Fillon se aferra a la candidatura tras darse un ba?o de masas en Par¨ªs
El candidato, aislado por su partido, carga ante decenas de miles de fieles contra los "desertores"
A la desesperada, acosado por los jueces y por sus propios correligionarios, el candidato a la presidencia francesa Fran?ois Fillon intent¨® este domingo salir del coma pol¨ªtico con una demostraci¨®n de fuerza en la calle. Fillon, investigado por los cobros no justificados de su esposa como supuesta colaboradora suya, se dio un ba?o de masas para demostrar que ¨¦l, y nadie m¨¢s, es el leg¨ªtimo aspirante de su partido, Los Republicanos. Tras la manifestaci¨®n, y a la espera de los c¨®nclaves y maniobras de los l¨ªderes derechistas de los pr¨®ximos d¨ªas, la viabilidad de la candidatura sigue en el aire.
En un discurso de media hora, acompa?ado por su esposa, Penelope Clarke, ante un mar de banderas francesas y bajo un intenso augacero, el candidato de Los Republicanos denunci¨® "la deserci¨®n asumida, sin verg¨¹enza y tambi¨¦n sin orgullo" de su propio partido que le ha aislado y que le empuja hacia la salida. Admiti¨® errores en la gesti¨®n del Penelopegate, el nombre que recibe el caso de los supuestos empleos ficticios de su esposa y sus hijos. Apel¨® al pueblo que le dio la victoria en las primarias de la derecha. Y evit¨® la promesa, formulada en otras ocasiones, de que est¨¢ dispuesto a "ir hasta el final", lo que puede dejar la puerta abierta a una negociaci¨®n con los jefes del partido para un relevo ordenado y honorable para ¨¦l.
La pol¨ªtica son gestos y escenificaci¨®n, y en pocos pa¨ªses la manifestaci¨®n es un arma pol¨ªtica tan efectiva como en Francia. El exprimer ministro eligi¨® para la ¡°gran concentraci¨®n de apoyo a Fran?ois Fillon¡± ¡ªas¨ª se bautiz¨® la protesta¡ª uno de los espacios m¨¢s teatrales de Par¨ªs: la explanada de Trocadero, el edificio construido para la Exposici¨®n Universal de 1937 y con la Torre Eiffel al fondo. En este mismo espacio, el presidente Nicolas Sarkozy, rival de Fillon en el campo conservador, organiz¨® un mitin multitudinario durante las elecciones de 2012.
Una respuesta masiva de sus fieles, convocados a las 15.00 hora local, deb¨ªa reforzarle ante los notables de su partido que ya le buscan sustituto. Una asistencia discreta en Trocadero significar¨ªa que no s¨®lo los notables de la derecha le dan la espalda ¡ªen pocos d¨ªas ha visto como m¨¢s de doscientos colaboradores y cargos p¨²blicos le abandonaban¡ª sino tambi¨¦n las bases.
En Trocadero el candidato busc¨® el referendo del pueblo ¡ªla ¡°Francia silenciosa¡±, dice ¨¦l¡ª ante las ¨¦lites judiciales, pol¨ªticas y period¨ªsticas supuestamente embarcadas en una operaci¨®n para destruirle.
El argumento de Fillon era que su rotunda victoria en las primarias de la derecha, celebradas en noviembre, hac¨ªa de ¨¦l el candidato indiscutible. Se considera v¨ªctima de una injerencia del poder judicial en una campa?a. Cultiva la imagen del hombre solo ante la tormenta, del l¨ªder doliente pero devoto a la misi¨®n que el pueblo le ha encomendado.
Un pulso contrarreloj
El tiempo apremia para la derecha francesa. El 15 de marzo Fran?ois Fillon comparece ante la justicia, y dos d¨ªas despu¨¦s vence el plazo para presentar las firmas necesarias para formalizar la candidatura. Despu¨¦s de 17 se habr¨¢ cerrado cualquier posibilidad de una candidatura alternativa a la de Fillon. Las elecciones son a dos vueltas, la primera el 23 de abril y la segunda el 7 de mayo. Los sondeos pronostican que Fillon ¡ªfavorito hasta que en enero estall¨® el llamado Penelopegate, por el nombre de su esposa¡ª quedar¨¢ eliminado en la primera vuelta.
El historiador Christian Delporte, especialista en la imagen y la ret¨®rica pol¨ªtica, cita la teor¨ªa de las tres derechas francesas, una de las cuales es la bonapartista. ¡°Se basa en el di¨¢logo directo con el pueblo, recorriendo al refer¨¦ndum, y marginalizando los cuerpos intermedios. La acci¨®n de Fillon refleja m¨¢s una postura gaullista que el puro gaullismo. Aqu¨ª no se trata de salvar la Rep¨²blica o la democracia amenazada, sino de crear una bronca antijueces para salvar la piel¡±, dice en un correo electr¨®nico.
Lo llamativo en el caso de Fillon es que, aunque use un lenguaje populista, su talante no es el de un populista como los que triunfan en otros pa¨ªses y en la propia Francia, pol¨ªticos extrovertidos, demagogos con habilidad para conectar con las masas. Su perfil es distinto, el de un pol¨ªtico que empez¨® a ejercer de diputado en 1981, ha sido primer ministro, y encabeza en Francia el partido del orden y el respeto a las instituciones de la V Rep¨²blica.
¡°Fillon nunca ha sido un gran orador, nunca ha movilizado a las masas, siempre ha tenido un papel de n¨²mero dos. Su falta de humor ha sido con frecuencia objeto de burla. En resumen, hasta ahora era m¨¢s bien un notable de provincias y un hombre de despachos¡±, contin¨²a Delporte, profesor en la universidad de Versalles-Saint-Quentin-en-Yvelines. El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi, que tambi¨¦n busc¨® el plebiscito de la calle en su batalla con los jueces, es otro referente. ¡°Su acci¨®n es berlusconiana, pero carece de las capacidades de movilizaci¨®n del Berlusconi de las grandes ¨¦pocas¡±, dice el historiador.
Miedo al descalabro en la derecha
Ha sido esta ret¨®rica, las apelaciones a inconcretas teor¨ªas conspiratorias o la desautorizaci¨®n del poder judicial, lo que ha colmado la paciencia de algunos en la derecha, pero el factor decisivo es el miedo a un descalabro electoral. Sus rivales en Los Republicanos le echan en cara que, en la campa?a de las primarias, se presentase como el candidato honesto y limpio de corrupci¨®n, frente a Sarkozy y al exprimer ministro Alain Jupp¨¦, ambos implicados en casos judiciales. Lleg¨® a decirle Sarkozy, que hab¨ªa sido imputado: "?Qui¨¦n se imagina, por un instante, al general De Gaulle imputado?"
De Gaulle fue el padre fundador de la familia pol¨ªtica, hasta hoy hegem¨®nica en el centroderecha, a la que pertenecen Fillon y Sarkozy, y que ahora corre el riesgo de quedar como una fuerza minoritaria en las elecciones presidenciales de esta primavera.
El 26 de enero, tras estallar el esc¨¢ndalo, Fillon prometi¨® que si los jueces le imputaban, abandonar¨ªa la carrera. ¡°Yo le digo que siga hasta el final. Se lo digo cada d¨ªa¡±, dice Penelope Clarke en una entrevista con Le Journal du Dimanche. Tras mantenerse oculta desde que estall¨® el esc¨¢ndalo, la esposa del candidato habl¨® con el citado diario y apareci¨® en el escenario de Trocadero.
¡°No abandonar¨¢¡±, pronostic¨® el s¨¢bado, durante un mitin de Fillon en el norte de Par¨ªs, Marie-Dolores Prost, una concejal municipal de la ciudad de Poitiers e incondicional de Fillon. ¡°Estoy segura. Soy gaullista, ¨¦l tambi¨¦n. Y no abandonamos¡±.
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