Trump da rienda suelta al Pent¨¢gono y la CIA
El presidente, enamorado del mundo castrense, levanta restricciones en el uso de drones y en las operaciones de soldados
Donald Trump quiere que sus militares y esp¨ªas se asemejen m¨¢s a ¨¦l. Fiel a su temperamento volc¨¢nico y su doctrina de mano dura, el presidente estadounidense promueve el fin de la cautela impuesta por Barack Obama. En sus primeros dos meses en el Despacho Oval, Trump ha dado al Pent¨¢gono m¨¢s autoridad para llevar a cabo operaciones sin la necesidad de ser aprobadas antes por la Casa Blanca, y ha permitido que la CIA, junto al Ej¨¦rcito del aire, vuelva a participar en los ataques con drones contra objetivos terroristas.
El aparente fin de los d¨ªas del llamado micro-management del equipo de Obama en la Casa Blanca es un alivio para el Pent¨¢gono, la CIA o el Departamento de Estado, que se desesperaban porque decisiones como el env¨ªo de helic¨®pteros de Irak a Siria propiciaran extensos debates en el c¨ªrculo ¨ªntimo del ¨²ltimo presidente.
Pero el levantamiento de restricciones de Trump preocupa a grupos de derechos humanos e incluso inquieta a la propia comunidad de seguridad. Entender qu¨¦ piensa realmente el republicano es la prioridad n¨²mero uno de pol¨ªticos y diplom¨¢ticos de todo el mundo. Tambi¨¦n de sus militares y esp¨ªas dada la imprevisibilidad del magnate inmobiliario.
EE UU niega haber atacado una mezquita en Siria
El Pent¨¢gono neg¨® el viernes que un ataque a¨¦reo suyo hubiese alcanzado una mezquita en Siria y distribuy¨® una imagen que, sostiene, lo corrobora.
"La mezquita sigue en pie, relativamente intocada", dijo el portavoz del Pent¨¢gono, Jeff Davis, que dijo que se atac¨® un edificio anexo en el que hab¨ªa militantes de Al Qaeda.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos asegur¨® antes que aviones internacionales hab¨ªan atacado el jueves una mezquita en la provincia de Alepo, matando a 42 personas.
Como candidato electoral, Trump dijo saber m¨¢s que los generales y humill¨® al padre de un soldado musulm¨¢n muerto en combate. Pero, como presidente, ha colocado a tres generales en su Gobierno y ha seguido el criterio del Pent¨¢gono en rechazar la tortura y apoyar la OTAN. Tambi¨¦n se ha deshecho en elogios al mundo castrense y ha promovido el mayor aumento del gasto militar en una d¨¦cada.
Antes de su investidura, el republicano equipar¨® a la comunidad de inteligencia con la Alemania nazi y critic¨® la acusaci¨®n de que Rusia quiso ayudarlo en la campa?a electoral con el robo de correos del Partido Dem¨®crata. Pero su primer acto como mandatario fue visitar la sede de la CIA y decir que estaba al ¡°1.000%¡± con la agencia.
?Cu¨¢n s¨®lido es ese apoyo? Esa es la gran pregunta.
Su reacci¨®n ante uno de sus primeros reveses puede ser ejemplificadora. Trump atribuy¨® a la c¨²pula militar la muerte en enero, en su primera semana como presidente, de un soldado en una operaci¨®n antiterrorista en Yemen. ¡°Ellos quer¨ªan hacerlo, me contaron qu¨¦ quer¨ªan hacer¡±, dijo en una entrevista sobre el fallido asalto en que muri¨® el Navy Seal Ryan Owens. ¡°Ellos perdieron a Ryan¡±, agreg¨® en referencia a los generales.
Dentro del Ej¨¦rcito, hay quienes temen que la flexibilidad de Trump al dar rienda suelta a sus militares, tanto en sus logros como errores, pueda responder a una ausencia de liderazgo. El general Raymond Thomas, responsable del comando de Operaciones Especiales, critic¨® en febrero el ¡°l¨ªo incre¨ªble¡± que hab¨ªa entre altos cargos del Gobierno.
Trump tambi¨¦n ha dado su visto bueno a que se intensifiquen los bombardeos de EE UU contra posiciones terroristas en Yemen sin tener que pasar por un riguroso proceso de aprobaci¨®n de la Casa Blanca. Y ha diluido la barrera, levantada por Obama en 2013, entre la CIA y el Pent¨¢gono en los ataques con drones en pa¨ªses como Yemen o Siria.
El expresidente dem¨®crata estableci¨® que la CIA se encargara de localizar al sospechoso, pero que quien apretara el gatillo de los aviones no tripulados fuese el Ej¨¦rcito. El motivo era ensalzar la b¨²squeda de transparencia y de rendici¨®n de cuentas: el Ej¨¦rcito, a diferencia de la CIA, revela sus ataques y detalla el n¨²mero de muertos, sean terroristas o civiles.
Christopher Swift, experto en terrorismo en la Universidad de Georgetown en Washington, sostiene que es pronto para calibrar el impacto de ese cambio y que puede ser m¨¢s un viraje de est¨¦tica de que fondo. ¡°No es algo sorprendente porque generalmente los conservadores quieren que haya m¨¢s flexibilidad en estos programas. Aunque las Administraciones dem¨®cratas acaben haciendo lo mismo, son m¨¢s sensibles a las cr¨ªticas¡±, dice Swift, que conoce a fondo la campa?a de ataques con drones en Yemen.
El experto esgrime que el debate es qui¨¦n es ¡°el capit¨¢n del equipo de f¨²tbol¡± y que, por ahora, la Administraci¨®n Trump no ha dado se?ales de querer emprender un giro de 180 grados en la pol¨ªtica antiterrorista. Ya sea en la estrategia contra el Estado Isl¨¢mico en Irak o Siria, donde EE UU ataca desde el aire y cuenta con un n¨²mero limitado de asesores militares sobre el terreno. O en los bombardeos selectivos con drones desde la retaguardia a objetivos terroristas en Yemen, Somalia o Afganist¨¢n. ¡°Creo que hay mucho de imagen de hablar duro y parecer duro, pero continuando la campa?a de la anterior Administraci¨®n¡±, dice Swift.
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