El Gobierno de Maduro trata de completar el apag¨®n informativo en Venezuela
Tres se?ales que transmit¨ªan por Internet las manifestaciones de la oposici¨®n han sido bloqueadas, pero los medios intentan superar la censura con alianzas no convencionales
El r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro est¨¢ decidido a imponer la hegemon¨ªa del pensamiento ¨²nico. Las se?ales de las p¨¢ginas web de Vivo Play, VPI Televisi¨®n y Capitolio TV, que se transmiten a trav¨¦s de Internet, no pueden ser vistas en Venezuela por decisi¨®n de la Comisi¨®n Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), el organismo rector del sector. Dos empresas que proveen el servicio de Internet en el pa¨ªs sudamericano han confirmado a EL PA?S?que la medida est¨¢ vigente desde el viernes.
La medida ha dejado en ascuas a una poblaci¨®n ya sometida a un apag¨®n informativo de facto desde hace cuatro a?os. Estas tres se?ales eran las ¨²nicas que transmit¨ªan en directo las actividades de la oposici¨®n y ten¨ªan equipos en la primera l¨ªnea de las manifestaciones. Al r¨¦gimen, que no ha confirmado la medida, parece haberle disgustado que la poblaci¨®n haya sobrepasado sin mayores contratiempos la presi¨®n que ejerce sobre las televisiones locales para que censuren cualquier contenido que visibilice a la oposici¨®n.
La televisi¨®n venezolana libre se acab¨® en 2013. Ese a?o la estaci¨®n Globovisi¨®n, hasta entonces la bestia negra del Gobierno de Hugo Ch¨¢vez, fue adquirida por el inversionista Ra¨²l Gorr¨ªn, muy cercano al chavismo, quien reorient¨® la l¨ªnea editorial a la medida de los intereses del r¨¦gimen. Globovisi¨®n segu¨ªa as¨ª el camino de Venevisi¨®n (propiedad del grupo Cisneros) y Televen, dos canales que, despu¨¦s de la victoria de Hugo Ch¨¢vez en el refer¨¦ndum revocatorio de 2004, abandonaron la confrontaci¨®n que manten¨ªan con el Gobierno. En los meses siguientes limitaron los comentarios cr¨ªticos de los informativos y elaboraron una programaci¨®n con predominio de telenovelas y programas de variedades.
Pero Nelson Hullet, cofundador de Vivo Play y vicepresidente de mercadeo en la televisora, no parece dispuesto a aceptar la censura, ni a sumarse a ese grupo. ¡°El Gobierno no nos ha informado siquiera si tom¨® la medida y si existe una investigaci¨®n contra nosotros¡±, afirma en di¨¢logo telef¨®nico con este peri¨®dico. Hullet ha confirmado que el bloqueo solo rige para quienes visitan la p¨¢gina web (www.vivoplay.net) desde Venezuela, pero la se?al puede ser sintonizada en el pa¨ªs a trav¨¦s de una aplicaci¨®n que funciona para todas las plataformas, entre ellas Android e IOS.
Para enfrentar ese inconveniente, desde el viernes su equipo difundi¨® a trav¨¦s de las redes sociales otros dos modos de burlar el bloqueo dispuesto por Conatel. La informaci¨®n se viraliz¨® de inmediato. Los interesados pod¨ªan escoger entre cambiar los par¨¢metros del protocolo DNS en la conexi¨®n wifi de los ordenadores o navegar por la p¨¢gina a trav¨¦s de una aplicaci¨®n VPN, que enmascara la direcci¨®n donde se encuentra el terminal.
M¨¢s arriesgado que difundir las formas de superar el bloqueo ha sido ceder su se?al para que sea difundida en diez portales venezolanos m¨¢s visitados. Vivo Play es una plataforma de paga fuera de Venezuela. De momento ha sido un ¨¦xito. El s¨¢bado, cuando la oposici¨®n volvi¨® a la calle para manifestarse contra Maduro, la marca alcanz¨® casi 25 millones de reproducciones. A principios de semana ten¨ªan 250.000 suscriptores y unos cinco millones de usuarios si se suman las personas que los siguen en las distintas redes sociales. ¡°Nuestro objetivo es mantener abierta esta ventana de informaci¨®n¡±, explica Hullet.
La apuesta de Vivo Play demuestra hasta qu¨¦ punto los medios digitales venezolanos est¨¢n dispuestos a dejar de lado las rivalidades para vencer la censura. Es una experiencia novedosa para enfrentar lo que se considera como una arremetida sin precedentes contra el derecho de recibir informaci¨®n oportuna, establecido en el art¨ªculo 58 de la Constituci¨®n. ¡°Es muy dif¨ªcil impedir que la informaci¨®n circule en estos tiempos, cuando las comunidades controlan la difusi¨®n de los contenidos¡±, razona Hullet. Pero el Gobierno seguir¨¢ intent¨¢ndolo.
El d¨ªa m¨¢s violento
La jornada de protestas del s¨¢bado se extendi¨® en todo el pa¨ªs por casi doce horas. Al mismo tiempo que se conoc¨ªa del incendio en una oficina vecina a los cuarteles generales del l¨ªder opositor Henrique Capriles, se supo de una explosi¨®n en la planta baja del edificio de la Direcci¨®n Ejecutiva de la Magistratura, una dependencia del Tribunal Supremo de Justicia.
El ministro del Interior, N¨¦stor Reverol, responsabiliz¨® a la oposici¨®n de los da?os y ha dicho que los responsables ya est¨¢n identificados. El Supremo ha sido asociado por los manifestantes como el causante del recrudecimiento del conflicto venezolano. Su Sala Constitucional emiti¨® hace dos semanas dos sentencias que bloquearon al Parlamento y desconocieron la inmunidad parlamentaria de los legisladores.
En la madrugada del domingo la polic¨ªa cient¨ªfica, en un operativo desmesurado, seg¨²n los presentes, visit¨® el edificio donde despacha Capriles. Sus compa?eros de partido temieron por su detenci¨®n. Sin embargo, los funcionarios inspeccionaban el local afectado por las llamas.
No s¨®lo se protest¨® contra el r¨¦gimen en Caracas, sino en San Crist¨®bal (andes venezolanos), en Barquisimeto (centro occidente del pa¨ªs), en Maracaibo (occidente) y en otras cinco provincias. Entrada la noche se contabilizaban unos 52 detenidos, seg¨²n la organizaci¨®n Foro Penal Venezolano. Esta semana han sido arrestadas unas 164 personas. De ellas a¨²n permanecen detenidos 71.
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