In¨¦dita manifestaci¨®n masiva de apoyo al Gobierno en Argentina
El macrismo tambi¨¦n toma la calle como respuesta a la ofensiva peronista contra Macri
El entorno de Mauricio Macri andaba muy preocupado en las ¨²ltimas semanas porque el presidente hab¨ªa ¡°perdido la calle¡±, un t¨¦rmino que en Argentina indica que las cosas empiezan a ponerse complicadas para el Ejecutivo. Grupos de fieles al Gobierno convocaron a trav¨¦s de las redes sociales una manifestaci¨®n ¡°por la democracia¡± y a favor del presidente este s¨¢bado, y los principales dirigentes del macrismo se desvincularon ante la posibilidad de que fuera un fracaso. Pero, contra todo pron¨®stico, fue un rotundo ¨¦xito: en varias ciudades argentinas se arm¨® la primera movilizaci¨®n masiva a favor de Macri.
Las espectaculares im¨¢genes de la plaza de Mayo y otros lugares importantes del pa¨ªs tomados por personas que reclamaban que dejen gobernar al actual presidente suponen un espaldarazo inesperado para ¨¦l a pocos d¨ªas de la primera huelga general que sufrir¨¢ en su mandato, convocada para el pr¨®ximo jueves.
Macri y su Gobierno insistieron durante los ¨²ltimos d¨ªas en que ellos no eran los convocantes y buscaron desvincularse, pero el ¨¦xito sin duda ser¨¢ aprovechado para calmar a una parte importante de sus votantes, inquietos ante la posibilidad de que el Gobierno pierda las pr¨®ximas elecciones de octubre sobre todo porque la econom¨ªa est¨¢ tardando en recuperarse mucho m¨¢s de lo previsto.
Con la marcha reci¨¦n concluida, Macri ya empez¨® a apuntarse al entusiasmo en twitter: "s¨ª se puede, juntos estamos cambiando", escribi¨® con una foto de la masiva concentraci¨®n de fondo. Poco despu¨¦s public¨® un v¨ªdeo en el que se confesaba "emocionado" y lanzaba una pulla contra los peronistas. Asegur¨® que la gente hab¨ªa acudido "espont¨¢neamente, desde el coraz¨®n, sin que haya habido colectivos ni chorip¨¢n". Los macristas siempre sostienen que las movilizaciones peronistas, con una fuerte presencia de clase media-baja, se llenan gracias a que les pagan el transporte y la comida, algo especialmente ofensivo para los militantes de este grupo.
El mes de marzo fue muy duro para el Gobierno argentino, con movilizaciones y protestas casi diarias. Pero abril empieza de una manera completamente diferente. Los analistas argentinos asumen que la calle es de los justicialistas y que Macri se mueve mejor en otros sectores de clase media menos dispuestos a salir a protestar. Pero la realidad desminti¨® esta idea.
Los peronistas, cada vez m¨¢s animados ante el ¨¦xito de las ¨²ltimas manifestaciones convocadas contra el Ejecutivo, en especial la de apoyo a la huelga de maestros, estaban ya preparados para ridiculizar la marcha macrista. Algunos dirigentes kirchneristas empezaron a enviar fotos de un supuesto fracaso pocos minutos despu¨¦s de que empezara la protesta. Pero las calles r¨¢pidamente empezaron a llenarse muy por encima de cualquier previsi¨®n.
No fue, ni mucho menos, la mayor marcha que han visto esas plazas, acostumbradas a movilizaciones espectaculares. Pero, como se esperaba un fiasco, el ¨¦xito fue mucho mayor por imprevisto.
¡°No vuelven m¨¢s¡±, gritaba la gente en referencia a Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, contra la que llegaban insultos fuertes. ¡°S¨ª se puede¡±, cantaban, el lema macrista por excelencia. ¡°Democracia para todos¡±, se le¨ªan en alguna pancarta. ¡°Argentina libre y democr¨¢tica de pie¡±. ¡°Viva la democracia, dejen gobernar¡±, gritaban otros. La clave es este ¨²ltimo mensaje. Muchos macristas creen que se est¨¢ preparando la ca¨ªda del presidente desde las calles. Y salieron a protegerlo.
Para los argentinos, acostumbrados a que la pol¨ªtica se realice en la calle con marchas peronistas que marcan la agenda, fue una protesta un tanto extra?a. Nada que ver con las protestas de la oposici¨®n. Sin banderas, sin las enormes pancartas de las agrupaciones de distintos sindicatos y facciones en los que est¨¢ dividido el movimiento peronista, sin un escenario, sin l¨ªderes, sin manifesto, sin cabecera. Sin principio ni final.
No hab¨ªa un solo pol¨ªtico conocido en la marcha, con la clara intenci¨®n de mostrar que era una movilizaci¨®n autoconvocada. Adem¨¢s de peque?as pancartas hechas a mano, solo hab¨ªa banderas argentinas. Los ciudadanos simplemente se concentraron en las calles, cantaron el himno argentino, lanzaron gritos contra Fern¨¢ndez de Kirchner, a favor de la democracia y de apoyo al macrismo. Y de paso deslizaron un mensaje al Gobierno para que tome una posici¨®n m¨¢s dura frente a la oposici¨®n y se atreva a entrar al choque pol¨ªtico.
En las calles de Buenos Aires la protesta estaba dominaba por la clase media urbana que fue la clave de la victoria de Macri en 2015, donde logr¨® de forma inesperada derrotar al peronismo gracias sobre todo al deseo de cambio de la sociedad despu¨¦s de trece a?os de kirchnerismo. Las encuestas detectan que el presidente est¨¢ perdiendo apoyos, en especial por la mala situaci¨®n econ¨®mica y algunos errores y esc¨¢ndalos importantes que afectan a su propia familia, pero sigue conservando un respaldo cercano al 50% que lo convierte en uno de los l¨ªderes m¨¢s apoyados de Am¨¦rica Latina. Este espaldarazo, sumado a la divisi¨®n de la oposici¨®n, le dan mucho ox¨ªgeno para seguir.
Muchos pensaban que con la llegada de Macri se acab¨® la tradici¨®n de que la pol¨ªtica argentina se hac¨ªa en la calle, en un lado y otro, pero los ciudadanos han roto esa idea y han demostrado que en este pa¨ªs, acostumbrado a movilizaciones masivas desde hace 70 a?os y con un nivel de politizaci¨®n entre los m¨¢s altos del mundo, casi todo se sigue resolviendo con miles de personas concentradas en la plaza de Mayo, ese lugar emblem¨¢tico donde se escribi¨® toda la historia reciente argentina, donde est¨¢ la Casa Rosada, sede del Gobierno.
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