El enroque de Fillon desbarata la operaci¨®n para forzar su relevo

La jornada comenz¨® con el moderado Jupp¨¦ tirando la toalla tras afirmar que se siente incapaz de unir a una derecha ¡°radicalizada¡± por el ¡°obstinado¡± Fillon, al que no dijo apoyar. Diez horas despu¨¦s, sin embargo, el Consejo Pol¨ªtico, integrado por los aspirantes de las primarias y los jefes de filas en el Parlamento, ha acordado ¡°por unanimidad¡± respaldar al candidato Fillon, seg¨²n ha dicho el convocante y presidente del Senado, G¨¦rard Larcher.

Bernard Accoyer, secretario general del partido que se hab¨ªa alejado de Fillon estos d¨ªas, ha asegurado que la campa?a quedaba ¡°relanzada¡±. La escena de aparente unidad se ha producido despu¨¦s de que el criticado candidato insistiera ante los reunidos por en¨¦sima vez que no piensa dimitir, por lo que exigi¨® a todos que cierren filas con ¨¦l como ganador de las primarias.

La llamada a la unidad son¨® a clausura forzada de una crisis con pruebas de una profunda divisi¨®n? que augura una guerra fratricida ahora o despu¨¦s del anunciado desastre electoral.

Hasta el domingo, el posible relevo m¨¢s probable era Jupp¨¦, lanzado a aceptar el testigo. Incluso hab¨ªa buscado el apoyo del expresidente Nicolas Sarkozy, el jefe de la otra gran familia dentro de la formaci¨®n conservadora. ¡°Recib¨ª llamadas pidi¨¦ndome el relevo. Me han hecho dudar. He reflexionado¡±, ha dicho este lunes en una solemne declaraci¨®n desde su alcald¨ªa de Burdeos.

Fue la noche del domingo cuando se percat¨® de que no ser¨ªa capaz de unir al partido. Se dio cuenta tras observar las im¨¢genes de la concentraci¨®n convocada por Fillon en Par¨ªs con sus adeptos y tras escuchar su discurso y declaraciones. El candidato se enroc¨®, se neg¨® a dimitir, una condici¨®n indispensable para que Jupp¨¦ aceptara el reto.

Seis momentos que han marcado el declive de Fillon

El candidato de Los Republicanos es el protagonista de la ¨²ltima crisis de la derecha francesa en un pa¨ªs que ha padecido varios casos de corrupci¨®n en la ¨²ltima d¨¦cada

¡°Nadie puede impedirme ser candidato. No es el partido quien va a decidir; no va a ser en los pasillos donde se va a arreglar nada¡±, reiter¨® Fillon. A?adi¨® que es su ¡°programa radical¡± el que apoyaron los votantes en las primarias, y no el del perdedor Jupp¨¦, templado y centrista. Una candidatura ¡°improvisada¡±, sostuvo Fillon, llevar¨ªa al fracaso.

Jupp¨¦ se ha retirado dejando clara la divisi¨®n. Ha acusado al candidato de ¡°radicalizar¡± a sus votantes, le ha llamado ¡°obstinado¡±, le ha afeado que diga ser v¨ªctima de un compl¨®, le ha echado en cara haber tirado por la borda el tesoro electoral del que dispon¨ªa ¡ª¡°ten¨ªa un bulevar delante¡±¡ª y, sobre todo, se ha negado a decir que le apoya. ¡°?Qu¨¦ l¨ªo!¡±, ha dicho para describir la situaci¨®n de la derecha.

El peligro de ese cisma ya asom¨® el domingo en Par¨ªs en la concentraci¨®n de 40.000 seguidores del inmovilista Fillon que reforzaron su legitimidad. Muchos manifestantes aseguraban que, si Jupp¨¦ fuera el nuevo candidato, ellos no le votar¨ªan.

¡°Una parte del centro nos ha abandonado. El n¨²cleo de los militantes de Los Republicanos se ha radicalizado¡±, argument¨® ayer el alcalde de Burdeos para se?alar que ¨¦l ya no se considera en condiciones de lograr ¡°la necesaria unidad alrededor de un proyecto federador¡±. ¡°Es demasiado tarde¡±.

La iniciativa de Jupp¨¦ ha dejado al expresidente Nicolas Sarkozy, resucitado pol¨ªticamente con esta crisis, como el ¨²nico dirigente capaz de gestar un arreglo. Sarkozy anunci¨® que quer¨ªa tener una reuni¨®n con Fillon y Jupp¨¦ ¡°para encontrar una v¨ªa de salida digna y cre¨ªble a una situaci¨®n que no puede prolongarse¡±. Colaboradores directos suyos pidieron este lunes a mediod¨ªa a Fillon que ¨¦l mismo designara un sustituto.

El tiempo apremia: el d¨ªa 17 concluye el plazo para que cada candidato presente ante el Consejo Constitucional los 500 avales de cargos electos. Fillon ya ha presentado m¨¢s de 1.500.

En el Consejo Pol¨ªtico convocado ¡°para analizar la situaci¨®n¡±, los participantes han visto de nuevo a Fillon cerrado en banda. ¡°No hay plan B¡±, insisti¨®. En contra de lo previsto, la posibilidad de que Fillon renunciara se alej¨® quiz¨¢s definitivamente pese a las presiones para que se fuera y la avalancha de desafecciones entre colaboradores y dirigentes. Han dimitido su director de campa?a, su tesorero y su portavoz.

Algunos de los desafectos volver¨¢n a incorporarse a la campa?a, pero muy probablemente otros no lo har¨¢n. ¡°Triste orgullo¡±, ha resumido en un tuit lo ocurrido Gilles Boyer, el extesorero de Fillon y fiel escudero de Jupp¨¦.

A las dos izquierdas irreconciliables parecen sumarse ahora las dos derechas irreconciliables que deben mantener las formas. El m¨¢s beneficiado, una vez m¨¢s, resulta ser el reformista exministro Emmanuel Macron, que se asienta como favorito al El¨ªseo. La llegada de Jupp¨¦ le hubiera restado apoyos centristas.

Macron asegura observar a distancia este ¡°teatro¡± que demuestra, dice, que tuvo raz¨®n en no participar en unas primarias que pueden acabar eliminando en la primera vuelta a la derecha y a la izquierda cl¨¢sicas. Un in¨¦dito experimento de compleja digesti¨®n para Francia.