La misteriosa muerte de un periodista conmociona Per¨²

Jos¨¦ Yactayo desapareci¨® el 25 de febrero. Ven¨ªa de reunirse con unos amigos en un concurrido centro comercial. ?stos lo acompa?aron al volver y lo despidieron a tres calles de su casa, en el distrito lime?o de San Luis. Viv¨ªa en el segundo piso de la casa de su madre, que se sorprendi¨® cuando no baj¨® a comer. A partir de ese momento, quienes lo conoc¨ªan intentaron ubicarlo en su tel¨¦fono m¨®vil. Algunos mensajes que enviaron por WhatsApp obtuvieron respuesta. Ahora se sabe que era un impostor que dec¨ªa que no pod¨ªa responder porque se encontraba af¨®nico, se sent¨ªa mal o estaba descansando en casa.

Sus amigos iniciaron una cadena de solidaridad en las redes sociales y los medios de comunicaci¨®n, pidiendo cualquier indicio que ayudara a encontrarlo, con la esperanza de que estuviera bien. Pepe Yactayo, como se lo conoc¨ªa cari?osamente, era uno de los pioneros de la televisi¨®n peruana moderna. A lo largo de sus 55 a?os, hab¨ªa ocupado todos los puestos de una redacci¨®n: camar¨®grafo, editor, productor o guionista.

Yactayo hac¨ªa esta definici¨®n en su perfil de LinkedIn: ?Ning¨²n artificio tecnol¨®gico tiene valor de por s¨ª mientras no est¨¦ articulado a una estrategia de comunicaci¨®n humana?. Su talento y sensibilidad para la imagen contribuyeron en conocidas telenovelas, programas culturales, gastron¨®micos, educativos y pol¨ªticos. Su amplia trayectoria le vali¨® ser elegido para presidir el jurado de los Premios Nacionales de Periodismo en la categor¨ªa audiovisual.

Las esperanzas de encontrarlo con vida se desvanecieron al poco tiempo. Dos d¨ªas despu¨¦s de su desaparici¨®n, un campesino encontr¨® una maleta sospechosa en un terreno rural de la localidad de Huacho, en el llamado Norte Chico de Lima. El 3 de marzo, las autoridades anunciaron que se trataba de Jos¨¦ Yactayo.

Sorprende la crueldad del crimen. La cabeza y las piernas fueron cercenadas del cuerpo, que fue metido en una maleta, prendido fuego y arrojado junto a un canal de riego. Los autores del crimen creyeron eliminar cualquier rastro de la identidad de su v¨ªctima, pero no contaron con un elemento fortuito, una inesperada lluvia que apag¨® las llamas. El humo llam¨® la atenci¨®n del campesino que hizo el hallazgo, quien llam¨® a la polic¨ªa.

Los peritos de criminal¨ªstica pudieron identificar a la v¨ªctima gracias a un tatuaje y a las huellas dactilares de su mano derecha, que se salv¨® del fuego. El anuncio provoc¨® la inmediata conmoci¨®n entre los periodistas que trabajaron con Yactayo, que expresaron su desconcierto y tristeza.

El Ministerio P¨²blico public¨® una nota de prensa, donde anunci¨® una profunda investigaci¨®n. Tanto las im¨¢genes de las c¨¢maras de videovigilancia del centro comercial donde Jos¨¦ Yactayo estuvo con sus amigos momentos antes de desaparecer, como las de las cercan¨ªas de su casa han sido incluidas como pruebas del caso. Los asesinos habr¨ªan cometido un error garrafal, al no deshacerse del tel¨¦fono m¨®vil y mantenerlo encendido todo este tiempo, lo que permitir¨¢ a los investigadores rehacer sus movimientos en el d¨ªa de su desaparici¨®n.