El despliegue del rey saud¨ª Salman en Indonesia

Dos limusinas Mercedes-Benz, un par de ascensores el¨¦ctricos y un s¨¦quito de 1.500 personas ¨Centre ellas diez ministros y veinticinco pr¨ªncipes- son parte del equipaje y delegaci¨®n que acompa?an al rey Salman bin Abdulaziz de Arabia Saud¨ª durante su visita a Indonesia. Un ¡°discreto¡± aterrizaje ¨Cse han necesitado siete aviones para transportar al personal y las cerca de 500 toneladas de cargamento- que anuncia a bombo y platillo el que supone el primer viaje de un monarca saud¨ª a este pa¨ªs del sudeste asi¨¢tico desde 1970.

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Pero tras el deslumbrante despliegue del soberano saud¨ª, quien en 2015 hizo cerrar una playa de la Riviera francesa para preservar su privacidad y seguridad, hay objetivos m¨¢s pr¨¢cticos: Arabia Saud¨ª se encuentra en pleno cortejo de inversores asi¨¢ticos para la salida a Bolsa de la firma petrolera estatal Saudi Aramco en 2018, mientras el pa¨ªs de Oriente Pr¨®ximo intenta reducir su dependencia del petr¨®leo, ante la ca¨ªda del precio del crudo. As¨ª, se espera que entre otros asuntos negocie en Yakarta el aumento de la cuota anual de peregrinos indonesios a La Meca, la segunda industria m¨¢s lucrativa para Arabia Saud¨ª ¨Ctras la energ¨¦tica-, con Indonesia como el mayor suministrador de fieles musulmanes al sagrado peregrinaje.

Por su parte, el presidente Joko Widodo, Jokowi, ha declarado que espera obtener inversiones por valor de 25.000 millones de d¨®lares de la visita. De momento, ambas partes han firmado 11 acuerdos, uno de ellos entre la compa?¨ªa energ¨¦tica estatal Pertamina y Saudi Aramco para expandir una refiner¨ªa indonesia. Este era uno de los objetivos de Jokowi, despu¨¦s de que el rey Salman cerrara su estancia en Malasia, la primera parada de su gira asi¨¢tica, con el anuncio de una inversi¨®n de 7.000 millones de d¨®lares en un proyecto de Petronas, la compa?¨ªa de gas y petr¨®leo malasia.

Adem¨¢s de dedicarse a los negocios, el octogenario regente no ha escatimado en buscar tiempo para el asueto. El soberano ¨Cy su extensa comitiva- pasar¨¢n seis de los nueve d¨ªas de la visita en el paradisiaco Bali. Un largo periodo vacacional no exento de simbolismo: la elecci¨®n de la isla, hogar de la minor¨ªa hind¨² del pa¨ªs con m¨¢s musulmanes del mundo, resulta para el rey Salman una placentera manera de transmitir su respeto por el pluralismo religioso de Indonesia. Sobre todo cuando algunos sectores en dicho pa¨ªs ¨Csun¨ª como Arabia Saud¨ª- han mostrado su inquietud por el aumento de la influencia del wahabismo ¨Cla versi¨®n radical del islam de inspiraci¨®n saud¨ª- en Indonesia a trav¨¦s de fundaciones educativas y religiosas.

En ese sentido, Indonesia ha asegurado tambi¨¦n que tratar¨¢ con la delegaci¨®n saud¨ª c¨®mo frenar la expansi¨®n de las ense?anzas extremistas y las formas de cooperar en los conflictos de Oriente Pr¨®ximo. Un radicalismo que le afecta de pleno: el pasado lunes la polic¨ªa indonesia abati¨® tiros a un supuesto simpatizante del ISIS que hizo detonar una bomba en Bandung (en la provincia de Java Occidental), un a?o despu¨¦s de que el grupo yihadista atacara por primera vez Indonesia en un ataque que caus¨® siete muertos en Yakarta.

Tras dejar un reguero de opulencia ¨Cy en principio inversiones- en Indonesia, el rey Salman continuar¨¢ su periplo asi¨¢tico por Jap¨®n, Brun¨¦i y China, la joya de la corona. All¨ª el monarca aprovechar¨¢ para defender su suministro energ¨¦tico al gigante asi¨¢tico, el primer importador de crudo del mundo, frente a la competencia de Rusia e Ir¨¢n.