May advierte de que no ceder¨¢ ¡°nunca¡± la soberan¨ªa de Gibraltar sin apoyo de la poblaci¨®n
Bruselas estableci¨® que Espa?a tendr¨ªa que dar su benepl¨¢cito a cualquier acuerdo entre el bloque comunitario y el Reino Unido que pueda aplicarse al Pe?¨®n
El Gobierno de Theresa May ha pasado a la ofensiva en su pulso con Madrid sobre Gibraltar, proclamando que ¡°nunca¡± ceder¨¢ la soberan¨ªa de esta colonia brit¨¢nica enclavada en el sur de Espa?a sin el apoyo de su poblaci¨®n. La primera ministra, que parte de una posici¨®n de debilidad despu¨¦s de que Bruselas abandonara su tradicional neutralidad en pro de los intereses espa?oles, prometi¨® ayer que garantizar¨¢ el ¡°mejor Brexit¡± para el Pe?¨®n, cuyo futuro estatus May ni siquiera mencionaba en su carta de despedida oficial de la UE.
La cuesti¨®n gibraltare?a acapar¨® este domingo el foco pol¨ªtico en un Reino Unido que da sus primeros pasos hacia el Brexit, con los primeros espadas del Gobierno lanzando toda su artiller¨ªa dial¨¦ctica en favor de mantener el estatuto del enclave que se ha mantenido inalterado desde 1713. La jornada dominical arranc¨® con una llamada telef¨®nica de Theresa May al jefe del Gobierno gibraltare?o, Fabi¨¢n Picardo, para garantizarle que ¡°nunca¡± se aprestar¨¢ a ning¨²n acuerdo ¡°que vaya en contra de los deseos de su poblaci¨®n, expresados de forma libre y democr¨¢tica¡±, ni socave su "firme e hist¨®rico compromiso en apoyo de sus habitantes y de su econom¨ªa¡±.
El mensaje de May buscaba tranquilizar a las autoridades del Pe?¨®n a ra¨ªz de un tremendo error de c¨¢lculo ¡ªo negligencia¡ª?a la hora de notificar a la UE la despedida del Reino Unido en una carta entregada el mi¨¦rcoles al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Porque incluso en los pasillos de Bruselas sorprendi¨® la ausencia en la misiva de toda menci¨®n al conflicto de Gibraltar, una de las ¡°fronteras¡± brit¨¢nicas que pueden ver afectado su futuro estatuto a causa del Brexit, como tambi¨¦n es el caso de Irlanda del Norte.
La reciente propuesta de Espa?a sobre una soberan¨ªa compartida con los brit¨¢nicos sobre Gibraltar, para que la colonia siguiera formando parte de la UE, se han visto avaladas por las directrices de negociaci¨®n del Brexit desbrozadas por Bruselas, que reconocen la potestad del gobierno de Madrid de bloquear la aplicaci¨®n al Pe?¨®n cualquier acuerdo comercial ¡ªo de otra ¨ªndole¡ª?entre Londres y los pronto exsocios comunitarios. En otras palabra, que la posici¨®n de la UE ya no va a ser equidistante ante ese pulso entre un Estado miembro (Espa?a) y otro que est¨¢ en v¨ªas de tramitar su desengarce europeo.
La aprensi¨®n que genera ese nuevo contexto en el gobierno de La Roca (como gusta a muchos brit¨¢nicos referirse a Gibraltar) tambi¨¦n fue minimizada el domingo por el jefe de la diplomacia brit¨¢nica, Boris Johnson, quien describi¨® el respaldo del Reino Unido a que no se modifique el estado de las cosas como ¡°implacable y tan s¨®lido como una roca¡±. El tono patri¨®tico acab¨® adquiriendo tintes rocambolescos con las declaraciones de Michael Howard, un antiguo l¨ªder del Partido Conservador brit¨¢nico hoy en el poder, amenazando incluso con una intervenci¨®n militar brit¨¢nica.
Lejos de intentar atemperar los ¨¢nimos tras la proclama de Howard, el ministro de Defensa brit¨¢nico, Michael Fallon, subray¨® despu¨¦s que el Reino Unido ¡°llegar¨¢ hasta el final¡± para mantener la soberan¨ªa brit¨¢nica del peque?o territorio de siete kil¨®metros cuadrados y una poblaci¨®n de 33.000 habitantes. Los mismos que en noviembre de 2002 rechazaron en refer¨¦ndum, y con el apoyo de un 99% de los sufragios, el principio de una soberan¨ªa compartida por Gran Breta?a y Espa?a. Pero tambi¨¦n el electorado que en junio del a?o pasado se manifest¨® en las urnas contra el Brexit, con un 96% de los votos.
Al Gobierno de Gibraltar le inquieta la hip¨®tesis de que las 10.000 personas que entran diariamente a trabajar en el Pe?¨®n se topen con los f¨¦rreos controles que podr¨ªa dictar el Brexit. Y, sobre todo, que el Gobierno de Madrid consiga torpedear el actual estatuto de baj¨ªsimos impuestos corporativos que hace tan atractivo el Pe?¨®n para el sector de los servicios financieros.
May no tuvo en cuenta a Gibraltar en su carta de reclamaciones a la UE, pero el primer ministro gibraltare?o aseguraba este domingo ¡ªen una entrevista televisada por la BBC¡ª?que el inicial intercambio de directrices entre Londres y Bruselas a mediados de semana fue s¨®lo ¡°un borrador trazado en ese momento¡± y que su administraci¨®n ha estado trabajando ¡°estrechamente¡± con May en un libro blanco del Gobierno brit¨¢nico que articular¨¢ las negociaciones sobre el Brexit. Y que tiene la soberan¨ªa brit¨¢nica del Pe?¨®n como una de sus consideraciones inapelables.
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