La Am¨¦rica que vot¨® a Trump teme los efectos de su reforma sanitaria
En Bakersfield, reducto de la California rural donde triunf¨® el republicano, 95.000 personas reciben atenci¨®n m¨¦dica gracias al 'Obamacare'
A Juan Carlos y Julie Sol¨ªs no les queda nada. ?l perdi¨® su trabajo en la construcci¨®n cuando le diagnosticaron una enfermedad infecciosa llamada fiebre del valle, en 2008. Su historia es un ejemplo de c¨®mo una enfermedad puede destruir financieramente a una familia en Estados Unidos. No pod¨ªan encontrar un seguro m¨¦dico asequible y para pagar el tratamiento de Juan Carlos vendieron tres casas, usaron los ahorros para la universidad de sus tres hijos y hasta sus anillos de boda. Julie afirma que hasta que no entr¨® en vigor la reforma sanitaria de Barack Obama (ACA u Obamacare) no pudieron estabilizar su situaci¨®n. Julie es rotunda: "Sin Obamacare, mi marido morir¨ªa porque no podr¨ªamos permitirnos la medicaci¨®n".
Los Sol¨ªs son gente del campo de Bakersfield, en el condado de Kern, el coraz¨®n agr¨ªcola de California y un enclave en el que el republicano Donald Trump venci¨® a Hillary Clinton (53% frente a 40,4%) en un estado tan dem¨®crata que Clinton duplic¨® los votos de Trump. Kern es adem¨¢s el distrito de Kevin McCarthy, l¨ªder de la mayor¨ªa del Partido Republicano en la C¨¢mara de Representantes. McCarthy ha hecho de la retirada de Obamacare su gran objetivo pol¨ªtico. Los republicanos y el presidente Trump tratan de aprobar a toda prisa una contrarreforma sanitaria que eliminar¨ªa las ayudas p¨²blicas de Obama. Bakersfield es la zona cero de la iron¨ªa macabra de este plan, en el que los distritos rurales y pobres que votaron por Trump son los que m¨¢s tienen que perder. Los ricos de la costa, que votaron por Clinton, recibir¨¢n exenciones fiscales.
M¨¢s de 95.000 personas, el 10% de la poblaci¨®n del condado de Kern, perder¨ªa la cobertura sanitaria por el recorte de los fondos para Medicaid (la sanidad p¨²blica ampliada por Obama), seg¨²n un estudio de la Universidad de California. M¨¢s de 16.000 personas perder¨ªan el subsidio con el que han contratado un seguro en el mercado privado. Con Obamacare, la tasa de gente sin seguro en el condado pas¨® del 18,2% de la poblaci¨®n al 7,9%. El estudio calcula adem¨¢s que la retirada de esos fondos supondr¨ªa la p¨¦rdida de unos 5.000 empleos en el condado.
¡°Hay temor y ansiedad en nuestra comunidad¡±, dice Edgar Aguilar, supervisor de Community Health Initiative, un programa que se dedica a hacer pedagog¨ªa sobre las opciones de seguro m¨¦dico y enrolar a la gente en Obamacare. ¡°Aunque los cambios propuestos son para 2020, ya se ve desesperaci¨®n y angustia en las familias¡±. Esta es una zona rural de trabajadores pobres. Que no son pobres de solemnidad como para acceder a sanidad p¨²blica, ni pueden permitirse un seguro privado, ni est¨¢n asegurados por su empleador. Justo la capa de poblaci¨®n a la que Obamacare dio cobertura m¨¦dica, para muchos por primera vez. ¡°Para muchos de nuestros vecinos, es un asunto de vida o muerte¡±.
En Bakersfield, un distrito electoral que es una fortaleza para los republicanos, ha empezado a haber protestas. Por toda la ciudad hay carteles sobre las consecuencias econ¨®micas de quitar Obamacare. McCarthy ¡°sabe lo que la gente pide¡±, dice Aguilar. ¡°Sigue diciendo que ¨¦l representa los deseos de su distrito. Debe de hablar con otras personas que no somos nosotros¡±.
En la sede del Partido Republicano del condado de Kern, Javier Reyes afirma que ¡°lo popular no siempre est¨¢ bien y lo que est¨¢ bien no siempre es popular¡±. Reyes, de 34 a?os y l¨ªder de los j¨®venes republicanos del condado, dice que est¨¢ ¡°asombrado por estas acusaciones de que la gente va a perder Medicaid¡±. Dice que el programa ¡°se reestructura¡±. Lo que hace la propuesta es recortar los fondos federales. La asunci¨®n general es que los estados que ampliaron su cobertura gracias a esos fondos (en California, el m¨¢s grande de Estados Unidos, son 20.000 millones al a?o), no podr¨¢n hacer frente a ese coste.
Seg¨²n Reyes, el plan republicano ¡°dar¨¢ m¨¢s opciones¡± porque, en un futuro no definido, se crear¨¢ un mercado nacional de seguros de forma que bajar¨¢n los precios. ¡°No s¨¦ cu¨¢nto tardar¨¢ en reaccionar el mercado¡±. Respecto a los estudios que alertan de que millones de personas van a perder su cobertura, incluido el de la Oficina Presupuestaria del Congreso, dice que est¨¢n equivocados, ¡°como se equivocaron con la victoria de Trump¡±.
¡°No s¨¦ por qu¨¦ creen que el mercado va a bajar los precios cuando hay menos gente asegurada¡±, dice Bill Phelps, jefe de programas de Sierra Vista, un grupo de cl¨ªnicas para personas de bajos ingresos en el condado. ¡°No s¨¦ cu¨¢les son esas fuerzas del mercado. Es pensamiento m¨¢gico¡±. Obamacare duplic¨® la cantidad de dinero que su organizaci¨®n recibe del Gobierno federal. Sus 148.000 pacientes (el 75% hispanos) son justamente ese espectro de la poblaci¨®n que tiene que elegir entre comer, el transporte, la renta o pagar una visita al m¨¦dico. ¡°Para esa gente, Obamacare ha sido una revoluci¨®n en su vida¡±.
¡°Hay gente que sin Obamacare estar¨ªan muertos¡±, dice Phelps. ¡°Iba en la buena direcci¨®n y ahora vamos hacia atr¨¢s. La raz¨®n n¨²mero uno de quiebra personal en Estados Unidos es por deudas m¨¦dicas. Gente normal, con casa y con trabajo, que de pronto contrae c¨¢ncer, por ejemplo¡±. Sin embargo, este condado rural, como tantos otros en Estados Unidos, vot¨® por Trump. ¡°Creo que fue algo emocional por parte de gente con miedo al inmigrante. No creo que hayan pensado bien las consecuencias para los seres humanos. Va a morir gente¡±.
Esa idea le quita el sue?o a Betty Basulto, que tiene 53 a?os y lleva 27 en Estados Unidos, trabaj¨® durante a?os en el campo empacando la uva. Ganaba 1.000 d¨®lares al mes en los buenos tiempos y 700 en los malos. Ten¨ªa acceso a Medicaid por tener un hijo menor. Obamacare entr¨® en vigor justo cuando su hijo cumpli¨® 18 a?os y ten¨ªa que decidir qu¨¦ hacer. Ahora, gracias a tres trabajos y a los subsidios del ACA tiene un seguro que le cuesta 350 d¨®lares al mes y con el que puede tratarse la diabetes y la colitis cr¨®nica que sufre. La colonoscopia que necesita cada seis meses le costar¨ªa 1.000 d¨®lares sin el seguro. ¡°Desde el momento que gan¨® Trump no duermo. No s¨¦ c¨®mo voy a hacer para tener cobertura. ?De d¨®nde lo voy a pagar?¡±. Su hijo, que ahora estudia en la universidad, tambi¨¦n se quedar¨ªa sin seguro. ¡°Igual tiene que dejar los estudios y ponerse a trabajar¡±.
El Partido Republicano, con Kevin McCarthy, Paul Ryan y Donald Trump a la cabeza, parece dispuesto a ignorar todas las advertencias y aprobar cuanto antes la demolici¨®n del sistema de subsidios p¨²blicos de Obamacare. En lugares como Bakersfield, el campo que dio el triunfo a Trump, es donde m¨¢s tienen que perder. Edgar Aguilar afirma que es curioso c¨®mo el discurso cala en la gente. ¡°Cuando preguntas por Obamacare, la gente dice que no le gusta. Cuando preguntas por la reforma sanitaria, s¨ª les gusta¡±. Pero lo que viene ahora no es ret¨®rica partidista, es real, y tiene a muchos republicanos nerviosos por las consecuencias. ¡°La gente ha tenido un saborcito de lo que es tener sanidad y ahora no se lo pueden quitar¡±.
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