¡± o ¡°antisemitismo¡± en un comunicado con motivo del d¨ªa internacional de conmemoraci¨®n del Holocausto. Como candidato, el republicano reenvi¨® en Twitter mensajes de grupos antisemitas y critic¨® sutilmente las donaciones de grupos jud¨ªos a la dem¨®crata Hillary Clinton en un mensaje que inclu¨ªa una alusi¨®n a la estrella de David.
En 2015, el ¨²ltimo a?o con datos disponibles del FBI, se registr¨® en EE UU un aumento del 9% de los incidentes (un total de 664) contra jud¨ªos respecto al a?o anterior. La mayor¨ªa de delitos de odio est¨¢n vinculados a la raza o etnicidad.
La Liga Anti Difamaci¨®n, la mayor organizaci¨®n que lucha contra la discriminaci¨®n jud¨ªa, ha calificado de ¡°asombroso¡± el auge del n¨²mero de incidentes y ha pedido al Gobierno de Trump que impulse una investigaci¨®n exhaustiva y mejore la respuesta a los delitos de odio.
Matthew Koehler, un treinta?ero que ha venido al museo del Holocausto a saludar a su mujer que trabaja all¨ª, cree que Trump ¡°no est¨¢ haciendo lo suficiente¡± para atajar el creciente antisemitismo. Koehler, que vot¨® a Clinton en las presidenciales de noviembre, sostiene que muchos conservadores minimizan el auge de los delitos de odio y lo enmascaran con su cr¨ªticas al lenguaje pol¨ªticamente correcto. ¡°Creen que no es un problema porque creen que vivimos en una sociedad posracial, pero eso no es verdad¡±, dice.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.