El pueblo de Colombia que le dijo no a la explotaci¨®n minera
Por primera vez, la ciudadan¨ªa logra echar para atr¨¢s un ambicioso proyecto de extracci¨®n de oro
La decisi¨®n estaba en manos de Cajamarca, un pueblo de 20.000 habitantes, pero los efectos ser¨ªan determinantes para todo Colombia. Ganaron los defensores del medio ambiente que, despu¨¦s de la larga batalla jur¨ªdica (y hasta pol¨ªtica), vencieron a la compa?¨ªa minera sudafricana AngloGold Ashanti, due?a del proyecto La Colosa, uno de los m¨¢s grandes yacimientos aur¨ªferos del pa¨ªs. A trav¨¦s de una consulta popular, en la que 16.312 personas pod¨ªan votar, el peque?o poblado determin¨® cu¨¢l ser¨¢ el rumbo ambiental de su regi¨®n y abri¨® un debate nacional sobre otros trabajos de exploraci¨®n que se adelantan. Con un abrumador 6.165 contra 76, se impuso el rechazo a la explotaci¨®n minera. Las calles de Cajamarca se llenaron para celebrar que el pueblo estaba haciendo historia.?
¡°?Est¨¢ usted de acuerdo S¨ª o No que en el municipio de Cajamarca se ejecuten proyectos y actividades mineras?¡± Era la pregunta que deb¨ªan responder los ciudadanos. Con que 5.438 votaran por el no, el permiso que el Estado hab¨ªa otorgado quedar¨ªa sin efectos. Y as¨ª fue. En los primeros boletines de la Registradur¨ªa Nacional, los defensores del medio ambiente ya eran ganadores.
Aunque para la explotaci¨®n todav¨ªa faltaba un par de a?os, seg¨²n los planes de la compa?¨ªa minera, desde hace varios ya ven¨ªan haciendo trabajos de exploraci¨®n. La meta era extraer 28 millones de onzas de oro en una zona que hace de despensa agr¨ªcola y tesoro h¨ªdrico en Colombia. Por eso, desde hace ocho a?os, cuando se conocieron las intenciones de la empresa sudafricana, nadie le quit¨® los ojos de encima al proyecto. Ni los ambientalistas, a los que se unieron organizaciones jur¨ªdicas y c¨ªvicas, ni quienes abogaban por los mineros artesanales que, con el no victorioso, seg¨²n ellos, se quedar¨ªan sin trabajo. AngloGold siempre se defendi¨®. Asegur¨® que desde que empezaron sus labores de exploraci¨®n han implementado los est¨¢ndares m¨¢s exigentes de la industria. ¡°Podemos decir que el impacto generado hasta hoy es de baja intensidad, puntual, mitigable y compensable¡±, declaraba la compa?¨ªa hace unos d¨ªas.
Voces como las del director de la Asociaci¨®n Nacional de Empresarios de Colombia -Andi- tambi¨¦n se manifestaron contra la consulta. Bruce Mac Master, su director, aseguraba que en el tema ambiental existen normas y entidades que estudian si un proyecto es viable o no. ¡°Es absurdo atacar los proyectos considerados como viables y sostenibles, afectando a toda la poblaci¨®n que se puede beneficiar de los mismos¡±, dec¨ªa en una entrevista con la agencia Colprensa. Seg¨²n ¨¦l, si no fuera por la miner¨ªa legal, no habr¨ªa industria cementera, de construcci¨®n, metal¨²rgica o agroqu¨ªmica. Pero para los ciudadanos, los argumentos a favor del medio ambiente estuvieron por encima.
¡°Los explosivos usados para miner¨ªa a cielo abierto contaminan el aire con metales pesados, presentes en el subsuelo. El drenaje ¨¢cido de las minas a cielo abierto libera cadmio y ars¨¦nico, t¨®xico para el ambiente y la gente¡±, razona Carlos Lozano Acosta, de la Asociaci¨®n Interamericana para la Defensa del Ambiente. Seg¨²n ¨¦l, la decisi¨®n de este domingo servir¨¢ para otras regiones, no solo de Colombia, que est¨¢n enfrascadas en conflictos ambientales. ¡°Lo que pas¨® hace realidad la promesa de participaci¨®n y de centralizaci¨®n de la Constituci¨®n de 1991. Es una voz que debe ser acatada por el Estado. Es un ejemplo para otros pa¨ªses¡±.
Por primera vez, una consulta popular de iniciativa ciudadana y con un enfoque ambiental demostr¨® que los caminos participativos que el Estado garantiza en el papel, pueden ser posibles en la realidad. El desenlace de esta historia, sin embargo, est¨¢ todav¨ªa por verse.
Los m¨¢s pesimistas temen que no se respete la voluntad del pueblo y que no se revoquen los titulos mineros existentes con AngloGold. Otros dicen que la lucha continuar¨¢ hasta que el proyecto desaparezca de la zona. Un final con el que los promotores del no sue?an desde enero del a?o pasado, cuando se propuso hacer la consulta. Meses m¨¢s adelante, en mayo, la Corte Constitucional le dio un empuj¨®n a la idea, al declarar inconstitucional un apartado del C¨®digo de Minas que no permit¨ªa a los municipios decidir (prohibir) sobre la miner¨ªa. La estocada final apareci¨® en octubre, cuando otro pronunciamiento de la Corte se?al¨® que las consultas populares en temas mineros son constitucionales. En ese momento, empez¨® la carrera de ambas partes por llevarse la mayor¨ªa de votos.
Jimmy Torres, del comit¨¦ ambiental del Tolima, asegura que el camino a seguir es blindar la consulta. ¡°Esto es un paso muy importante, pero no el final. Ahora debemos velar para que se cumpla lo que se decidi¨® en las urnas¡±, dec¨ªa desde Cajamarca, a donde llegaron organizaciones internacionales para acompa?ar el proceso. ¡°Unirnos para proteger el agua y la tierra debe ser una meta. El agua no tiene color pol¨ªtico, es la fuerza que nos une¡±, se?alaba en la tarde del domingo.
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