Un tratado que no se qued¨® en el papel
Se cumplen 20 a?os de la convenci¨®n de la OEA contra la corrupci¨®n
Este mes de marzo celebramos veinte a?os de vigencia de la Convenci¨®n Interamericana contra la Corrupci¨®n, un hito en la materia, en tiempos en que a¨²n muchos reclamaban que ¨¦ste era un tema del ¨¢mbito exclusivo de cada Estado nacional.
La Convenci¨®n se convirti¨® en la Carta de Navegaci¨®n de la acci¨®n colectiva contra la corrupci¨®n en las Am¨¦ricas. Hoy, este es el tratado interamericano m¨¢s ratificado despu¨¦s de la Carta original de la OEA: 33 de los 34 Estados activos de esta Organizaci¨®n forman parte de la Convenci¨®n.
Gracias a que la impunidad ante la corrupci¨®n es cada vez m¨¢s dif¨ªcil, mucho se ha avanzado en estas dos d¨¦cadas.
Gracias a que la impunidad ante la corrupci¨®n es cada vez m¨¢s dif¨ªcil, producto de las nuevas tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n y las redes sociales, mucho se ha avanzado en estas dos d¨¦cadas, tanto en conocer c¨®mo opera la corrupci¨®n en los ¨¢mbitos p¨²blicos y privados, como en el castigo a los culpables. Aunque no lo suficiente.
Seg¨²n un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) del pasado a?o, se estima que el soborno tiene un costo anual de entre 1,5 y 2 billones de d¨®lares, lo que equivale a alrededor del 2% del producto interno bruto anual mundial. Hoy nadie duda que los corruptos roban los recursos de la gente sencilla, y que se requiere de la cooperaci¨®n internacional para combatirlos efectivamente.Casos como ¡°Odebrecht¡±, ¡°Lava Jato¡± o los ¡°Panama Papers¡± son ejemplos de que nadie est¨¢ completamente a salvo de la corrupci¨®n, y que se trata de un problema transnacional, por lo que es necesaria una soluci¨®n internacional.
La Convenci¨®n de la OEA parte de la necesidad de afrontar integralmente este problema. La lucha contra la corrupci¨®n es un proceso que requiere medidas preventivas y represivas, nacionales e internacionales; y que necesita que los Estados, el sector privado, la sociedad civil y la comunidad internacional compartan las responsabilidades y sean parte de la soluci¨®n.
La lucha contra la corrupci¨®n es un proceso que requiere medidas preventivas y represivas, nacionales e internacionales.
Para evitar que la Convenci¨®n quedara en las vitrinas de las Canciller¨ªas de la regi¨®n, los Estados Miembros crearon en 2002 un mecanismo de seguimiento de su implementaci¨®n (MESICIC). Se trata de un instrumento de evaluaci¨®n rec¨ªproca entre los Estados, con participaci¨®n de la sociedad civil y el apoyo t¨¦cnico de la Secretar¨ªa General de la OEA, que ha adoptado hasta ahora 126 informes con recomendaciones espec¨ªficas para erradicar la corrupci¨®n, que se hacen p¨²blicas y que los pa¨ªses deber¨ªan seguir.
El MESICIC ayuda a cerrar la brecha entre la Convenci¨®n y la realidad del d¨ªa a d¨ªa en los pa¨ªses signatarios. Por eso, sus an¨¢lisis se centran en ¨¢reas cruciales como: conflictos de intereses; servidores p¨²blicos y sus declaraciones patrimoniales; acceso a la informaci¨®n y la participaci¨®n de la sociedad civil; controles internos en empresas; la tipificaci¨®n de actos como el soborno transnacional y el enriquecimiento il¨ªcito; la protecci¨®n de denunciantes; y la asistencia rec¨ªproca para el juzgamiento de sus autores.
Por citar algunas cifras: al 85% de los pa¨ªses se les recomend¨® desarrollar medidas para evitar conflictos de intereses; al 67% se les invit¨® a tomar previsiones para la efectividad de las normas para la preservaci¨®n de los recursos p¨²blicos; al 68% se les llam¨® a fortalecer los mecanismos de control de la actividad contractual; al 68% de los pa¨ªses se les sugiri¨® adoptar el sistema basado en el m¨¦rito para la vinculaci¨®n de servidores p¨²blicos; y al 82% se les inst¨® a optimizar las declaraciones patrimoniales para detectar conflictos de intereses y del enriquecimiento il¨ªcito.
Un an¨¢lisis confirma que la debilidad de los marcos jur¨ªdicos, instituciones y pol¨ªticas p¨²blicas no s¨®lo pueden facilitar la corrupci¨®n, sino que est¨¢n en el origen de la misma.
Los an¨¢lisis del MESICIC confirman que la debilidad de los marcos jur¨ªdicos, instituciones y pol¨ªticas p¨²blicas no s¨®lo pueden facilitar la corrupci¨®n, sino que est¨¢n en el origen de la misma.
El combate a la corrupci¨®n es una de mis prioridades desde que asum¨ª como Secretario General de la OEA, y es un tema clave para la democracia regional, tanto para gobernantes y legisladores, como para lasociedad civil, el sector privado y la ciudadan¨ªa en general.
En la OEA, guiados por la Convenci¨®n y convencidos de que menos corrupci¨®n significa m¨¢s probidad republicana y m¨¢s recursos para ampliar los derechos de la gente, continuaremos apoyando a los Estados a trav¨¦s de acciones concretas para fortalecer sus instrumentos jur¨ªdicos e instituciones anticorrupci¨®n.
As¨ª lo estamos haciendo desde el pasado a?o, con la Misi¨®n de Apoyo contra la Corrupci¨®n y la Impunidad en Honduras (MACCIH), que en menos de un a?o ha colaborado decisivamente en reformar aspectos claves de la institucionalidad anti-corrupci¨®n.
Es por ello que no resulta casual, sino todo lo contrario, que la conmemoraci¨®n de los veinte a?os de la Convenci¨®n la estemos realizando precisamente este 28 de marzo en Honduras, donde la lucha contra la corrupci¨®n y la impunidad es la bandera m¨¢s sentida por la ciudadan¨ªa del pa¨ªs.
Luis Almagro es secretario general de la OEA. Twitter @Almagro_OEA2015
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.