El legado de Correa parte en dos a Ecuador en un clima de fin de ¨¦poca
El pa¨ªs elige el domingo en segunda vuelta entre el oficialista Moreno y el opositor Lasso
Rafael Correa se va, al menos temporalmente, pero su figura resultar¨¢ determinante incluso en la despedida. El presidente que ha gobernado Ecuador durante m¨¢s de 10 a?os con un estilo a menudo explosivo deja un legado que ha partido al pa¨ªs en dos. Casi 13 millones de ciudadanos vuelven el domingo a las urnas en un clima de elevada tensi¨®n pol¨ªtica y cambio de ciclo despu¨¦s de que ning¨²n candidato lograra imponerse en la primera vuelta el pasado 19 de febrero. Las encuestas auguran un resultado muy ajustado.
Los ecuatorianos est¨¢n llamados a decidir entre el oficialista Len¨ªn Moreno, exvicepresidente y candidato de Alianza PA?S, y el opositor Guillermo Lasso, l¨ªder del Movimiento CREO y antiguo presidente del Banco de Guayaquil. Y lo har¨¢n marcados por la herencia del llamado socialismo del siglo XXI.
El modelo impulsado por Correa logr¨® una aceptaci¨®n muy amplia mientras la bonanza econ¨®mica permit¨ªa inversiones en infraestructuras y servicios p¨²blicos. Pero la crisis de los ¨²ltimos a?os, coronada por una recesi¨®n en 2016, mostr¨® las debilidades de ese proyecto pol¨ªtico, que dio una se?al definitiva de desgaste hace un mes. Por primera vez en una d¨¦cada, el aspirante de la formaci¨®n de Gobierno no consigui¨® superar el umbral del 40% necesario para evitar una segunda vuelta. Moreno se qued¨® a unas d¨¦cimas y, aunque adelant¨® a Lasso en 12 puntos y sigue teniendo ventaja seg¨²n la mayor¨ªa de las encuestas, el candidato conservador contar¨¢ ahora con el respaldo de otras fuerzas e incluso de l¨ªderes de tendencia progresista como el exalcalde de Quito, Francisco Moncayo.
Estas circunstancias han sido la premisa de una campa?a muy polarizada, atravesada por constantes acusaciones cruzadas que han contribuido a aumentar la tensi¨®n social y sin apenas contenido pol¨ªtico. El l¨ªder opositor denunci¨® esta semana un intento de agresi¨®n y se vio obligado a salir escoltado de un estadio de f¨²tbol. ¡°Hay cambios con respecto a la primera vuelta, en Ecuador la segunda siempre es una nueva elecci¨®n¡±, explica Sim¨®n Pachano, profesor de Estudios Pol¨ªticos en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. La carrera electoral, en su opini¨®n, ¡°se ha caracterizado por tener muchos elementos de campa?a sucia y por un debate escaso pero fundamentalmente concentrado en la econom¨ªa¡±.
¡°Campa?a sucia¡±
¡°Mi sensaci¨®n es que nunca en la historia reciente de la democracia ecuatoriana hab¨ªamos tenido una campa?a tan embarrada como esta, en la cual el Gobierno hab¨ªa movilizado todo el aparato estatal para tratar de conservar el poder¡±, prosigue C¨¦sar Ricaurte, de Fundamedios, una ONG fundada en 2006 que analiza el trabajo de los medios y que vela por la libertad de expresi¨®n.
Los partidarios del Gobierno de Correa defienden, en cambio, que la oposici¨®n rara vez fue tan beligerante y recuerdan que en las elecciones en Ecuador no est¨¢ solamente en juego el futuro de ese pa¨ªs sino, en buena medida, el de toda la regi¨®n. En este contexto, se interpretar¨ªa una victoria de Lasso como una confirmaci¨®n del giro iniciado en Am¨¦rica Latina con el triunfo del argentino Mauricio Macri y la decadencia del kirchnerismo.
Muchos analistas comparten en cualquier caso la idea de que, al margen del ganador, el llamado corre¨ªsmo, caracterizado por un liderazgo muy acentuado, no tendr¨¢ m¨¢s recorrido. Incluso Moreno, con un talante diferente al de Correa, se ver¨ªa obligado a dialogar con la oposici¨®n en una asamblea que, pese a tener mayor¨ªa oficialista, qued¨® m¨¢s fragmentada.
Sin una personalidad como Correa al frente y ¡°sin las condiciones econ¨®micas que le permitieron llevar adelante todo esto, es el fin de un per¨ªodo, de una era¡±, razona Pachano, que augura un ¡°cambio radical¡± independientemente de quien sea el futuro presidente.
Queda por ver si Lasso es capaz de capitalizar de verdad el voto de toda la oposici¨®n al oficialismo o si pesan m¨¢s las promesas de Moreno, que en Ecuador se ha convertido en una especie de s¨ªmbolo de la defensa de los sectores populares y en campa?a se ha comprometido con el aumento de las ayudas y el llamado bono de desarrollo humano para las franjas m¨¢s vulnerables de la poblaci¨®n. El principal argumento de su contrincante es el cambio pol¨ªtico, adem¨¢s de un plan para reflotar la econom¨ªa, la eliminaci¨®n de impuestos y la creaci¨®n de un mill¨®n de puestos de trabajo en cuatro a?os. Su tal¨®n de Aquiles es la presunta vinculaci¨®n con la crisis financiera que atraves¨® el pa¨ªs a finales de los a?os 90. En esto ¨²ltimo, recuerda Ricaurte, han hecho hincapi¨¦ ¡°esos 43 medios de comunicaci¨®n que tiene el Gobierno¡± y que, en su opini¨®n, no se han dedicado tanto a apoyar a Moreno sino a alimentar una campa?a contra su adversario.
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