Librarse del mal cuesta seis euros en Hong Kong
Un grupo de hechiceras bajo un paso elevado atiza fotos de los enemigos, siguiendo un antiguo ritual
En Hong Kong, cualquiera con poco m¨¢s de seis euros en sus bolsillos y algo de fe en el m¨¢s all¨¢ puede acabar por la v¨ªa r¨¢pida con una suegra insistente, el amante de su pareja o un jefe que le hace la vida imposible. La soluci¨®n se encuentra bajo un paso elevado de la ciudad, donde una hechicera atizar¨¢ con un viejo zapato la foto del molesto personaje en cuesti¨®n y pondr¨¢ fin a todos estos males.
¡°Si la gente tiene un objetivo claro, trae una foto de la persona que est¨¢ perjudic¨¢ndole¡±, relata Yungkoo, una de las pitonisas que monta diariamente su puesto en uno de los distritos m¨¢s comerciales de esta metr¨®poli. Aqu¨ª, no solo es t¨ªpico ir de compras, sino que entre tienda y tienda se puede aprovechar para ¡°purificarse y eliminar aquellos elementos que traen mala suerte¡±, afirma.
¡°Mucha gente necesita liberar la ira, por eso a veces en medio del rito, cogen el zapato y empiezan a golpear su objetivo con fuerza. Despu¨¦s se sienten felices y purificados¡±
Esta misteriosa mujer de 55 a?os, la m¨¢s joven de las conocidas localmente como las ¡°golpea villanos¡± (en ingl¨¦s villain hitters), explica que ¡°mucha gente necesita liberar la ira, por eso a veces en medio del rito, cogen el zapato y empiezan a golpear su objetivo con fuerza. Despu¨¦s se sienten felices y purificados¡±.
La ceremonia, que se origin¨® hace siglos en el sur de China con la finalidad de que los campesinos alejaran a los malos esp¨ªritus, se ha adaptado para que aquel que lo desee pueda tambi¨¦n espantar a enemigos, fantasmas y otros monstruos en la gran ciudad. Como manda la tradici¨®n, el cliente escribe el nombre de su adversario en un papel con la figura de un ¡°hombrecillo¡± y, a continuaci¨®n, la sibila comienza a darle golpes con fuerza con un zapato usado mientras recita unos versos cuyo contenido no ha querido revelar. Tras enunciar esa especie de conjuro ¡ªadjunta un papel con diversas consignas sobre la buena suerte y otro con forma de tigre que¡ª, mientras se quema, se supone que se come a los malos esp¨ªritus. Para terminar, el cliente recibe una bendici¨®n. Y listo.
"Solo quiero alejarme de los fantasmas y de la mala suerte de mi alrededor. No tengo un objetivo concreto", asegur¨® Fonseca, una clienta fija de Yungkoo. ¡°Vengo porque quiero que me ponga al d¨ªa con algunos asuntos¡±, a?adi¨® esta dise?adora de interiores que conf¨ªa en el buen hacer de unas hechiceras que trabajan todos los d¨ªas del a?o.
Desde sus peque?os santuarios instalados en mitad de una confluida intersecci¨®n, los viandantes contemplan curiosos un culto que se aprende desde peque?os. ¡°Hay que tener talento. Yo me interes¨¦ por esto a los trece a?os y, pasado un tiempo, un verdadero maestro me ense?¨®. Ahora yo ense?o a la gente y tengo clientes desde los 8 a los 90 a?os, aunque no podr¨¦ convertirme en maestra hasta los sesenta¡±, cuenta Yungkoo delante de un altar repleto de figuritas, papeles, frutas y otras ofrendas.
Con un servicio del que se sale bendecido y lleno de buena fortuna, los clientes no faltan. Algunos acuden mensualmente, otros anualmente y aquellos que tienen muchas influencias negativas a su alrededor se pasan por all¨ª muy a menudo. Sin embargo, tambi¨¦n est¨¢ aquel que, afectado por los recientes acontecimientos pol¨ªticos, va m¨¢s all¨¢ de lo meramente personal y lleva fotos de los gobernantes.
Precisamente, tras la revoluci¨®n de los paraguas, que tuvo lugar en 2014, numerosos ciudadanos comenzaron a llevar fotos del jefe del Ejecutivo Leung Chun-ying y de la n¨²mero dos entonces y reci¨¦n ganadora de las recientes elecciones, Carrie Lam. ¡°Es curioso, pero de ella siempre nos han tra¨ªdo fotos¡±, afirma Yungkoo. Sin embargo, algunas de las cinco hechiceras que a diario instalan aqu¨ª sus altares, no consideran que su labor sea lanzar maleficios a personas famosas, por lo que han colgado un cartel que dice no aceptar este tipo de peticiones.
Pese a su avanzada edad y lo longevo de esta tradici¨®n, las ¡°golpea villanos¡± no viven de espaldas a las nuevas tecnolog¨ªas. Ahora, mientras llevan a cabo sus rituales a pie de calle y reparten prosperidad, aprovechan los tiempos muertos para actualizar sus perfiles de Facebook e informar a los posibles clientes de hasta qu¨¦ hora estar¨¢n de servicio o c¨®mo pueden contactarlas para bendecir un nuevo negocio o casa y que les llegue la buena fortuna.
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