Assange: ¡°La CIA ha perdido el control de su arsenal de armas cibern¨¦ticas¡±
La Casa Blanca admite que los sistemas de seguridad de la CIA "est¨¢n obsoletos y deben ser actualizados"
Primero filtra, luego golpea. El fundador de Wikileaks, Julian Assange, aprovech¨® el ¨¦xito logrado por la publicaci¨®n de los supuestos archivos de la CIA, para arremeter contra el servicio de inteligencia estadounidense y burlarse de su "devastadora e hist¨®rica incompetencia". Assange, en una comparencia desde la Embajada de Ecuador en Londres, donde vive refugiado desde 2012, atac¨® a la agencia por haber creado las herramientas para someter a control tel¨¦fonos, ordenadores y televisores conectados a Internet y luego hab¨¦rselas dejado robar. "La CIA ha perdido el control de su arsenal de armas cibern¨¦ticas, ahora pueden estar en manos de cualquiera", afirm¨®.
Los archivos filtrados, siempre seg¨²n versi¨®n de Assange, contienen datos de 2013 a 2016 y recogen la artiller¨ªa tecnol¨®gica desarrollada por los servicios secretos para infiltrarse a trav¨¦s de Internet en todo tipo de aparatos dom¨¦sticos y convertirlos en sirvientes, incluso con escuchas. Las debilidades de los iPhone de Apple, el Android de Google, Windows de Microsoft o las pantallas de Samsung habr¨ªan sido detectadas y aprovechadas con este fin.
En un gesto extra?o en un hacker al que jam¨¢s le ha temblado el pulso para hacer p¨²blica informaci¨®n secreta, Assange explic¨® que en su organizaci¨®n hab¨ªan discutido las implicaciones de filtrar esta tecnolog¨ªa y que finalmente hab¨ªan decidido ofrecer ayuda a las grandes empresas afectadas y evitar sacar a la luz algunas de las ciberarmas m¨¢s peligrosas.
"Es el mayor arsenal de virus troyanos del mundo. Puede atacar a casi todos los sistemas. No lo protegieron, lo perdieron y trataron de ocultarlo. ?Por qu¨¦ la CIA no ha actuado m¨¢s r¨¢pidamente con Apple y Microsoft? ?Por qu¨¦ no ha ofrecido las herramientas para nos pudi¨¦ramos proteger?", denunci¨® Assange.
Los expertos que estos d¨ªas han revisado la filtraci¨®n se?alan que, aparte de la grandilocuencia de Wikileaks, su contenido corresponde a datos de segundo orden, algunos muy antiguos y otros relacionados con debilidades conocidas e incluso ya resueltas. No se tratar¨ªa, seg¨²n The New York Times, de documentos clasificados como alto secreto, ni de tecnolog¨ªa nueva, sino de un arsenal conocido entre acad¨¦micos y especialistas en seguridad.
En cualquier caso, los 8.761 archivos liberados por Wikileaks (7.818 p¨¢ginas web y 943 documentos adjuntos) han golpeado duramente a la CIA. En un momento de enorme tensi¨®n por el esc¨¢ndalo del espionaje ruso, ha quedado al descubierto una falla preocupante en uno de los centros m¨¢s sensibles de la seguridad estadounidense.
Aunque la agencia se ha negado a confirmar o desmentir el origen del material, la filtraci¨®n es atribuida, seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n, a personas cercanas a la CIA. No se tratar¨ªa de una potencia extranjera, sino m¨¢s bien un contratista o un especialista externo. "El archivo parece haber estado circulando en forma no autorizada entre antiguos hackers y proveedores del Gobierno, uno de los cuales ha proporcionado fragmentos a Wikileaks", se?al¨® la organizaci¨®n de Assange. En la b¨²squeda de un sospechoso, el FBI ha abierto una investigaci¨®n en la que se espera que presten declaraci¨®n cientos de posibles implicados.
Al ser interrogado por las cr¨ªticas de Assange, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, insisti¨® en que el fundador de Wikileaks "ha socavado la seguridad nacional" y record¨® que los sistemas de la CIA "est¨¢n obsoletos y deben ser actualizados".
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